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Viernes 18 de mayo de 2001 | |
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Las escuchas revelan la estrategia de los Gaete |
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Planearon que un integrante de la familia asumiera toda la responsabilidad. Cuando fueron detenidos, la cumplieron a medias. De hecho, todos siguen presos y llegaron a juicio oral. |
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| NEUQUEN (AN).- Los dueños del corralón Oro Negro, acusados de integrar una asociación ilícita que vendía mercaderías robadas por piratas del asfalto, tenían como estrategia que uno de ellos asumiera la responsabilidad de los hechos para beneficiar al resto. Así surgió de la reproducción de las escuchas telefónicas que se realizó en la tercera audiencia del juicio oral que se realiza en la Cámara Primera. También quedó al descubierto cómo se manejaban para adquirir automotores "mellizos" y otras maniobras que llevaron a cabo cuando los investigadores allanaron sus comercios y oficinas. Ricardo Sésar Gaete y sus hijos Ricardo Gabriel y Sergio Daniel son los dueños del corralón y junto a Víctor Paul Sedano Gómez están acusados además de facilitarles documentación de sus automotores a delincuentes de Buenos Aires para que "duplicaran" los rodados que robaban. Algunos de esos vehículos "truchados" les fueron secuestrados a los imputados de sus domicilios de Catriel y Rincón de los Sauces. La escucha de las conversaciones incorporadas como prueba en el expediente se realizó ayer después que el tribunal que integran Roberto Fernández, Cecilia Luzuriaga y Jorge Sommariva rechazara la oposición planteada por los defensores Eduardo González (de los Gaete) y Eduardo Goncevatt (de Sedano Gómez). A Sedano Gómez se le atribuye ser el nexo entre los Gaete y los piratas del asfalto, y ese rol pareció confirmarse a través de las grabaciones. "Al final, uno tiene que terminar haciéndose cargo y al resto lo dejarán tranquilo... Vos no tenés antecedentes, no tenés nada. Lo principal es que no tenés nada y es excarcelable. Tenemos que juntarnos y tomar una determinación", le dijo Sésar Gaete a su hijo Ricardo horas después de que les allanaran sus domicilios. También se le escucha decir que "ellos -por la policía- no nos querían a nosotros, querían a los que están mucho más arriba. Pero bueno, no te preocupés, vamos a llamar a un abogado". En otro diálogo, el mismo día, aluden a cómo demostrarán que las varillas de hierro que les secuestraron de los corralones -que se presume se las proveyeron los piratas del asfalto bonaerenses- y a que los investigadores no habían encontrado el "carretón" -remolque- en el que habían traído la mercadería a la zona. En una conversación entre dos mujeres de la familia Gaete, con teléfonos Catriel y Rincón de los Sauces, una que está en ésta última localidad le cuenta a la otra sobre el operativo policial llevado a cabo horas antes en el corralón. "Quedate tranquila, que si te ponés nerviosa es peor. A Catriel también vinieron...". Y la misma mujer comenta como probable motivo de los allanamientos a que gente de "allá nos cagaron... Y como no les dimos más plata". Días previos a las detenciones de los sospechosos, Gabriel Gaete mantuvo una conversación con su primo Gómez pidiéndole que le consiguiera en forma "urgente" una camioneta. "Un nueva, de esas que vos sabés... , dice Gabriel. El juicio se reanudará el próximo 28. Declararán más testigos y se escucharán los alegatos. |
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