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Viernes 18 de mayo de 2001 | |
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Inhumano aislamiento de un preso en Bariloche |
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Estaba en una celda sin luz, calefacción, ni cama. Lo denunció un juez que visitaba la cárcel. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En una nueva visita a la alcaidía de Bariloche, el juez César Lanfranchi observó que un interno sufría aislamiento en una celda sin cama, luz ni calefacción, y ordenó el cese de la sanción, que no se utilicen determinadas celdas para alojar internos, y formuló una denuncia ante el fiscal de turno por las responsabilidades que le pudieran caber al jefe de la unidad. Lanfranchi ha dictado diversas medidas de amparo y hábeas corpus en los últimos días, pero éstas son reiterativas de otras dispuestas por él y otros magistrados sin el resultado esperado, porque la alcaidía está en una situación terminal, con casi el doble de internos previsto en su capacidad original y sin posibilidades de solución. Precisamente una de las nuevas medidas del magistrado es un "hábeas corpus preventivo prohibiendo la utilización para privación de libertad de personas en las celdas 24 y 25 de la alcaidía local, siquiera en mínima medida". En su resolución Lanfranchi extendió la prohibición para "toda construcción de nuevos sitios destinados a habitación de detenidos, y su habilitación, en tanto no cuente con autorización del servicio oficial de obras", con expresa disposición de que se haga saber al Ministerio de Gobierno de la provincia y a la jefatura de Policía. El magistrado recordó que en una de sus visitas ingresó a una de las celdas objetadas, a la que calificó como "antro", y comprobó "que el frío era extremo, no hay iluminación ni calefacción y veo al interno acurrucado sobre un colchón dispuesto encima de una cama metálica, temblando, bajo una manta harapienta". Sobre esa situación expuso que "infringe derechos humanos esenciales a la vida misma, de subsistencia y dignidad", y recabó la opinión del médico policial Juan Manuel Piñero Bauer, quien aseguró que las condiciones de esas celdas "atentan de modo extremo contra el buen estado de salud de los internos que las ocupan". Lanfranchi rechazó el proyecto del jefe de la alcaidía, que planeaba realizar una extensión de la tubería que suministra aire caliente a los ambientes, porque "sólo cubriría el frío y no las otras y numerosas circunstancias restantes que desautorizan el uso de estas celdas". Otro mandamiento de hábeas corpus lo dictó Lanfranchi en favor del interno Nelson Robaina, ordenando el cese de la sanción que le habían impuesto, la vuelta al régimen ordinario de detención y la inmediata revisación médica. De acuerdo a las explicaciones brindadas por empleados policiales y jefes de la alcaidía, Robaina se había dirigido de manera amenazante hacia el celador y esa inconducta fue sancionada con cinco días en celda de aislamiento, con pérdida del beneficio de acceso al patio y de la visita de entre semana. Pero el juez objetó también la justificación del castigo y anuló la resolución del jefe de la alcaidía, Gabriel Capsi, a quien denunció ante el fiscal "respecto de lo acopiado en esta causa" Hace dos semanas Lanfranchi había expedido otro mandamiento de hábeas corpus ordenando el cese de toda restricción a 17 internos que habían sido sancionados luego de un motín, por poner en peligro las instalaciones y la seguridad de todos los alojados en la alcaidía. En esa oportunidad pidió que el expediente volviera a su despacho en horario hábil para prever que "la omisión de debido anoticiamiento de correcciones a la judicatura y omisión de debido mantenimiento a su disposición de documental" no se repitiera. |
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