Viernes 4 de mayo de 2001

 

Juzgan a un policía acusado de matar a un inocente

 

Habría confundido a dos jóvenes con ladrones. Estaba de civil y no se identificó como policía. Lo acusan de matar al padre de uno de los jóvenes, cuando fue a ver qué pasaba en la vereda.

  ROCA (AR).- Un policía que cumplía funciones en Allen comenzó a ser juzgado ayer, acusado de asesinar a un inocente cuando intentó hacer "justicia por mano propia".
El procesado es Guillermo Huete, acusado de golpear a un hijo de la víctima fatal, pensando que se trataba de un ladrón que había robado minutos antes en la casa de un amigo. De todos modos, y según los testimonios, Huete estaba de civil, nunca se habría identificado como policía, y habría asesinado a Domingo Saavedra cuando éste salió a la calle para ver que pasaba.
El hecho que juzga la Cámara Primera del Crimen, ocurrió en Roca durante la madrugada del 1 de enero de 2000.
Todo comenzó cuando Carlos Tripailao regresó a su casa -ubicada en Montevideo 1.478 del barrio Noroeste-, y se dio cuenta que le habían robado un televisor. Al rato llegó Huete, a quien conocía, y éste le propuso salir en busca de los delincuentes.
"En la calle Misiones y Colón vimos a dos muchachos con un equipo de música. Huete me dijo "esperá un cachito", sacó el arma que llevaba en su cintura, y empezó a golpear al joven que llevaba dos parlantes", dijo ayer Tripailao.
"Me quedé medio paralizado cuando vi el arma. Guillermo (por Huete) había reducido al joven pero lo seguía golpeando con la culata del arma. Yo no sabía que hacer. Tomé los parlantes y se los di a una mujer. Estaba muy asustado por el arma", aseguró.
La víctima de los golpes era Nicolás Verdugo, amigo del hijo de la víctima.
El relato de Tripailao fue el más importante de la jornada de ayer. Luego aseguró ante los jueces que cuando Saavedra salió a ver qué pasaba, "Huete levantó el arma y le disparó. También le apuntó a su hijo", recordó.
El testigo dijo que cuando escuchó el disparo, comenzó a correr presa de la desesperación y el susto. En una esquina se encontró con un tío, a quien le comentó lo que había pasado. "Al rato llegó Huete. Yo le pregunté qué había hecho, y me dijo que sólo lo había rozado".
Tripailao convenció a Huete de ir a la Policía, ya que "él quería ir recién al otro día". Aseguró que cuando estaba en la guardia de la comisaría 21, escuchó por radio que Saavedra había muerto.
También declaró ayer Nicolás Verdugo, el joven que recibió la lluvia de golpes por parte de Huete.
"Veníamos de festejar el Año Nuevo. Estábamos en mi casa y fuimos a llevar el equipo de Gustavo Saavedra a la suya. Se ve que nos confundieron", señaló Verdugo.
Dijo que "Huete me agarró de los pelos, sacó el arma y me apuntó en la cabeza. Me decía "querés que te mate, querés que te mate", y me seguía golpeando".
Recordó que quedó en el suelo "medio desmayado. Lo vi salir a Saavedra, y escuché un disparo. Cuando volví a mirar, estaba en el suelo junto a una puerta", señaló. El testigo resaltó que no hubo forcejeo, y que directamente fue golpeado sin razón.
También declaró la esposa del víctima. Quebrada por el llanto, sólo pudo responder unas pocas preguntas.
Mirando a Huete, se preguntó: "¿Por qué le disparó?. ¿Por qué no tiró al aire o a una pierna? Nos quitó la vida entera. Mi marido me alcanzó a abrazar y nos caímos los dos contra la puerta", dijo Mabel Fuentes.
   
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