Denunciaron otro caso de brutalidad policial

A un joven trabajador le quebraron el tabique nasal, en Neuquén.Lo detuvieron cuando estaba a punto de llegar a su vivienda.Acusó a personal de la comisaría Segunda, que le pegó sin motivos.

NEUQUEN (AN)- Otro caso de brutalidad policial fue denunciado ayer en esta capital por un joven trabajador, que el martes fue golpeado por efectivos de la comisaría Segunda y sufrió la fractura del tabique nasal, entre otras lesiones. También le robaron 100 pesos. "Lo podrían haber matado, y si eso pasaba después son capaces de simular un enfrentamiento", dijo alarmado el padre de la víctima.
Es el segundo caso que se produce en pocos días, después de que el 22 de abril tres estudiantes fueran golpeados por policías en Plaza Huincul. Por ese episodio hay cuatro efectivos en disponibilidad y con una causa en su contra.
La nueva víctima se llama Marco (prefirió no dar su apellido), de 21 años, trabajador petrolero. El año pasado intentó ingresar a la policía, y hoy presenta terribles secuelas en el rostro producto de los golpes que recibió por parte de uniformados.
Junto con su madre Delia Vargas presentó la denuncia en la misma comisaría Segunda y en la fiscalía 2, de Ignacio Cano.
El joven fue detenido junto con su hermano de 17 años y dos amigos el martes alrededor de las 5.30, cuando regresaba a su casa después de asistir a una fiesta por el día del trabajador en un predio del Sindicato de Petroleros Privados ubicado en San Pablo y Tafí Viejo.
Según relató a este diario, había ido a la fiesta junto con todos sus familiares -además de los padres son cuatro hermanos- y un matrimonio amigo. A la hora del regreso no había vehículos suficientes para todos por lo que Marco, su hermano Gastón y dos amigos volvieron caminando.
En Félix San Martín casi Saturnino Torres, a 150 metros de sus viviendas, los interceptaron dos patrulleros y una camioneta policial. "No veníamos haciendo desmanes ni borrachos, y tampoco tenemos antecedentes", aseguró Marco.
Los policías los palparon de armas. El joven se quejó por el maltrato a que fueron sometidos y amenazó con denunciarlos, lo que enardeció a los efectivos. "Me tiraron al piso con violencia, pegué con la cara y me fracturé el tabique nasal", relató. También recibió varios golpes y patadas.
Marco trató de exhibirles la tarjeta de invitación a la fiesta y sus documentos, pero los policías "me pegaron más patadas". Después lo cargaron en uno de los vehículos junto con sus acompañantes, y todos terminaron en la comisaría Segunda.
Allí, explicaron sus padres, no anotaron su ingreso ni los identificaron. Le quitaron todas sus pertenencias, entre ellas el teléfono celular y 100 pesos. Todos fueron alojados en una dependencia y cuando Marco esgrimió su derecho a formular una llamada se burlaron de él. "Eso pasa en las películas", le respondieron.
Herido, dolorido y con la campera llena de sangre, el joven fue llevado luego ante el médico policial, al cual le contó lo que le había sucedido. Después, los policías lo trasladaron hasta la comisaría 19 del barrio Confluencia y allí lo dejaron detenido junto con sus compañeros.
Para entonces sus familiares estaban desesperados por la falta de noticias. Recién al mediodía recibieron una llamada telefónica de la comisaría informándoles que allí estaban detenidos.
"Acá los trajeron así, nosotros no sabemos nada", dicen los padres de Marco que les explicaron en la unidad del barrio Confluencia.
El martes a la tarde hicieron la denuncia ante la comisaría Segunda y ayer a la mañana en la fiscalía. Marco no conoce a los policías que lo agredieron ni sabe sus nombres. Denunció que el celular se lo devolvieron, pero los 100 pesos no aparecieron más.
"Río Negro" intentó dialogar con el jefe de la comisaría Segunda y con el titular de Asuntos Internos para conocer su versión pero no logró ubicarlos.

Foto:Marco todavía tiene en su rostro las huellas de la paliza que recibió. Lo tiraron contra el suelo y sufrió la quebradura del tabique nasal.