Martes 22 de mayo de 2001

 

Gabriel Raies ya lleva 25 años con el acelerador a fondo

 
  Es idolatrado y odiado casi por igual. Están los que se rinden ante su temperamento y verborragia tan particular, como quienes lo detestan, tratándolo de ventajero y alguna vez alcahuete. Pero es cierto que escribió una parte de la historia del automovilismo argentino. Y eso no pasa inadvertido.
Hoy, cuando cumple veinticinco años desde que debutó, pelea contra el paso del tiempo y la aparición de nuevos pilotos, para mantenerse como uno de los referentes del rally.
El personaje en cuestión es Gabriel Raies, quien se resiste al paso de los años y asegura a los cuatro vientos que "aún tengo mucho para entregar".
¿Aún está fresco el recuerdo de aquel debut en el "76?
- Claro, como si fuera hoy. Me acuerdo que por querer ir más rápido de lo que se puede, me caí 35 metros en una barranca, terminé en el patio de un rancho. Era la décima edición de la Vuelta del Noroeste, por ese entonces una de las pruebas con más "chapa". Corrí con un Fiat 128 en la categoría "B" y tenía pintado el número 244 en las puertas. Mi primer acompañante a Juan José Scenna.
¿Y como siguió la cosa?
- No me achiqué, a pesar de los retos del viejo (por Alcides, otro personaje de los "fierros"). Durante esa temporada, en diciembre gané por primera vez. Fue en los 1.500 kilómetros de APAT en el autódromo de Buenos Aires, también con un "128". Y la cosa cambió. Me dediqué por entero a ésto. Aún hoy me pregunto qué hubiera sido de mi de no haberme metido en el automovilismo.
¡Qué campaña!
- Desde el "77 a la actualidad, corrí en todo. Certámenes regionales y nacionales de pista, siempre con el Fiat 128 en la "B" y alternar con algunas presencias en pruebas que ahora son de rally. El resto es muy conocido.
¿Hay preferencia por el rally?
- Y... me dio todo. Creo que ahí me gané el respeto de todos, por mi estilo de manejo. Hice lo que quise, me permitió vivir bien, hasta salir al exterior.
¿Correr afuera es una asignatura pendiente?
- Hace años, ahora no. Más joven, si. Ya cambió la mano. Soy muy familiero, extraño mucho a Córdoba, a mi país. Cuando fuimos a correr a España y Francia, en especial la última que me acompañaste, viste como cuesta estar lejos de mi gente. Me hubiera gustado estar en un equipo profesional, pero pasó el momento. Ya es tarde.
Aguerrido y veloz, Raies se metió en el bolsillo al público, que lo comenzó a identificar a través de mano izquierda en alto y haciendo el "uno".
"Eso nació en un Rally de la República Argentina, por el Mundial. Veníamos a dos y había tanto público que me daba verguenza pasar por delante de ellos. Y me salió eso de sacar la mano izquierda afuera y hacer el "uno". Fue un "golazo". La gente se tiraba de las montañas, no lo podíamos creer. Veníamos casi a "pata", porque sino no llegábamos. Esa es la verdadera historia, ahora hay unos cuantos que lo quieren imitar, pero bien que cuando llegan a una curva se afirman al volante con las dos manos. Son años...
¿Un título?
- Todos. Unos más luchados, otros menos, pero los trece que conseguí a nivel argentino son importantes. Estoy a dos del "Flaco" (por Traverso) y me parece que voy a achicar la diferencia.
¿Cuánto incide la familia en esto?
- Todo. Vengo de una familia netamente "fierrera". Empecé por mi viejo. Me veían hace veinticinco años atrás con los libros abajo del brazo o detrás de un escritorio. Si siempre fui un reo. Papá primero fue piloto y después dirigente. Organizando carreras, para mi fue el mejor. Si hasta hoy lo recuerdan en muchos lados. Qué otra cosa podía haber salido que piloto.
¿Qué significa la Vuelta de la Manzana?
- Todo. Es una de mis pruebas preferidas, tal vez la que más me gusta correr. Voy a Roca y me siento como en casa. En toda esa zona la gente es fabulosa. Soy local. Y tengo muchos amigos, como el "Goyo" Martínez y los integrantes de la AVGR. Vieron, lo pronuncié bien, sin cambiar letras de lugar. Son los años...
¿Una cuenta pendiente?
- Lo que pude lo hice, corrí en todo. Si este año hasta me subí a una lancha de offshore y gané una carrera.
Pero no fue bueno lo del TC
- Es cierto. No pegué una y por eso paré. Es una asignatura pendiente. Aún puedo volver. Aunque habría que pensarlo
La pista no fue el fuerte
- Y... está claro que no es lo mismo que el rally. En la Top Race gané carreras y anduvo adelante, en el TC-2000 también, aunque no pude triunfar y eso que estaba en un gran equipo. Pero tengo autocrítica, se que tendría que haber andado mucho mejor. No se me cae ningún anillo por reconocerlo.
¿Sabés que te tratan como ídolo?
- Es difícil la respuesta. Se que me gané el respeto de la gente, en todos lados. En Córdoba, Héctor Luis Gradassi y los desaparecidos Oscar Cabalén y Jorge Raúl Recalde, fueron grandes de verdad. Y yo creo que los sigo. Hay quienes reniegan por mi forma de ser, pero yo soy auténtico.
¿Abajo del auto andás tan rápido como arriba?
- Puede ser, pero no creo que sea un defecto. Sino, no hubiera llegado a estos veinticinco años con el automovilismo. No me quejo, trabajé para vivir este presente, por más que a algunos le pese.
¿Hay enemigos?
- Rivales, queda mejor. Si la envidia fuera pintura, hoy muchos estarían pintados. Pero no me importa. Yo le doy para adelante, con las mismas ganas que cuando empecé, pero con más experiencia.
Este cordobés festeja sus 25 años en el automovilismo y trabaja con las mismas ganas de los 18 años, pensando en correr sus últimas temporadas, pero aportando todo lo que aprendió al servicio de su nuevo equipo, también de ese par de títulos que le faltan para ser el "uno" en los números también.
Gabriel Raies, auténtico. Se lo toma o se lo deja, tal cuál es. No hay dudas.

112 triunfos y 13 títulos

Corrió en 361 competencias, tanto en pista como rally, ganando en 112.
En el rally nacional e internacional disputó: 198 carreras, imponiéndose en 87 Fue segundo en 26 oportunidades, tercero en siete y abandonó 68 veces.
Tiene 13 títulos: (Rally Clase "C", Fiat 128), 1981; (Rally Clase 2, Renault 12), 1984; (Rally Clase 3, Renault 18), 1986, (Rally Clase 3, Renault), 1988; (Rally Clase 3, Renault 18), 1989; (Rally Clase 3, Renault 18), 1990, (Rally Clase 3, Renault 18), 1991; (Rally Clase 3, Renault 18), 1992, (Rally Clase 3, Renault 18), 1993; (Rally Clase 3, Renault 18), 1994; (Rally F-2, Renault Clío), 1995; (Rally F-2, Renault Clío), 1996, y (Rally N-4, Mitsubishi Lancer Evo. VI), 2000.

Una foja colmada de antecedentes

•Después de Jorge Recalde, Raies es uno de los pilotos que más veces compitió en el Rally de la Argentina. Entre 1980 y el 2001 lo corrió en 18 ediciones y alcanzó la victoria en su clase en seis oportunidades, cinco con Renault (A-7) y una con Renault Clio (Copa FIA F-2).
• El Renault 18 fue uno de los autos que más utilizó en rally y también en pista. Así, entre 1982 y 1994, Gabriel disputó 114 pruebas, con 59 triunfos, tres de ellas en pista y el resto en rally.
• Junto a José María Volta como navegante corrió 81 pruebas y ganó 39.
• En el rally manejó Fiat 128 SL, Fiat 125 berlina, Fiat 147 G2, Subaru Grupo 1, Renault 12 TS, Renault 18 GTX, Renault Clio Williams, Toyota Célica, Renault Mégane y Mitsubishi Lancer. Además tripuló cuatriciclos Honda y un Sulky de tracción a sangre. Ultimamente, utilizó un catamarán de Fuerza Libre de cinco litros en su debut en la motonáutica nacional.
•En la pista, participó en Turismo Nacional, Club Argentino de Pilotos, Turismo Competición 2000, Truckers (camiones), Supercart, TC, y Top Race.
• A nivel del Club Argentino de Pilotos (CAP), tanto con Datsun 280 o con Nissan 300, corrió entre 1982 y 1986 un total de trece carreras en la especialidad, sin poder conseguir victorias.
• La división Top Race lo tuvo corriendo desde su primera temporada en 1997, utilizando el Renault Clío y formando equipo con su hermano Juan Pablo, con quien lograron vencer en distintas carreras. Luego pasó a correr con el Renault Mégane y concluyó su participación en equipo con Luis Pérez Companc, hasta la carrera de Pigué, en la que anunció su retiro por divergencias en la conducción de la categoría por parte de ACTC. Ganó tres veces, fue segundo en seis y tercero en ocho.
• En el TC disputó dos temporadas en forma incompleta (1992 y 1999). Corrió ocho pruebas, una de ellas en ruta -Santa Teresita- y las restantes en autódromos. Seis veces con Chevrolet y las otras con Ford. Su mejor actuación fue decimoséptimo en Mar de Ajó.
• En el TC-2000, participó en tres temporadas. En 1986 y "87 con Renault Fuego corrió pruebas, obteniendo como mejores resultados un tercer, un quinto y un sexto lugar. Con el Honda Civic disputó en 1999 un total de catorce pruebas dobles. Logró un tercer puesto. (RB).

Debutó sin suerte en la "Manzana" donde luego copó todo

Era viernes aquel 28 de marzo de 1980. La calle Sarmiento al 400, donde sigue ubicada la AVGR -club que entonces "capitaneaba" Jorge Della Cha y donde ya hacía sus primeras "armas" dirigenciales Goyo Martínez- aún no había recibido ciertas bondades de la modernidad. El piso era aún de tierra. Y en ocasiones previas a la "Manzana", el traqueteo mantenía en vilo al vecindario, algo acostumbrado a tener a los famosos "en el patio de la casa".
La carrera volvía a ser una realidad, después de tres años consecutivos de paréntesis forzado y lógico suspenso.
Era mediodía aquel viernes cuando irrumpió un personaje que con el tiempo se convertiría en uno de los pilotos más admirados de los aficionados al automovilismo.
Se trataba de Gabriel Raies, quien debutaba en el tradicional duelo "manzanero". Ya era estilo rally pero con etapas con cientos de kilómetros y horas de acelerar y manejar. Con sabor de los grandes premios en serio y que descargaban una emoción tras otra por caminos valletanos y cordilleranos.
Aquel año, entre los 65 anotados, estaba "Satanás". Utilizó una cupé Fiat a la que le estamparon el número 235 y en ese trámite, ya exhibiría una arista singular y polémica que la iría acentuando. "Por qué no ponen una tarima en los controles así me ven desde arriba", le diría al dirigente Miguel Calandra luego de pedir, infructuosamente, que el número se lo aplicaran en el techo "porque en los laterales, trompa y cola del auto, me tapan la publicidad".
Estrenaba auto y estaba encantando con el trazado. "La segunda etapa es preciosísima", dijo al posar por primera vez para "Río Negro", inaugurando los hoy repletos sobres con imágenes suyas.
Los 1.973 kilómetros empezaban en Roca y luego iban por Chos Malal, Loncopué, Zapala, Bariloche y regreso. "La última también se hace brava al retornar al Valle por caminos de tierra y a doscientos kilómetros por hora", acotaría.
Había quedado quinto en la etapa inicial (Garro con el "504" fue primero) con el segundo Fiat mejor clasificado (tercero estaba Rizzutto con igual auto), pero el tramo Zapala-Bariloche desarrollado con un temporal encima que descargó agua y nieve, dejó los caminos barrosos y maltrechos. Esa fue la causa que aniquiló las esperanzas de muchos. Entre ellos Raies.
Así pasó su primera aventura "manzanera". No fue del todo feliz. O, al menos, acorde con la jugosa cosecha que obtendría después, convirtiéndose hoy en el más ganador de estas competencias, con siete ascensos a lo más alto del podio: años "86, "88, "90, "91, "92, "95 y "99.
Alfredo Celani

Raúl Bernal

   
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