Javier Correa encontró el equilibrio que le faltaba

Tras el exitoso paso por el certamen de Sevilla, el palista Javier Correa se dio cuenta de que esa participación le permitió comprobar que hay nuevas alternativas para seguir mejorando su rendimiento y encontrar el equilibrio en plena carrera.

Un poco de descanso, sin descuidar el entrenamiento, y decisiones que tienen que ver con su futuro universitario, son los objetivos de Javier Correa en este nuevo regreso a la Comarca después de arrollar en Sevilla.
Más tranquilo, y con la ventaja de poder hacer un análisis más meditado, sostuvo que "es muy bueno porque fui a probar cosas distintas. Si bien estas competencias son importantes, hay que aprovechar para probar cosas para aplicarlas después en el Mundial. Está visto que las modificaciones dieron resultado, aunque igual vimos cosas donde tenemos que poner énfasis. Ahora tenemos que afianzar los cambios que nos dieron resultados".
- ¿Qué cambios concretamente?
- El más grande es no volverme loco durante la competencia, en querer -desesperadamente- hacer mi mejor marca y olvidarme del tipo que tengo al lado y tener más en cuenta la competencia con los demás. En un principio uno busca su mejor marca, la forma de llegar más rápido allá. Ahora puedo estar más frío durante la competencia.
- ¿Es algo que se modifica con entrenamiento o una cuestión psicológica?
- Tiene que ver con los años que pasás en las competencias en el alto nivel. En mi caso recién llevo tres frente a gente con objetivos más específicos porque me llevan muchos años de ventaja.
- ¿La definición que tuvo la regata de 1.000 metros en Sydney influyó en este cambio?
- Sí, muchísimo. Todavía sigo mirando ese video. Aunque me lo acuerdo de memoria lo seguimos analizando y vemos cosas que se deben mejorar. En el momento fue lo mejor que pude dar y eso es un alivio, usé la táctica que me daba resultado, evidentemente faltó algo y eso es lo que quiero mejorar.
- Volviste a competir a este nivel después de 8 meses, ¿qué cambios encontraste?
- Este año ya cambiaron muchas cosas, como las medidas de los botes. Cuando voy a competir veo en qué relación estoy con quienes competí el año pasado. Los resultados me dan la pauta que estamos en el camino correcto, además esta parte del trabajo no la hicimos con muchas presiones. Por ejemplo, tuvimos más libertades para regresar a nuestras casas.
Daniel Vila

Entre el deporte y el estudio agropecuario
Los exigentes compromisos deportivos relegaron los estudios de biología. Sin embargo, Correa no se rinde y después del campeonato mundial comenzará a cursar en el segundo cuatrimestre de la carrera de administración agropecuaria que se dicta en el centro regional de la Universidad del Comahue que está en la capital provincial.
"Se complica mucho seguir biología, es algo que me gustaría hacer, tal vez en algún otro momento. Es una carrera hermosa, pero debo dedicarle mucho tiempo y por ahora no lo tengo", comentó.
Explicó que "en Buenos Aires los tiempos no me lo permiten. Además, es difícil que te cambien las fechas de exámenes porque a veces ni siquiera estoy en el país o buscar el profesor para que te cambie la mesa y ni siquiera lo encontrás".
El cambio se justifica porque "acá puedo dar libre y en caso de no hacerlo es más fácil correr una mesa de examen no hay que hacer tanto alboroto como allá, o si no encuentro al profesor puedo ir a la casa y eso te facilita las cosas. Además tengo mi familia que puedo estar en cualquier parte del mundo y ellos me pueden mandar los apuntes".
- ¿El estudio es un a necesidad, por vocación o un cable a tierra?
- Un poco de cada uno. Es un cable a tierra, para tener la cabeza en otro lado, vocación también porque me gusta, si bien no es biología tiene cosas en común. Es una necesidad para el futuro, porque va a ser mi profesión, aunque se que podría vivir del canoaje, como entrenador o preparador físico, pero siempre es bueno tener algo más. (AV).

Foto:Javier Correa está encontrando nuevas alternativas para competir a nivel internacional.