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BUENOS AIRES (DyN).- Sin tener que esforzarse demasiado, Ríver se sacó de encima a un Racing que lo respetó excesivamente y con un contundente y exagerado 3-0 le sumó un nuevo eslabón a su larga paternidad y se afianzó en lo alto del Clausura junto a San Lorenzo.
Ríver fue superior a su rival, aunque, al igual que en la mayoría de los últimos partidos, volvió a exhibir un nivel de juego poco convincente. Eso sí: Ríver seguramente no había imaginado que Racing le iba a oponer tan escasa resistencia.
El primer tiempo fue de una pobreza que a ratos se tornó exasperante. Los dos equipos se repitieron en imprecisiones y estuvieron lejos de mostrar recursos creativos capaces de marcar el desequilibrio.
La diferencia, al cabo decisiva, fue que Ríver asumió la iniciativa, aun con sus limitaciones, y resultó el más ambicioso de los dos.
Racing adoptó una postura netamente contragolpeadora y le cedió la pelota y el terreno a un Ríver al que le costó encontrar espacios en la ofensiva. Prueba de ello, la primera llegada de los locales fue a los 19, cuando Cuevas, con todo el tiempo a su disposición, pateó de cara a Sessa libre de marcas y el arquero lo tapó en forma espectacular.
Racing respondió recién a los 26: Canobbio recogió un rebote y Costanzo le mandó el mano a mano al córner, también en gran intervención.
La intrascendencia era la dueña de la tarde cuando, a los 31, Ríver encontró la apertura en su mejor jugada de la primera parte. Ortega tocó para Cuevas, el paraguayo cedió para Astrada y el volante mandó un centro que Cardetti cabeceó abajo y contra el poste derecho.
Tres minutos más tarde, Sessa se interpuso ante un centro de Cuevas que Ortega se aprestaba a mandar al gol, en una réplica profunda de uno de los líderes.
A los 3 minutos del segundo período el cotejo comenzó a estar de más. Coudet sacó un disparo fuera del área grande que hizo escala en Zanetti y pasó por encima de Sessa y Racing jamás se recuperó de ese impacto.
A partir de entonces, Ríver manejó el juego a voluntad y casi sin despeinarse, y Racing se paseó como un equipo demasiado endeble y carente de respuestas, tanto anímicas como futbolísticas. Cardetti estuvo cerca del tercero con un tiro que se fue desviado y, sobre los 22, Ortega anotó el gol que cerró el resultado.
El jujeño, quien llegó al partido con lo justo o menos de lo justo por su lesión en el tobillo, definió con categoría por encima de Sessa.
Con el marcador más que asegurado, Gallego se dedicó a preservar jugadores y lo sacó a Cardetti, Ortega y Coudet, pensando en la revancha del jueves ante el Emelec, en la que Ríver deberá ganar por tres goles para seguir en la Libertadores, y en la visita del domingo a Belgrano.
Ríver goleó y sigue arriba, pero la sensación es que le será difícil salir campeón mostrando un juego de vuelo tan recortado.
Análisis: Lo "mejorcito" en Costanzo, Yepes, Ortega y Cuevas
BUENOS AIRES (DyN) - En la seguridad de Franco Costanzo, el coraje de Mario Yepes y Ariel Ortega y las gambetas de Nelson Cuevas estuvo lo mejor de Ríver.
De todos modos, lo de Costanzo, Yepes, Ortega y Cuevas simplemente alcanzó para los 6 puntos, ya que el triunfo fue holgado, pero sin llegar a ser lucido.
Franco Costanzo (6): Lo exigieron en una sola oportunidad y tapó muy bien la entrada de Osvaldo Canobbio. Por lo demás, exhibió seguridad siempre.
Hernán Díaz (5): Escaso trabajo defensivo. En ataque buscó siempre, pero muchas veces sumó confusión.
Celso Ayala (5): Un trabajo irregular, con algunos aciertos y un par de desatenciones en el primer tiempo.
Mario Yepes (6): Se convirtió en el mejor de la defensa, ya que exhibió firmeza y de a ratos mostró coraje para marcar el camino e ir hacia adelante.
Pedro Sarabia (5): Tuvo un comienzo algo flojo, pero con el correr de los minutos se fue acomodando y protagonizó varios cierres acertados.
Eduardo Coudet (5): Convirtió el segundo gol con la ayuda de Sergio Zanetti, pero en líneas generales, mostró un nivel desparejo y muchas veces se desordenó.
Leonardo Astrada (5): Cumplió a medias en su tarea de obstrucción y salida. Para colmo, quedó algo condicionado en los primeros minutos a raíz de una amonestación.
Víctor Zapata (5): Compensó con su incansable esfuerzo algunas fallas a la hora de manejar el balón.
Ariel Ortega (6): En líneas generales su actuación fue irregular. Se lleva un plus por su gran definición en el tercer gol y porque buscó siempre pese a haber jugado muy disminuido físicamente por su lesión en un tobillo. Sin dudas que Gallego debió recurrir a él porque no habrá tenido confianza en algún eventual reemplazo.
Nelson Cuevas (6): Tuvo la difícil misión de reemplazar a Javier Saviola y cumplió, especialmente en el segundo tiempo, en el que encontró espacios para utilizar su gambeta punzante.
Martín Cardetti (5): Quizá haya que valorizar su desempeño por el oportunismo en un momento decisivo. Anotó el primer gol, pero le faltó continuidad en el juego.
Fernando Cavenaghi, Marcelo Escudero y Guillermo Pereyra estuvieron poco tiempo en juego.
Análisis:En el perdedor, la mayoría apenas calificó para regular
BUENOS AIRES (DyN) - La actuación de los jugadores de Racing no superó la medianía de los cinco puntos.
Gastón Sessa (5): En el primer tiempo le tapó una pelota increíble a Cuevas y, en general, mostró seguridad. Pero, en los goles de Coudet y Ortega, opuso escasa resistencia.
Andrés Bressán (4): Una tarea intrascendente, con problemas en la marca y sin proyectarse en ataque a lo largo de todo el desarrollo.
Pablo Contreras (5): El chileno fue, con poco, el más rescatable de la defensa.
Claudio Ubeda (4): Una tarea muy floja. Rifó muchas veces la pelota y, además, no exhibió consistencia al defender.
Sergio Zanetti (4): Sufrió muchos problemas para contener Cuevas y Ortega. En el segundo gol, el remate de Coudet y viajó al gol por encima del cuerpo de Sessa.
José Chatruc (4): Desconocido, lejos del volante dinámico y criterioso de fechas anteriores.
Adrián Bastía (5): Una labor incansable a la hora de correr, pero improductiva en el balance general.
Gustavo Arce (3): Pasó prácticamente inadvertido.
Diego Loscri (5): Cometió imprecisiones a la hora de trasladar el balón, pero también tuvo algunos aciertos y la pidió siempre.
Diego Milito (5): Arrancó siendo el jugador más profundo y claro de su equipo, pero a medida que Racing se fue cayendo, su trabajo recorrió el mismo camino que el resto de sus compañeros.
Osvaldo Canobbio (3): Una tarde para el olvido. En la primera etapa remató dos veces desde fuera del área: una se fue muy desviada, y la restante pateó al piso y la pelota salió cerca del banderín del córner. La única vez que quedó mano a mano con Costanzo, el arquero le ganó.
Maximiliano Estévez (5): Entró cuando el partido estaba 2-0 abajo y poco pudo aportar para que su equipo remontara un resultado y un desarrollo muy adverso.
Voces: Gallego pide una "mano" de Boca
BUENOS AIRES (DyN) - Américo Gallego hizo anoche un tácito pedido a Boca para que se esfuerce en el partido clásico ante San Lorenzo de la antepenúltima fecha y recordó que Ríver lo hizo, en aquel 2-2 en La Plata ante el entonces empinado Gimnasia que peleaba el título con los "xeneizes".
"Los de Boca son profesionales y tienen que ganar siempre. Boca recuerdo que iba primero y Ríver empató en La Plata. Los profesionales siempre juegan a muerte", sentenció Gallego ante una pregunta sobre si creía que Boca iría al frente ante San Lorenzo, considerando el encono de la rivalidad.
Gallego dijo que de aquí al final del torneo, que dirimirá mano a mano con San Lorenzo, "el rival más difícil" es su propio Ríver y vaticinó una definición en la última fecha.
Agregó que las posibilidades de Ríver se agrandarán en la media en que "el equipo esté concentrado, compenetrado, como lo estuvo con Racing".
Luego calificó el triunfo 3-0 como "doble, ya que sabíamos que San Lorenzo había ganado 5-0 y hay que entrar sabiendo que con un empate quedás dos puntos abajo. Además, porque ganamos un clásico".
"Pero este triunfo no se puede disfrutar porque el jueves tenemos otra especie de final de Copa Libertadores contra Emelec de Ecuador. Igual lo valoro mucho sobre todo por el trabajo físico, después de muchas horas de viaje de ese partido en Guayaquil", añadió.
Gallego tuvo palabras muy elogiosas hacia Ariel Ortega, quien jugó lesionado de un esguince agudo de tobillo y estuvo en duda hasta último momento.
"No me defraudó como amigo. El sábado, trabajando con el profesor Jorge Bombicino me juró que iba a estar por el equipo y por sus compañeros. Y la frutilla del postre fue ese golazo que hizo", prosiguió.
Enseguida bromeó cuando se le expresó que Ríver había impuesto fácilmente condiciones aun cuando no pudo contar con el endiablado Javier Saviola, suspendido por acumulación de amonestaciones.
"Ahora Saviola es el que tendrá que estar preocupado porque Cuevas jugó bien", indicó. |
