El surrealismo como una terapia
Norma Contreras es una pintora surrealista. Expone sus obras en el paseo de compras de J. J. Lastra 2.400."Trabajo con los sentimientos y en base a eso pinto", explicó a este diario.
Contreras trabaja con técnicas mixtas, ya tiene varias exposiciones individuales y colectivas en su haber de temáticas variadas.
Conociendo el carácter onírico que tiene este estilo asume que "va de la mano lo irreal con lo real y así se trabaja, bajo esa modalidad".
"Yo trabajo con los sentimientos y en base a eso pinto", aclara. Fanática del estilo que cultiva Campanella, en su muestra cuenta con cuatro reproducciones del surrealista. "Me encanta su estilo -cuenta la pintora- porque llega mucho a lo que yo siento y se transmite según las emociones la fuerza que muestran sus pinturas".
Es que la pintura tiene para Contreras un efecto terapéutico y catártico.
"Con Campanella puedo manejar mi parte espiritual y se acerca más al surrealismo, porque como es figurativo y lo puedo juntar con los sueños, entonces es una buena unión", explica.
Esta mujer que se formó cursando el profesorado de plástica en un instituto privado en Neuquén y después con otros profesores con los que trabajó la figura humana siente que la pintura es una necesidad constante.
Con el mismo énfasis, confiesa que le cuesta desprenderse de sus obras. Ocurre que la artista siente "que los cuadros son como hijos de los que uno no se quiere despegar".
Desde esa lógica, aclara que "no he vendido obra, porque yo hago las pinturas y después las quiero tanto que las tengo escondidas, las pinto pero están en mi casa".
Si de disparadores variados se trata, explica que "los temas que me inspiran son variados, y uno de ellos son, por ejemplo, mis nietos, en este momento estoy enloquecida con ellos".
La materia prima temática que le da consistencia a sus pinturas es para Contreras algo que está latente "dentro de cada uno: porque todos tenemos en el inconsciente, pero estamos tan apurados que no podemos expresarlo de alguna forma y creo que la mejor manera de hacerlo es a través del surrealismo".
Con una calma contagiosa, de caracter casi oriental, la artista asegura que "a mi me da paz pintar, es como una terapia, pero más que una terapia es una necesidad y de chica siempre me gustó, cuando era chica me gustaba pintar sola y después empecé talleres que nunca abandoné".
De mente abierta, comenta que puede aprender "de alguien que pinta peor y mejor que yo, porque siempre va a tener algo nuevo para mostrarme y por eso voy a todas las muestras que hay y así no me lleguen a mis sentimientos, siempre estoy aprendiendo".
® Copyright Río Negro Online - All rights reserved
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación
