Pinky regresó a la tevé con conversaciones intimistas
Desnudar a un personaje en un clima distendido e intimista es la propuesta de Pinky en su regreso a la tevé con "La conversación", ciclo que la tiene como conductora y con el que volvió a los estudios de Canal 7 a 45 años de su debut.
"Tenía muchas ganas de volver a la tevé, no fue fácil, pero finalmente conseguí llegar a esta co-producción con Canal 7 para conducir un programa que hice durante muchos años en radio (bajo el título de "El interior de mi gente") y que siempre tuve ganas de llevar a la pantalla chica", comentó Pinky.
Los motivos que marcaron el retorno de esta multifacética e imponente mujer a la televisión, después de más de dos años de ausencia, están ligados a su carácter, porque según confesó la misma Pinky, "no puedo estar inactiva ya que vivo de lo que gano y si bien tengo reservas ...".
Acerca de su flamante ciclo "La conversación", que saldrá al aire todos los martes a las 23, la conductora destacó que es una iniciativa que la hace muy feliz, ya que en ese espacio "puedo hacer entrevistas que me interesan, con el tono intimista que a mí me gusta".
"Arrancamos con un personaje popular como es Osvaldo Laport para que la gente se acostumbre a ver el programa -continuó-, pero la idea es ir incorporando a gente del ámbito de la cultura, la ciencia y la política, y no sólo del espectáculo y del deporte".
El clima del ciclo se desarrolla sobre un espacio azulado y tenuemente iluminado por estrellas de neón, donde dos sillones -también azules- y una mesita con un par de copas dan austero marco a la charla.
"La verdad es que yo pensaba empezar el programa como si fuera el número 100, pero tengo que agradecer las flores que me mandaron para el debut", deslizó la animadora antes de enumerar los ramos recibidos y agradecer, entre otros, a las autoridades del canal y a Rodolfo Terragno.
El tono amable y cómplice, permitió que Laport repasara aspectos desconocidos de su infancia y de su vida antes del éxito, tras iniciar su participación con el piropo "realmente me llenó el alma saber que me invitaban".
Pinky apareció en la vida pública como un nuevo símbolo de la tevé argentina, en tiempos en que la informática no existía ni los medios de comunicación lograban imponer una estrella con tanta facilidad.
Sus primeros pasos en la pantalla chica los dio como modelo publicitaria haciendo anuncios de trajes de baño. En ese entonces era una bella joven que estudiaba Ciencias Económicas, carrera que más tarde anbandonó "por falta de tiempo".
Pero el envión fundamental en su profesión lo dio cuando formó parte del elenco de la película "La caída", que dirigió Leopoldo Torre Nilson.
En televisión, el rubro en que mejor maneja, trabajó como locutora y periodista en ciclos como "Con sabor a Pinky" (en Canal 11), "Pinky y la noticia" (en Canal 13), "24 horas en Malvinas", "TelePinky" y "Pinky y Fontana en persona", entre otros.
Como actriz, Pinky llegó a participar de los envíos "Don Camilo en Rusia" y "Miss Broadway", y hasta incursionó en el teatro integrando el elenco de la pieza "Asesinato entre enemigos" y, más tarde, bajo la dirección de Alejandra Boero, se desempeñó en "Prisioneros en la ciudad". Sus maestros en el arte dramático fueron Lito Cruz, Carlos Gandolfo y Augusto Fernández.
Durante la entrevista, Lidia Satragno hizo hincapié en la relevancia que tiene el hecho de volver a trabajar en Canal 7 a 45 años de su debut televisivo en la emisora.
"Me emociona mucho porque Canal 7 es mi casa y porque me da mucho placer el cambio que ha experimentado. De aquella cosa atroz que era durante la década pasada, se ha transformado en un canal digno", dijo entusiasmada.
A la pregunta de cómo ve la televisión actual, Pinky respondió: "Veo muy poca tele, al mediodía veo los noticieros y a la tarde veo un rato los programas de chimentos. Pero antes que ver esos "reality shows", prefiero leer un libro".
"No me interesa ver gente tirada en la cama o en sillones, haciendo cosas que nunca mejoran el silencio", remató la periodista.
Pinky descartó que su trabajo en la tevé marque un abandono de la política partidaria (es una reconocida militante radical y fue candidata a intendente de La Matanza por la Alianza en 1999), pero sí un alejamiento de la actividad pública, donde se desempeñó como secretaria de Promoción Social del gobierno porteño.
"Estoy siempre pensando en la función política como una actividad que debe estar al servicio del pueblo", sostuvo y enseguida agregó: "Que en este momento yo esté inactiva no quiere decir que la abandone".
Sin embargo, la conductora aclaró que se mantendrá fuera de la función pública "porque no se puede replicar y estar en la profesión".
Haciendo una suerte de balance sobre su paso por la política, Pinky rescató los "muchísmos votos que obtuve en la elección para el cargo de intendente en el partido bonaerense de La Matanza. Fue la primera vez que un radical sacó en esa localidad el 40 por ciento de los votos".
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