Di Blasio en los tiempos de Tarkus
Hoy es aplaudido en Estados Unidos. Hace 30 años integró el único grupo regional en un memorable ciclo.
La llegada de Di Blasio a Neuquén y la expectativa que despertó la actuación del pianista nacido en Cutral Co y afincado en Zapala fue el disparador de recuerdos hacia sus comienzos, cuando participó de un ciclo con primeras figuras nacionales, a comienzos de los años "70, en Cipolletti.El furor del café-concert tuvo su reflejo en el Valle y el escenario fue el café Tarkus, de Néstor y Raúl García.
Entre los actores y músicos de "cartel" en el país que participaron del ciclo, recordamos a "Tincho" Zabala interpretando fragmentos de "La venganza de Don Mendo" que acababa de protagonizar en el Liceo, dirigido por Norma Alejando, o la gracia arrabalera de "Prohibido pisar el tango" con extrañamientos pirandelianos capitaneado por Rubén Santagada y elenco, o la famosa troupe uruguaya de "Hupumorpo": Berugo Carámbula, Ricardo Espalter, Andrés Redondo, Luz Kerz y su humor sutil intransferible.
O el ácido humor de Tato Bores en el monólogo de las palomas de Plaza de Mayo.
Osvaldo Pacheco agregó su cuota de gracia imperdible con su caracterización de Tita Merello a la vista del público y la archiconocida "Se dice de mí".
María Concepción César, la ingenua de "El crimen de Oribe" (Bioy Casares-Torre Nilson) irrumpió en su nueva versión de cantante y actriz.
Enseguida, la curiosidad por ver y escuchar a Gladys Le Bas -"La Diva Verde"- cantante y actriz que acababa de ser detenida en Buenos Aires porque su show terminaba con unos compases del Himno Nacional (¡oh profanación!). Años después Charly García presentó su versión y, como es lógico, en libertad no pasó nada.
María Rosa Gallo pasó de "Las Troyanas" al grito desgarrado de una madre italiana en la Segunda Guerra mundial.
Arco Iris fue la nota musical de vanguardia y Amelita Baltar en el contexto de Piazzolla-Ferrer irrumpió con "Balada para un loco" y "Los Pájaros Perdidos", acompañada por el hoy reconocido Rodolfo Mederos.
Inda Ledesma nos paseó por González Tuñón, Brecht y una deliciosa parodia de "Tú me quieres blanca" en su unipersonal "Andar por los aires".
Pero el cenit del café-concert lo aportó Cipe Lincovsky con "Yo quiero decir algo" con variaciones del viejo varieté, la Negra Bozán y la apelación a Bertold Brecht con la conmovedora abjuración de Galileo. Sobre el texto de Ricardo Talesnik, Henny Trayles deslumbró con su ocurrente "cómo ser una "Idishe Mame""
En el ciclo, en su primera etapa, asomaba un joven y su piano. Hacía sus primeras armas, sin estridencias.
Guardamos lo que fue, seguramente, la primera nota que se le hizo en este diario, casi treinta años antes de que su nombre adquiriera dimensión continental. Fue la única participación joven del ciclo. Y era la única intervención regional. Con su acompañamiento cantaba Luis Gingins. Dijo llamarse Raúl Di Blasio.
José Manuel García
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