La gente se queja por el polvo que generan las moliendas

Dicen que las empresas de tiza no cumplen con las normas.

INGENIERO JACOBACCI (AJ).- El polvillo del desecho que generan las moliendas de diatomita se ha convertido en un gran problema para los vecinos de esta ciudad y al que aún no le encuentran solución. A pesar de las contrastes quejas no logran que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y hagan cumplir a las empresas con lo que establece la Ley de Impacto Ambiental.
A pesar de que en el hospital local afirman que frecuentemente se atienden personas con problemas respiratorios "no pueden asegurar" que sea a causa de la contaminación del aire. Sin embargo los vecinos insisten en que es perjudicial para la salud.
Tres de las cinco moliendas de diatomita se encuentran ubicada a escasos 100 metros de uno de los barrios más grandes de Jacobacci.
Esta industria es la que mayor crecimiento registró en los últimos años. Sin embargo, la mayoría de los productores no cumple con las reglas establecidas para frenar el impacto ambiental que genera el polvillo que contamina el aire.
Si bien este es un problema que data de años, el crecimiento de la planta urbana de Jacobacci hacia el sector donde se ubica el parque industrial lo agrava cada día más.
Al otro lado de la calle donde se encuentra una de las moliendas comienza el barrio IPPV y a solo 300 metros funciona el Jardín de Infantes Independiente 37.
Según sostienen los vecinos los días de viento no se puede respirar. "Es imposible poder respirar normalmente. El aire está impregnado de polvillo y eso nos afecta mucho. Tenemos que convivir con este problema al que nadie le da una solución" sostuvo Oscar López, cuya vivienda está a 100 metros de una de las moliendas. Tanto López como el resto de los vecinos han presentado innumerables quejas al gobierno.
Esto llevó a que en julio de 1998 la Dirección de Minería intime a los productores para que realicen un estudio de impacto ambiental y trabajen en el recupero del polvillo ya que así lo establece la Ley 24.585 de Impacto Ambiental.
Además, el organismo provincial, el municipio y los productores acordaron que el material que se transportara desde los yacimientos hasta las moliendas debía hacerse por un camino del conurbano y no por el centro de Jacobacci, y cubierto con una lona.
Además el polvillo de desecho debía embolsarse y transportarse hasta los yacimientos de donde se extrae la materia prima. Aquel acuerdo sólo duró un par de meses.
Solo una de las las moliendas se ajustó al pedido de la Dirección de Minería y se trasladó del parque industrial al yacimiento de diatomita, distante a 12 kilómetros al Oeste de Jacobacci. Otra decidió trabajar en horario nocturno para que el polvillo no se vea con la luz del día, según añadieron los vecinos del barrio IPPV.
Ante las constantes quejas de los vecinos, la intendente municipal, Gabriela Buyayisqui, solicitó la intervención de las Subdirección de Política Ambiental para realice una inspección y haga cumplir lo acordado con los productores en 1998.
"Les hemos pedido que intervengan porque este es un tema al que le tenemos que encontrar una pronta solución" sostuvo.
A pesar de que el organismo prometió enviar a un equipo técnico el pasado lunes, hasta ayer no había llegado a esta ciudad.
La Subdirectora de Política Ambiental, Nélida Gazzia, señaló a Río Negro que "ya tendrían que estar en Jacobacci porque viajaron hace algunos días".
La funcionaria aclaró que antes debían que pasar por Bariloche, motivo que habría provocado el retraso.

El polvillo ¿es perjudicial?

A pesar de los acuerdos con la Dirección de Minería, el polvillo del desecho que generan las moliendas es depositado en las cercanías de las mismas y a cielo abierto.
Durante los días ventosos, el aire se impregna de ese polvillo y se forman grandes nubes que tiñen el cielo de blanco tiza.
Si bien no está comprobado que pueda ocasionar problemas respiratorios en las personas y animales, los vecinos consideran que es perjudicial para la salud. "Yo tengo un hijo que va a la escuela primaria y tiene que sentarse en los bancos que se ubican en el fondo del aula porque la tiza con la que escribe la maestra en el pizarrón le produce catarro. Por eso insisto que este polvillo es perjudicial para la salud" sostuvo Oscar López.
Desde el hospital local -único centro de salud- se informó que no "puede asegurar" que los problemas respiratorios que se atienden allí sean producto del polvillo que generan las moliendas. Si bien su directora, Beatriz Namor, aseguró que son frecuentes las atenciones a personas con problemas bronquiales, de asma y alergia, añadió que "eso no está comprobado". "Hay muchas causas que pueden derivar en estos problemas respiratorios. Nosotros no tenemos ningún estudio que compruebe que el polvillo sea la causa principal de esta enfermedades".
Sin embargo, el tema desvela a los vecinos que, a pesar de las constantes quejas y pedidos, no encuentran respuestas en los organismos competentes. (AJ)

Pujante actividad

Si bien la explotación de diatomita data prácticamente desde los años en que se fundó Jacobacci, en la década pasada experimentó su mayor crecimiento. Actualmente es la que más puestos de trabajo demanda y su vez la que mayores ingresos representa para la ciudad.
El auge que alcanzaron en los últimos años estos "minerales ecológicos", hizo que aumentara considerablemente la producción. Hoy entre las cinco moliendas producen alrededor de 950 toneladas mensuales de diatomita y la actividad demanda más sesenta puestos de trabajo fijo, que llegan a triplicarse, sobre todo en verano, con las personas que deben contratarse, ya que esa la época de mayor producción. Representa para Jacobacci un ingreso mensual de entre 200.000 y 250.000 pesos mensuales.
Históricamente, esta ciudad y su zona de influencia proveyó el 90% de la diatomita que se utiliza en Argentina. Hoy ese porcentaje bajó dado que algunas moliendas exportan gran parte de la producción. Al principio el caolín y la diatomea que se extraía en los yacimientos era enviada en bruto a distintos puntos del país. Con el paso de los años y ante las exigencias del mercado, el material debió ser procesado para venderse como producto elaborado.
Las industrias lo trituran, lo clasifican y los venden como absorbentes domésticos (pequeños trozos que sirven para los sanitarios de perros y gatos) e industriales, tierra decolorante para refinar aceites orgánicos que no tienen uso alimenticio y cargas pesadas y livianas que se usan como agregado en la industria del caucho y del plástico. (AJ)

Fotos: Hoy entre las cinco moliendas producen alrededor de 950 toneladas mensuales de diatomita y la actividad demanda más de sesenta puestos de trabajo fijo.