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Lunes 30 de abril de 2001 | |
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La escuela especial tiene casa nueva en Sierra Grande |
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El establecimiento antiguo tenía graves falencias.Incluso la justicia lo clausuró debido a las precarias condiciones.Recién ahora los chicos podrán comenzar con el ciclo lectivo. |
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| SIERRA GRANDE (Especial)- Caras de felicidad y alivio se observaron en esta ciudad con el traslado de la escuela especial. Pasaron casi 20 años para que los alumnos de ese establecimiento tuvieran un edificio al menos más confortable para mejorar su calidad de vida. Pero pese al momento de felicidad, los padres dejaron en claro que no abandonarán la lucha para que el gobierno provincial cum-pla la promesa de la construcción de un nuevo edificio. Sin levantar copas para brin-dar, pero con rostros iluminados por la alegría, los alumnos, padres, docentes y vecinos que quisieron acompañarlos participaron de una marcha para des- pedir las viejas estructuras de la escuela especial y recibir las renovadas instalaciones que ocu- pan desde ahora. La concentración se realizó frente al viejo edificio y desde allí unas cien personas marcharon por las calles de la ciudad, llevando como estandarte una bandera argentina y el escudo de la escuela, hasta llegar al nuevo inmueble. Se trata de un edificio que el ministerio de Educación de la provincia alquiló para el funcionamiento de la escuela, ya que las instalaciones que ocupaba fueron consideradas inhabitables y hasta llegaron a ser clausuradas por el juez Jorge Bustamante, por no estar en condiciones para funcionar. El conflicto se remonta al 12 de marzo, el día en que comenzaron las clases, cuando los padres se opusieron a enviar a sus hijos a clases porque el establecimiento presentaba los mismos problemas que mostraba el año anterior, como la falta de baños, goteras, huecos en paredes y el constante deterioro de la planta del inmueble que está construido con precarios paneles. Desde ese día los alumnos de la escuela especial no han tenido clases. Comienzo complicado La escuela estuvo tomada por los padres, el tema llegó a la justicia y el establecimiento fue clausurado. Luego llegó la decisión del Ministerio de Educación de la provincia, desde donde se optó por el traslado de la escuela a un edificio en el que funcionó hace más de una década una clínica privada. Por el tiempo que permaneció abandonado ese edificio, operarios de la empresa Hiparsa y del municipio estuvieron trabajando para dejarlo en condiciones de volver a ser usado. La directora, Marisa Aguirrezabala, reconoció la labor de los empleados municipales y de los de la empresa Hiparsa, por las refacciones que realizaron, que incluyeron algunas modificaciones para adaptar la estructura a los chicos discapacitados. Además, Hiparsa llegó con algunos regalos para los chicos, incluyendo una nueva bandera para el establecimiento. Cuando finalmente se abrie-ron las puertas del nuevo edificio, los padres y los alumnos lo recorrieron con inocultable emoción. Los padres, a pesar de la alegría demostrada, anticiparon que no dejarán la lucha y que continuarán reclamando al gobierno de la provincia que se cumpla con la promesa de la construcción de un edificio nuevo para el funcionamiento de esta escuela, que por 20 años vienen reclamando que se mejoren las condiciones de vida de los chicos con capacidades especiales. El nuevo edifico cuenta con seis aulas, dos salas de estimulación temprana, un comedor, una sala de computación, tres aulas destinadas a talleres, taller de cocina, dirección, sala para maestras integradoras. Paradójicamente, este edificio tiene trece baños, mientras que el inmueble que dejaron tenía sólo uno. |
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