Domingo 29 de abril de 2001

 

Cómo subsistir es el dilema de hoteles tradicionales

 

En Bariloche deben adaptarse.Los bungalows son la competencia.

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La sucesión de conflictos laborales en varios establecimientos hoteleros de esta ciudad actualizó en las últimas semanas el debate sobre las políticas necesarias para adaptar la oferta del sector a los nuevos requerimientos del mercado.
Desde el sindicato gastronómico (donde es creciente la preocupación por la pérdida de puestos de trabajo) el reclamo apunta a lograr regulaciones que impidan la "competencia salvaje" de los establecimientos dedicados al turismo estudiantil.
También consideraron vital la construcción del Centro de Congresos y Convenciones, que podría captar una porción mayor de esa demanda y crear unos 800 nuevos empleos.
La postura del secretario municipal de Turismo, Omar Contreras, apunta en cambio a promover la "reconversión" de la hotelería tradicional para adaptarla a las nuevas preferencias del turismo familiar.
El reciente cierre del hotel Bella Vista puso en pie de guerra a sus 36 trabajadores y desnudó los alcances de la crisis. El diputado nacional y dirigente gastronómico Ovidio Zúñiga intervino para aconsejarles que se consideren despedidos "y así gestionar el cobro del subsidio de desempleo" mientras continúan con la toma.
También los instó a realizar protestas públicas "pero sólo con banderas y bombos, no con neumáticos encendidos, porque el fundamentalismo no sirve".
Según Zúñiga, otros hoteles con crisis declarada o en puerta son el Ayelén, el Nahuel Huapi, el Apartur, El Candil y la Hostería el Cerro, a los que se suma el conflicto de la empresa El Rápido Argentino, que tiene en jaque a sus 300 trabajadores.
El diputado dijo que "el abanico de posibilidades que tiene Bariloche son inigualables" a pesar de la recesión económica y reclamó "políticas de Estado" para atraer un mayor número de turistas.
"La ciudad está necesitando regular la actividad y esto depende del coraje político de los concejales -argumentó-. Hace falta imponer nuevas reglas a los hoteles estudiantiles que cuando no tienen grupos salen a ofrecer habitaciones a 10 pesos por día y eso es competencia desleal". A su juicio "no tiene que haber prohibiciones pero sí exigencias y una presión impositiva distinta para orientar la oferta".
El presidente de la Asociación Hotelero Gastronómica, Sandro Gressani, dijo que las dificultades en el sector son generalizadas y llamó la atención sobre el crecimiento desmesurado de la oferta de bungalows y pequeñas hosterías.
Pero se mostró confiado en las políticas aplicadas por las áreas de Turismo en la Nación y la provincia de Río Negro. "Tenemos el mejor de los acercamientos y una gran consideración hacia nuestro destino", aseguró.
Contreras, en cambio, consideró que la demanda turística (incluso en el segmento estudiantil) se estancó y no acompañó la multiplicación de la oferta.
Observó no obstante que "el hotel Llao Llao después de varios años pasó el punto de equilibrio y comenzó a lograr utilidades".

Reconvertir la oferta

A la hora de abordar las razones de la crisis hotelera, Contreras prefirió centrar su diagnóstico en un "cambio de la estructura de la demanda", que se está volcando a establecimientos más versátiles, donde las familias encuentran una mayor intimidad.
Para esto resultan ideales los bungalows o los hoteles con buena cantidad de suites, que pueden convertirse rápidamente en dos habitaciones dobles o triples.
Algunos pocos hoteles clásicos de la ciudad han hecho obras para adaptarse.

   
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