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La situación en los periféricos de Cipolletti es muy delicada. Tanto, que si de Viedma no llegan partidas podrían cerrarse temporariamente en las próximas horas.
Si bien se han hecho algunas refacciones edilicias en varios de los centros, se han producido también circunstancias muy inquietantes, como cortes de gas en algunos centros -en Puente 83, por ejemplo- y se están terminando los tubos de envasado en otros, con el peligro de que no se pueda reponer porque no hay dinero.
Un chequeo en el hospital y en el sindicato UPCN, por medio de su secretario general Oscar Contreras, permitió conocer que la falta de medicamentos es generalizada. Se carece de "casi todo", dijo Contreras, sin ninguna garantía, por la falta de divisas, de que haya reposiciones en el plazo inmediato.
El problema mayor se da en el centro periférico del barrio Don Bosco. "Está obsoleto y es infrahumano trabajar allí, superado el personal por la gran demanda. Se necesita una refacción a nuevo", enfatizó Contreras.
A los médicos que atienden los 14 periféricos se les deben cinco meses de sueldo. Hace poco estuvieron unos días sin trabajar y retomaron sus funciones con una promesa de cancelación de los haberes, lo que aún no se cumplió.
Todo nace por la problemática que soporta el hospital, de quien dependen los centros periféricos.
Tampoco hay fondos en el edificio central de avenida Fernández Oro, no se cumplieron las promesas efectuadas desde Salud Pública al director Rubén Mombrú, las deudas se acumulan y por lo menos habrá que esperar 15 días para que pueda llegar alguna partida.
"El personal que todos los días pone su vocación al servicio de la gente está muy preocupado", manifestó Contreras.
En el hospital tampoco hay stock de medicamentos ni de alimentos -lo que se encadena con las mismas faltantes en los periféricos-, el lavadero funciona con un solo termotanque de 120 litros para cientos de kilos de ropa, está roto el equipo de rayos (se trabaja con un portátil), tampoco funciona la central de esterilización, y no se les pagó a los proveedores, lo que hace peligrar la marcha del nosocomio y en consecuencia de los periféricos.
Uno de los responsables dijo ayer que si esto sigue así los periféricos podrían llegar a cerrarse. (AC)
En Viedma y Bariloche a merced de la buena voluntad
VIEDMA y BARILOCHE (AV y AB)- Los centros periféricos de los barrios Lavalle y Mi Bandera de la capital rionegrina, con una población de 5.000 personas, y del barrio Sargento Cabral con 6.000 habitantes a su alrededor, son los que están sufriendo el mayor impacto en las necesidades de la población.
El primero tiene carencia de agentes sanitarios y enfermeros, y la falta de planificación no permite tener una stock fluido de medicamentos para todo un mes.
En el Sargento Cabral se ha observado que hay un sólo agente sanitario para atender esa cantidad de gente y promover el control de embarazos y embarazados en riesgo.
Los trabajadores del área vienen percibiendo que los servicios de salud no han crecido en la medida que avanzan los planes habitacionales y la ciudad va creciendo.
Además, siguen insistiendo en la necesidad de conseguir la buena experiencia que se está logrando en Bariloche de que sean nombrados jefes de centros sanitarios, ya que en Viedma cada sector -médicos, enfermeros o auxiliares- dependen de cada jefe del hospital. "Esto -se indicó- complica la organización porque cuando se quiere planificar algo, vienen órdenes cruzadas".
En tanto, las prestaciones de salud en los centros periféricos de Bariloche dependen de la buena voluntad de los trabajadores del sector, que ya no alcanza para subsanar la fragilidad del sistema. Las carencias en personal, espacio e insumos se acentúan con el crecimiento de una demanda para la que no hay previsiones de atención.
En Bariloche hay once centros periféricos que atienden de lunes a viernes un sinnúmero de consultas médicas de todo orden con magros recursos.
La mayor falencia es el recurso humano y la escasa provisión de medicamentos y son varios los centros "desbordados" que comparten los profesionales con otras salas de atención.
Las "salitas médicas" realizan el control y seguimiento del 70 por ciento de las embarazadas que pasan por la salud pública -en proporción más de la mitad de la población- y atienden a más del 60 por ciento de los niños que concurren a las escuelas estatales.
Dependen de los hospitales
VIEDMA (AV).- El subsecretario de Salud, Ricardo Saad, y la funcionaria del Programa Materno Infantil (Promin) Norma Cabrera, indicaron que cada centro periférico tiene su dependencia del hospital de cabecera y en consecuencia la primera responsabilidad parte de esa instancia. No obstante, señalaron que la prioridad es desconcentrar los hospitales y sólo se promoverá la consulta hospitalaria cuando se trate de una consulta a un especialista y se requiera mayor complejidad por parte de los pacientes.
En el caso de Roca, señalaron que los centros de salud de Paso Córdova, barrios Mosconi y Chacra Monte "se hicieron a nuevo".
En cuanto a Cipolletti se indicó que se está trabajando para mejorar la atención en los centros de salud y existen algunas dificultades con los recursos humanos, mientras que en Bariloche hay una buena atención en el primer nivel. Sobre esta ciudad, se señaló que de cinco centros de salud planificados se concluyeron dos, y un tercero sería construido durante este año, previo llamado a licitación pública.
Reconocieron que esto "no quiere decir que no haya problemas puntuales o de redistribución en recursos humanos" ya que eso es resorte de los hospitales y la secretaría de Salud apoya lo que solicitan estos nosocomios. |