Un chico de 12 años salvó su vida por milagro el día de la crecida

Pescaba en un islote a metros de la orilla cuando el río subió.

NEUQUEN (AN).- Moisés sintió el golpe del agua y se dio cuenta de que algo estaba pasando. De inmediato dio la voz de alarma, pero ya era tarde. La intempestiva crecida del río Neuquén del sábado 7 de abril, en pocos minutos, había aislado por completo a Simón, de sólo 12 años, que desesperado buscaba cruzar la enorme pared de agua para regresar a la orilla.
Aún desconcertado por lo ocurrido, Moisés Lemos relató a "Río Negro" el drama que vivió cuando la crecida puso en peligro su vida, la de su vecino Agustín Sambueza y la de Simón, el hijo de un amigo que pasaba el fin de semana en la chacra que, desde hace tres años, tiene a su cargo.
Esa tarde la apertura de una compuerta del dique compensador El Chañar de la hidroeléctrica Cerros Colorados duplicó en pocos minutos el caudal del río y amenazó a los ribereños de la zona de Vista Alegre. La crecida llegó sin aviso y por poco no se convirtió en una tragedia.
El grave episodio ocurrido el sábado 7 de abril determinó que la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas decida aplicar una sanción de 387.000 pesos Cerros Colorados, responsable de la operación de la presa. Inclusive, el representante neuquino ante la AIC, Elías Sapag, promueve la rescisión del convenio de explotación de la central.
Los planes de Moisés y el pequeño Simón, en principio, eran buscar leña, pero la seducción de una tarde apacible dio rienda suelta a una pasión que los une: la pesca. "Estaba tan lindo que decidimos antes de irnos tirar unos tiros", dijo Lemos.
Sin embargo, a las 17 -tres horas después de que los operarios de la hidroeléctrica alertaran sobre el inconveniente y cerraran la compuerta- el agua golpeó sin aviso a los improvisados pescadores.
"Estaba en el río y de pronto sentí como que una ola me golpeaba -recordó Lemos-. Me di cuenta que se venía una crecida, pero jamás imaginé que el agua subiría tanto en minutos".
El problema en el dique compensador El Chañar aumentó de 270 a 520 metros cúbicos por segundo el caudal del río Neuquén. La imprevista erogación obligó a los operarios del dique Ballester, ubicado a unos 18 kilómetros aguas abajo, a levantar abruptamente las siete compuertas que tenían en funcionamiento para evitar un colapso en el embalse y en el canal principal de riego.
A unos tres mil metros de allí, Simón pescaba en un islote a pocos metros de la orilla al que había accedido cuando el nivel del agua no superaba los tobillos. Sin embargo, la rapidez con la que aumentó el caudal lo sorprendió y no le dio tiempo para cruzar el río y ponerse a salvo. En pocos minutos el agua lo dejó completamente aislado y lejos del alcance de Lemos que desesperado buscaba la forma de rescatarlo de entre las aguas.
La situación obligó a Lemos a lanzarse al agua en búsqueda del niño que al verse sitiado por el agua tomó la misma determinación. Pero la intensidad con la que bajaba el caudal los arrastró ante la mirada atónita de Sambueza que desde la orilla presenciaba el dramático espectáculo.
"En la desesperación Simón me agarraba de la cabeza en su afán por no soltarse, pero yo no podía nadar", recordó Lemos. "Por suerte pudimos alcanzar un islote donde ampararnos y no fuimos a parar a la laguna que tiene más de cinco metros de profundidad, mientras Sambueza iba en busca de su canoa para que nos rescatara".
Pero la ayuda llegó veinte minutos después. "Cuando regresé al lugar el agua le llegaba al pecho al muchacho -relató Sambueza-. Tenía pocos minutos porque el agua no detenía su avance y a las 17.30 ya superaba el terraplén".
Luego de poner a salvo al niño, Sambueza regresó por su vecino. Los pocos minutos que le tomó rescatar al muchacho fueron suficientes para que el aumento del nivel del agua obligara a Lemos a permanecer sobre la rama de un sauce mientras lo rescataban. "No tuvimos tiempo para hacer nada más que buscar algún refugio entre los islotes que aún no desaparecían bajo las aguas", relató aun asombrado Lemos, quien sostuvo que "el agua superó el nivel del invierno pasado cuando erogaron 600" metros cúbicos por segundo.

Piden la rescisión

NEUQUEN (AN/AC).- Elías "Gringo" Sapag, representante de Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), formalizó ayer el pedido de rescisión de contrato con Hidroeléctrica Cerros Colorados que tiene a su cargo la concesión de esa presa. El tema será analizado por el comité ejecutivo de la AIC la semana próxima, informó ayer el titular del organismo Horacio Collado.
Si los integrantes de la AIC aprueban la propuesta, la última palabra la tendrá la secretaría de Energía de la Nación, el único organismo estatal que puede llevar las cosas hasta este límite. Según Sapag, el incidente ocurrido el 7 de abril con el manejo de la presa es condición suficiente para "declarar la caducidad de la concesión" .
Cerros Colorados es una central de generación hidroeléctrica que se encuentra en manos de la empresa norteamericana Duke Energy. El sábado 7 de abril, los operadores no informaron sobre la apertura intempestiva de una compuerta del dique compensador El Chañar, según la AIC que le acaba de aplicar una multa de 387.000 pesos. Este episodio provocó una abrupta suba en los caudales del río Neuquén y un riesgo cierto para los habitantes aguas abajo de la central (ver nota principal).
"Está comprobado que la concesionaria ha incumplido con las obligaciones sustanciales impuestas en el contrato" de concesión, dice Sapag en la nota que presentó ayer a Collado.

Aseguran que la inundación fue sin antecedentes

NEUQUEN (AN).- Las crecidas del río Neuquén son una historia repetida para Marta Cervera, una vecina de Vista Alegre cuya chacra está ubicada en el sector más vulnerable. Sin embargo, sostuvo que el aumento del caudal del sábado 7 de abril no tiene comparación.
"El agua llegó a las 16 a nuestra chacra y con mi esposo llamamos a Recursos Hídricos para saber qué estaba pasando porque en sólo 15 minutos se inundó el lugar y estábamos muy asustados", recordó.
"Pensamos que se habían destruido las defensas porque el caudal era muy importante y traía desde troncos, bins, hasta chanchos ahogados", subrayó.
La mujer relató que el crecimiento del río Neuquén formó un arroyo en el borde la chacra y dejó un surco en dirección a su chacra que puede traer mayores consecuencias con un nuevo aumento de caudales.
Aseguró que desde el invierno pasado la AIC y la Orsep se habían comprometido a realizar los trabajos de defensa en la zona donde vive, pero hasta ahora no hay ningún avance. Cuestionó la pasividad de los organismos de control que tendrían que prevenir este tipo de incidentes .
Describió que la crecida del sábado 7 de abril ingresó por la tranquera y se llevó por delante el corral de las ovejas. Ese día una de las compuertas del dique compensador El Chañar de la hidroeléctrica Cerros Colorados, permaneció abierta durante una tres horas lo que aumentó las erogaciones de 270 a 520 metros cúbicos por segundo.
Al respecto, recordó que el año pasado la mitad de sus tierras estuvieron más tres meses cubiertas de agua con importantes perjuicios para sus frutales que en algunos casos tienen treinta y 50 años de antigüedad. "Cayó mucha fruta y notamos que disminuyó mucho la calidad de las manzanas", sostuvo.
Cervera se mostró preocupada por la amenaza que significa el próximo invierno. Por ello, solicitó a las autoridades de la AIC que aceleren las obras comprometidas porque el tiempo es acotado y "no se puede priorizar la generación de energía antes que la seguridad de los ribereños".
Además, destacó que el problema de las crecidas genera complicaciones en las napas freáticas que perjudican la producción.
En su opinión, la última crecida sólo desnudó "las carencias y falencias de nuestros sistemas de seguridad y los expuestos que estamos quienes vivimos aguas abajo".

Foto: Agustín Sambueza, con la canoa que le permitió rescatar al pequeño Simón y a su vecino Moisés Lemos.