Sábado 21 de abril de 2001
		Los "blancos" le marcan la cancha al veranismo
		La diferencia que mantienen con el gobernador en relación con la Defensoría del Pueblo dice que Mendioroz y sus huestes ratifican su decisión de resistir un avance sin freno del veranismo y el arriaguismo sobre cada espacio del Estado.
		No es una diferencia menor. Pero tampoco afectará la gobernabilidad de la provincia. Este es el marco en que es dable analizar las discrepancias que -en lo concerniente a quién debe ser elegido defensor del pueblo- marcan en la UCR rionegrina los "blancos" -sector liderado por el vicegobernador Bautista Mendioroz- con las decisiones adoptadas por el veranismo, viga maestra del poder del gobernador Pablo Verani. Como se sabe, éstos decidieron consolidar su sociedad con el intendente de Cipolletti Julio Arriaga -líder del Frente Grande- ofreciéndole el cargo a uno de sus colaboradores, Luis Di Giácomo. Y los blancos se oponen. Y prometen oponerse a la iniciativa en la Legislatura. Se sabe que blancos encuadran esta diferencia en su discrepancia con lo que definen como "uno de los rasgos políticos más inquietantes" del gobernador y su todopoderoso veranismo: la tendencia al hegemonismo. O sea, predisposición a ejercer el poder en términos tan absolutos hacia dentro y fuera del partido, que resta espacio a una relación definidamente cristalina con la oposición partidaria. En lo práctico, esta tendencia se expresa vía un sistema de decisiones que procura privilegiar los intereses del veranismo por encima de consensos amplios hacia el interior del radicalismo. Para los blancos, el acuerdo logrado por el veranismo con el líder del Frente Grande Julio Arriaga en materia de candidato a defensor del pueblo, se sustenta precisamente en aquellos objetivos. - Es un acuerdo de partes estructurado sin computar ningún otro interés que no sea el de consolidar el eje de poder Verani - Sartor - Arriaga- señaló ayer a este diario una importante fuente de los blancos. Se sabe incluso que en la tarde del jueves varios dirigentes blancos analizaron recientes expresiones de Alberto Weretilneck, presidente del Frente Grande y máximo operador político de Arriaga. El análisis se centró en la respuesta de Weretilneck al centenar de dirigentes y militantes que renunciaron al Frente Grande disgustados por la desnaturalización de los objetivos que dieron razón a la creación de la fuerza. De todo lo expresado por Weretilneck, lo que más llamó la atención a la dirigencia blanca fue la determinación con la que hizo valer la cantidad de afiliados que sumó el Frente Grande a partir de la llegada de Arriaga a esa fuerza, hace algo más de un año. No es un capital intrascendente, por cierto: más de 6.500 afiliados en menos de un año para un partido que apenas arañaba los 2.000. Weretilneck, un dirigente de estilo directo, señaló que el Frente Grande, mientras "estaba en manos de esta gente que se está yendo, sacó el tres por ciento de los votos en la última elección. Y tenía muy pocos afiliados. Hoy tiene 9.000. Desde que esta gente no está en la conducción, el partido se fortaleció y va a seguir creciendo. Esto le hace bien al partido, porque se trata de gente que no tiene ningún tipo de compromiso". Para los blancos, al hacer valer la cantidad, Weretilneck se asocia al veranismo en "desdeñar todo lo que es diferente haciendo valer la razón del número", señaló una de las fuentes consultadas ayer. - Se pone la cantidad casi de prepo y desde el vamos, una actitud avalada por poder real que sin embargo se expresa desde una autosuficiencia alentada por planes hegemónicos para manejar la Alianza - acotó la fuente. Sin embargo, desde el arriaguismo se señala que la diferencia que marcan los blancos en materia de candidato para defensor del pueblo no responde a la necesidad de oponerse a eventuales planes hegemónicos del veranismo". - En realidad lo que les preocupa es no contar para los blancos con una estructura -la Defensoría del Pueblo- que, aunque pequeña, es igualmente una cuota de poder y un sistema de decisiones nada desdeñable - dijo a este diario uno de los hombres de mayor confianza de Arriaga. Cabe señalar además que en su colisión con el veranismo por este tema, los blancos reciben el respaldo de no pocos radicales afines a Verani. Pero se distancian de éste en aquellos temas en que para ellos aparecen comprometidas "la esencia y naturaleza de la identidad radical". Todo un apotegma que tiene espacio en un partido que sin embargo mantiene mucho de ideario difuso.
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