Jueves 19 de abril de 2001 | ||
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Verani no consiguió frenar la crisis en Bariloche |
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Feudal y la Alianza siguen distanciados. |
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SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- La presencia del gobernador Pablo Verani no alcanzó para acercar posturas en el conflicto político que enfrenta al intendente Atilio Feudal con el resto de la Alianza en esta ciudad. Palabras como "consenso" y "gobernabilidad" fueron de las más pronunciadas, pero sólo como expresión de deseos, durante el encuentro que reunió ayer a los principales referentes del gobierno provincial y municipal. La acalorada reunión tuvo lugar en el hotel Panamericano y se prolongó durante dos horas y media, obligando a Verani a retrasar el resto de su agenda de audiencias. El gobernador hizo un rápido diagnóstico de la situación nacional y provincial y cuando puso la lupa sobre el municipio no ahorró adjetivos. Según un testigo del cónclave habló de "desastre", de "errores gravísimos" de gestión y advirtió alarmado que las encuestas en la ciudad le dan "muy mal" a la Alianza. A la mesa se sentaron también sus ministros, los legisladores del circuito, los concejales del bloque y obviamente Feudal, quien reconoció la magnitud de la crisis, pero insistió en repartir las culpas. Duros con Feudal Los informantes consultados aseguraron que los ediles fueron muy duros con el intendente y le enrostraron una vez más la falta de un plan de gobierno y su "autismo" impenitente. Tanto los representantes del MUP como los del oficialismo radical (la lista Roja y Blanca) vienen exigiendo que el municipio "cambie de rumbo" y adopte "verdaderas medidas de austeridad". El intendente, en otra sintonía, se deshizo de los colaboradores que no acuerdan con su estilo, molesto con las presiones políticas. A pesar de las discusiones, el encuentro no arrojó resultado alguno y hoy volverán a buscar fórmulas de convivencia a futuro. Verani llegó a decir que de ser necesario se quedará hasta el lunes en Bariloche para hallar una salida. Desde el vamos, el gobernador no vino a ofrecer soluciones al desmadre económico, sino que su preocupación central es diluir primero la crisis política del municipio. Aún así, aprovechó para quejarse de que le atribuyan una deuda por coparticipación de 900 mil pesos. "Son 600 mil", aseguró. Al término del catártico cónclave las caras de todos los participantes eran invariablemente sombrías. Ninguno rompió el férreo silencio autoimpuesto hasta hoy, aunque con medias palabras dieron a entender que los caminos aparecían "difíciles de desbloquear". Versiones coincidentes señalaron como una de las más lapidarias con Feudal a la titular del Deliberante, Graciela Di Biase (del MUP), quien habría llegado a pedirle una vez más la renuncia por su falta de "autoridad moral" para seguir gobernando. Verani se mostró contrario a cualquier medida drástica, pensando en la cercanía del compromiso electoral y la necesidad de mostrar una Alianza unida y con capacidad de gestión. Algo que hasta ayer parecía difícil de lograr. Una cena para distender el ánimo |
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