Jueves 19 de abril de 2001

MAS INFORMACION

Los mapas de inundación duermen en los despachos

El dique Ballester estuvo jaqueado por la crecida

Plan de acción durante emergencias (Infograma)

 

En la región nadie sabe cómo actuar ante una emergencia hídrica

 

Medio millón de habitantes carece de entrenamiento para conjurar el peligro.

  NEUQUEN (AN).- Defenderse del agua es algo que no parece estar incorporado en el imaginario de la región, donde parece haber más diques que programas de seguridad. El medio millón largo de habitantes que vive debajo de las presas no fue entrenado para actuar frente a una emergencia y los gobiernos de la mayoría de las ciudades ribereñas no disponen de suficientes recursos ni infraestructura adecuada. En el paraje Arroyón hay 400 familias en riesgo absoluto, por ejemplo.
En los despachos oficiales hay un denominador común: se cuenta con la información pero no se la difunde. En la Autoridad Interjurisdiccional del Cuencas se esboza una autocrítica -su titular, Horacio Collado, dijo que el organismo debería comprometerse más, pero la responsabilidad final es de los gobiernos- mientras en el organismo regulador de la seguridad -Orsep-, afirman que cada comuna dispone de la información para coordinar las tareas pertinentes. Pero con el agua acumulada en un embalse no se juega.
Esto ya quedó demostrado con el incidente que ocurrió el sábado 7 de abril al abrirse una compuerta del dique compensador El Chañar, que regula el caudal de agua que eroga la central hidroeléctrica Cerros Colorados, ubicada sobre el río Neuquén. Pese a que transcurrieron doce días, la información difundida ayer generó un único tema en las radios de frecuencia modulada de las localidades ribereñas, de una y otra margen del Neuquén y del Negro.
Cuesta imaginar hoy un aceitado mecanismo que funcione con los elementos a mano frente a una hipotética alerta "roja", la clave que se maneja para hablar de una catástrofe, como sería la rotura de una represa. Este diario consultó ayer a funcionarios municipales y de organismos técnicos para poder dimensionar hasta dónde las comunidades pueden defenderse.
La cadena de responsabilidades hoy es imprecisa. Las autoridades de defensa civil de las municipalidades cuentan sus penas, mientras no se conoce demasiado sobre la eficiencia de oficinas técnicas, aunque también habitadas por políticos que tironean de un lado y del otro, como la AIC y el Organismo Regional de Seguridad de Presas del Comahue (Orsep). La AIC se formó tras la privatización del sector eléctrico que significó el desguace de Hidronor, la mayor constructora de embalses de la región, y quedó integrada con representantes de Energía e Interior y las provincias de Buenos Aires, Río Negro y Neuquén. Es la policía que vigila el uso del agua.
Orsep controla técnicamente el manejo que realizan empresas privadas de las centrales hidroeléctricas. Según trascendió, precisamente técnicos de Orsep estuvieron en Cerros Colorados dos días antes del episodio que se llevó 1,5 millón de pesos en defensas costeras construidas por la AIC.
Esta última tiene incidencia directa sobre el uso del agua y maneja un presupuesto anual de unos cuatro millones de pesos pero dispone de apenas 200.000 pesos para la capacitación de personas en temas de defensa civil.
En la zona del Comahue existen 10 presas y diques compensadores sobre los ríos Limay y Neuquén. Se trata de obras creadas, algunas para mitigar los efectos de las crecidas y otras para realizar esta tarea junto con la generación de energía hidroeléctrica.
Los mapas con recomendaciones para actuar en emergencias fueron entregados a las provincias y a las defensas civiles, con los datos fundamentales, como "la altura de la ola en cada lugar y el tiempo que se dispone de una evacuación".
Para cerrar esta informe nada mejor que un ejemplo ilustrado por los que, se suponen, son los más expertos en esta materia. "La rotura de una presa en el Comahue provocará una catástrofe de tal magnitud que no sólo afectará el área inmediata sino que incidirá a nivel nacional. La avalancha de agua arrasará con lo que encuentre a su paso en todo el ancho del Valle, el que actuará como un gran canal". Esta descripción no pertenece al guión de una película de cine catástrofe sino a un párrafo extraído de un libro que fue escrito por profesionales de la Orsep.

Un asentamiento vulnerable

CORDERO, CINCO SALTOS y CAMPO GRANDE (ACS).- Unas 400 familias asentadas de forma ilegal en el Arroyón que desvía el agua hacia el lago Pellegrini están en peligro ante una hipotética crecida sin control del río Neuquén. Se trata de una zona de puestos y viviendas precarias en la margen del cauce trazado para aliviar los potenciales aumentos de caudal del río.
En Cinco Saltos, Carlos Bécher dijo que "no es preocupante desde el punto de vista del caudal que se manejó y siempre y cuando los trabajadores del dique, como pasó, estuvieran atentos en sus puestos". Sin embargo, en "el compensador de El Chañar tendrán que revisar que pasó".
Ninguno de los tres concejos municipales -Cinco Saltos, Contralmirante Cordero y Campo Grande- recibió información sobre el aumento del caudal del río Neuquén el sábado 7 de abril. Aunque en la costa del río no hay poblaciones como del lado neuquino, el desvío de agua imprevistamente hacia el Arroyón es un imponderable para el que la población no está preparada.
Las comisiones de Defensa Civil en la microrregión oeste de la provincia no están constituídas, salvo en Cinco Saltos, donde se reúnen esporádicamente, y no hay un plan de educación y prevención poblacional para actuar ante un estado de alerta.
En el tramo final del Arroyón también hay asentamientos que "corresponden a Cinco Saltos". Si hubiera que romper el costado del dique Ballester -en Barda del Medio- y usar el derivador "tendríamos que avisar a la gente y evacuarla", agregó Bécher.
Cordero tiene zonas de mayor riesgo. El jefe comunal, Néstor Braun, dijo que unas 400 familias están asentadas "ilegalmente" a lo largo del Arroyón.

En Roca no hay información

ROCA (AR).- El municipio de Roca -según informó Defensa Civil- no cuenta actualmente con un sistema concreto de información para prevenir una catástrofe como el incremento del caudal en los ríos y lagos de la región. Además, el presupuesto destinado a atender emergencias "es muy poco", indicaron oficialmente. A pesar de ello, se trabaja en un folleto para prevenir emergencias y catástrofes que también contemplará las consecuencias del desborde de las cuencas fluviales. "Nosotros tuvimos una reunión en diciembre pasado con los supervisores de las escuelas donde inclusive el plan de emergencia y evacuación de escuelas lo vamos a implementar en mayo, pero nuestro ejercicio con el material técnico y humano nunca fue de diez puntos", señaló Enir Maldonado, directora de Defensa Civil.
"En una situación así, todos los recursos humanos y logísticos son pocos. Con la construcción del futuro puente sobre la calle Damas Patricias, Roca mejorará el acceso a la ruta 22 como vías más rápidas de escape, en el supuesto caso de que tengamos que correr hacia las bardas", agregó Maldonado.
El folleto es necesario para difundir la información sobre el tema en especial en las escuelas. El problema de las catástrofes fluviales y otras emergencias están limitados a los recursos con los que cuentan los organismos de prevención, que en líneas generales, es muy poco. "Defensa Civil de Roca maneja un presupuesto anual de 8.400, cerca de 700 por mes, muy poca plata para los gastos y el material didáctico", indicó Maldonado.

Foto: El paraje Arroyón, donde hay asentamientos poblacionales, sería uno de los lugares más afectados ante una eventual crecida.

   
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