Miércoles 18 de abril de 2001

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Grave incidente con el manejo del agua en Cerros Colorados

 

Súbita crecida por la apertura de una de las compuertas. La ola barrió las defensas y pudo resultar trágica.

  NEUQUEN (AN).- El 7 de abril pudo haber ocurrido una catástrofe y aquí nadie se enteró. Ese día era un sábado apacible hasta que un enfurecido río Neuquén se salió de su cauce por obra y arte del hombre: En apenas tres horas el caudal se duplicó porque se abrió una de las ocho compuertas del dique El Chañar, compensador de la central hidroeléctrica Cerros Colorados.
No fueron lluvias extraordinarias ni deshielos en la cordillera los fenómenos naturales que hicieron tronar a este río de andar rápido. Definitivamente fue un error humano, dijeron los expertos. Para la naturaleza del río, esas horas decisivas equivalen a una fracción de segundo, lo mismo que tarda en dispararse una catástrofe, que siempre llega sin aviso y arrasa con todo lo que puede.
Nadie estaba preparado para enfrentar semejante problema. Tal vez la sensación de desesperación la pueda contar alguna vez el operario de turno del dique Ballester. Dicen que el hombre se quedó paralizado cuando observó avanzar una pared de agua hacia la presa. También dicen que no tuvo tiempo de consultar qué tenía hacer y que sólo atinó a abrir las compuertas. El hombre, en su soledad, hasta pensó en lo peor: en la rotura de la presa de la central Cerros Colorados.
Al cruzar las compuertas del dique Ballester, el agua formó una ola, río abajo, y se fue acomodando cómo pudo, sin respetar barreras. En el camino dejó algunas chacras inundadas y destruyó parte de una obra de dragado sobre el río Neuquén que se inauguró en enero último a un costo de 1,5 millón de pesos.
El incidente se produjo el 7 de abril entre las 11 y las 11,15. Fue el momento en que una de las ocho compuertas del compensador El Chañar, dirigido por telecomando desde la central hidroeléctrica, se levantó. Tal vez la compuerta se elevó por un problema mecánico. Es algo que todavía nadie lo puede explicar. Pero lo grave es que la empresa no pegó el grito, pese a que la alarma sonó.
Las responsabilidades inmediatas se reducen a los operarios de Cerros Colorados que cubrían el turno ese sábado y no tomaron en cuenta la advertencia del sistema de seguridad, según se informó ayer desde la Autoridad Interjurisdiccional de Cuenca (AIC). La consecuencia de este error es que nadie se enteró, sino hasta las 14, cuando el turno cambió.
Elías "Gringo" Sapag, representante de Neuquén ante la AIC, calificó de "gravísimo" este episodio. Mañana el organismo que integra reunirá a sus abogados para analizar qué tipo de sanciones le caben a la concesionaria, la empresa Duke Energy. El contrato prevé desde multas hasta la pérdida de la concesión.
La empresa reconoce el incidente. Roberto Haas, vicepresidente de Cerros Colorados, dijo que se trató de un error humano y no de una falla técnica. De todos modos tiene dudas sobre lo que realmente ocurrió ese día en la central. "Todo es muy extraño", le dijo a este diario.
El incidente en la compuerta uno de El Chañar hizo subir el caudal del río Neuquén de 270 metros cúbicos por segundo a 520. Es una inyección de agua demasiado importante como para que ocurra en tan poco tiempo.
La primera en conocer el problema fue la Orsep - el organismo que controla la seguridad en las presas-. Los operarios de Cerros Colorados se lo comunicaron después de las 14. La AIC se enteró a las 17 y el intendente de Vista Alegre, Ernesto Meschini, a las 19. Meschini aún sigue indignado por lo que sucedió ese sábado.
Para la AIC la gravedad del problema no es sólo la compuerta que se abrió, sino la omisión en la que incurrió la empresa al no comunicar el incidente en forma inmediata. Sapag explicó que si falla esa primera instancia no es posible poner en funcionamiento un operativo de seguridad con la participación de los municipios y defensa civil.
Aguas abajo de esta presa viven unas 40.000 personas en tres localidades neuquinas, sin contar a los habitantes de la ciudad capital. Y del lado rionegrino otras cinco ciudades son vecinas de este río, un río tranquilo que si lo desafían se puede volver peligroso. Si alguien tiene dudas, lo acaba de avisar.

Error humano y no técnico

NEUQUEN (AN).- El vicepresidente de la hidroeléctrica Cerro Colorados, Roberto Hass, atribuyó el problema en una de las compuertas del dique compensador de El Chañar, a un error humano y descartó la posibilidad de una falla técnica. Sin embargo, puso un manto de sospecha sobre el hecho. "Todo esto es muy raro", subrayó.
Si bien el directivo reconoció que los dos operarios que estaban trabajando cuando ocurrió el hecho no advirtieron el problema, sostuvo que "no tenemos claro si es una falla o pudo haber una manito negra".
Explicó que las compuertas del dique compensador, que la hidroeléctrica tiene en El Chañar, se manejan por telecontrol y telecomando a distancia desde la central de Cerros Colorados.
Sin embargo, el sistema que controlaba la compuerta -que se abrió a las once del sábado 7 de abril- estaba operando de manera local. "Cada tablero está cerrado con llave y en el dique compensador hay custodia de gendarmería", enfatizó.
Por tal motivo aseguró que todo lo que pasó esa jornada está siendo investigado por la hidroeléctrica, aunque no brindó mayores detalles porque aún se están realizando las pericias. Aún así, descartó de plano la posibilidad de la falla técnica.
La apertura total de una de las ocho compuertas durante tres horas aumentó la erogación de agua de 260 a 520 metros cúbicos por segundo e inundó parte de las tierras aledañas al río Neuquén. La situación no fue informada a los organismos de control que se enteraron varias horas después del hecho.
El directivo reconoció que la empresa aplicó la sanción correspondiente con los dos operarios que trabajaban durante el turno que ocurrió el inconveniente.
Haas en diálogo con "Río Negro" se mostró confundido por el problema que se generó en el dique compensador.

"Una negligencia gravísima"

NEUQUEN (AN).- "Fue una negligencia gravísima". Con este frase el representante neuquino ante la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) , Elías Sapag, calificó el desempeño de la hidroeléctrica Cerros Colorados durante el sábado 7 de abril. Ese día la firma no informó que una de las ocho compuertas del dique compensador, ubicado en El Chañar, estuvo completamente abierta por unas tres horas y dejó escapar 520 metros cúbicos por segundo, que aumentaron el caudal del río Neuquén.
A criterio de Sapag, la hidroeléctrica cometió tres errores: caudal erogado no previsto, no haber cumplido con el plan de emergencia y daños a la propiedad privada y pública. Por tal motivo, anunció que mañana se reunirán los integrantes de la AIC para analizar la situación.
El hecho ocurrió a las 11, sin embargo, la maniobra fue advertida a las 14 por el grupo que ingresaba a trabajar.
El enorme volumen de agua inundó las zonas de la ribera del río Neuquén y amenazó por un par de horas a los pobladores con una posible evacuación.
Sapag se mostró indignado porque la hidroeléctrica no dio aviso a la AIC, defensa civil y los municipios de lo que estaba sucediendo para poner en marcha los dispositivos de emergencia previstos para este tipo de complicaciones. "Gracias a Dios no ocurrió nada grave y la gente pudo ponerse a resguardo", sostuvo aliviado. Y adelantó que en Neuquén "vamos a actuar con todo el rigor de la Ley". Destacó como oportuna la decisión de los dos operadores del dique Ballester, que manejan en forma conjunta el Departamento Provincial de Agua y la AIC, que abrieron las compuertas para poder mitigar la presión del caudal del río.
"Vamos a elevar un informe a la secretaría de Energía de Nación para que aplique la sanción correspondiente a Cerros Colorados", dijo. Y anunció que van a revisar los planes de emergencia con las hidroeléctricas para evitar nuevas complicaciones.

Meschini pensó que se había roto el dique

NEUQUEN (AN).- El intendente emepenista de la localidad de Vista Alegre, Ernesto Meschini, aún no sale de su asombro por lo ocurrido el sábado 7 de abril último. La falla en una de las compuertas del dique compensador que la hidroeléctrica Cerros Colorados tiene en El Chañar, obligó a montar un operativo de emergencia ante la crecida inesperada del río Neuquén.
"Fue terrible lo que pasó" -recordó aún consternado Meschini-. "Parecía que se había roto el compensador o el dique Ballester por la cantidad de agua que sorpresivamente inundó la zona".
Durante tres horas la hidroeléctrica erogó, a través de una compuerta que quedó abierta por completo, 520 metros cúbicos por segundo cuando lo informado ante las autoridades de control no superaba los 260 metros cúbicos.
El jefe comunal informó a "Río Negro" que recién se enteró de lo que estaba pasando cerca de las 19, mientras que el hecho ocurrió a las once, según informó el titular neuquino ante la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, Elías Sapag.
"De inmediato pusimos en marcha el operativo de seguridad junto a la gente de Defensa Civil para resguardar a los vecinos de la zona de la ribera del río", dijo. Meschini señaló que si bien la situación se normalizó a última hora de la tarde, igual mantuvieron el operativo de emergencia hasta la medianoche.
"Por suerte los operarios de la AIC y del Departamento Provincial de Aguas optaron por levantar las compuertas del dique Ballester si no la presión del agua lo iba a romper", puntualizó.
Destacó que los trabajos de defensa, limpieza y canalización que se hicieron en lo que va de este año, contuvieron el aumento del caudal del río.
"Estuvimos al borde de una catástrofe - recordó-. Durante todo el día todos estábamos alerta ante la posibilidad de evacuar a los pobladores de la costa del río".
Según el jefe comunal es la segunda oportunidad que ocurre un incidente de estas características y la hidroeléctrica hasta ahora nunca les avisó.
"Ese sábado no sabía que hacer porque el problema nos tomó por sorpresa. Estábamos muy preocupados porque si el río seguía subiendo su nivel no teníamos adónde llevar a dos mil o tres personas", enfatizó. En tanto, desde Defensa Civil de Centenario, coincidieron con que el aumento del caudal del río Neuquén fue inesperado.

Foto 1: El día del incidente, el operario de turno del dique Ballester avistó una "pared de agua" y sólo atinó a abrir la compuerta.

Foto 2: Uno de los espigones barridos por la súbita crecida del caudal.

   
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