Se entregó el ex juez Víctor Ramírez Cabrera

Se presentó voluntariamente en la sede de Prefectura, donde quedó detenido.

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- El ex titular del Juzgado 4 de Viedma, Víctor Ramírez Cabrera, quien se encontraba prófugo desde el año pasado debido al procesamiento que pesa en su contra por una supuesta asociación ilícita, se presentó voluntariamente en la sede de la Prefectura Naval Argentina, donde quedó detenido por orden del magistrado viedmense Juan Bernardi.
Tras varias comunicaciones telefónicas mantenidas en estos días entre el abogado defensor Miguel Cardella y el propio Bernardi, ambas partes acordaron encontrarse hoy en las dependencias de la fuerza de seguridad marítima, donde cerca de las 9.30 se dispuso la detención del ex juez.
La determinación de recurrir a la Prefectura para que funcione como sitio de reclusión para el letrado procesado fue adoptada por el actual responsable del Juzgado 4 al analizar dos elementos que impedían, según Bernardi, preservar la integridad física del imputado.
Por una lado, el juez evaluó como poco conveniente que su antecesor permaneciera bajo vigilancia policial "ya que en la causa está implicado un efectivo de alto rango", en referencia directa al subcomisario Héctor Hernández. Bernardi consideró también que en "las cárceles comunes hay detenidos o pueden ingresar posteriormente sujetos a los que él juzgó, lo que podría atentar contra su persona", sostuvo.
Según informó el juez interviniente, Ramírez Cabrera tendrá la posibilidad, como todo recluso común, de realizar actividades de esparcimiento, aunque siempre con la vigilancia de los efectivos de Prefectura. El prefecto Roberto Cherey, responsable de la sede local, tras reunirse con el titular del Juzgado ayer por la mañana recibió el reglamento por el cual deberá regirse para imprimir los controles sobre el accionar de Ramírez Cabrera.
El detenido, si lo desea, podrá salir dos horas a la mañana y tres a la tarde a caminar, hacer gimnasia o desarrollar alguna actividad deportiva, exclusivamente en el predio de la fuerza de seguridad marítima, que cuenta con una cancha de fútbol y paddle.
La detención generó sorpresa en las tranquilas instalaciones de Prefectura que ayer vieron agitado su accionar y obligaron a realizar tareas de reacondicionamiento del sitio donde permanecerá alojado el ex juez. Debieron soldarse rejas en las ventanas posteriores que dan a los terrenos ferroviarios y además se clausuró una de las dos puertas de salida con que cuenta el salón.
La decisión de detener a Ramírez Cabrera adoptada por Bernardi no tuvo en cuenta el procesamiento que se le imputa referido a la presunta asociación ilícita y a la supuesta plantación de pruebas en una vivienda de esta ciudad, destinada a inculpar a un sujeto en un robo cometido contra el municipio sanantoniense, ya que la prisión preventiva otorgada al ex juez y al subcomisario Hernández fue revocada a fines de marzo por la Cámara de Apelaciones.
Bernardi dispuso la detención, según manifestó, "por haber burlado la acción de la Justicia". Desde mañana, la defensa de Ramírez Cabrera contará con un plazo de tres días para elevar la apelación a la medida dispuesta. El juez actuante informó que el detenido se encontraba con "buen ánimo, dispuesto a rendir cuentas ante la Justicia", y transmitió que según los dichos del imputado la no presentación durante los meses transcurridos se debió a "graves problemas de salud".

Las causas pendientes

VIEDMA (AV)- Varias son las causas penales que pesan contra el exjuez Ramírez Cabrera. Con su detención podrán continuar su curso la mayoría de las investigaciones que requerían de su declaración para tener definiciones.
Una de ellas está vinculada a los presuntos apremios ilegales denunciados luego de las detenciones por el homicidio del sargento Miguel Quiribán en la subcomisaría del barrio Guido a fines de abril del año pasado. Se lo acusa que habría estado en esa dependencia mientras los detenidos eran golpeados.
Están pendientes las causas archivadas por el Consejo de la Magistratura ante la renuncia del exjuez en octubre del año pasado. Además de los apremios y la plantación de pruebas en un allanamiento en San Antonio por lo que ya fue procesado junto con un policía, sigue adelante la causa por el delito de vejación en el que habría incurrido Ramírez Cabrera al permitir fotografías a un detenido despojado de sus ropas, a pesar del informe médico que indicaba que el hombre sólo presentaba lesiones leves en el tórax. A ello se suma la causa iniciada por un agregado fuera de término de la palabra "apelo" al pie de una resolución.

Un lugar muy diferente de una celda común

El Casino de Oficiales donde fue alojado Ramírez Cabrera, dista bastante de parecerse a una celda de una cárcel común. Está ubicado sobre el límite este del predio de Prefectura, detrás del taller mecánico, a unos 20 metros de la oficina de guardia.
La sede local de la fuerza de seguridad no tiene cerco perimetral ni paredón cerrado que limite el acceso o el egreso de personas, por lo que constantemente el personal de guardia deberá vigilar que nadie se acerque hasta el sitio de reclusión del juez.
El salón acondicionado para la detención cuenta con dos ventanas y dos puertas -una de las cuales fue clausurada- que dan al sector central del predio. Del otro lado, hay otras ventanas que fueron enrejadas ya que dan hacia el exterior y no pueden ser controladas por los efectivos de guardia.
El lugar, de amplias dimensiones, posee una mesa grande, varias sillas, una cama, un hogar para calefaccionarse y un televisor. El sitio tiene comunicación directa con el baño y tras una puerta se encuentra la habitación de un oficial de Prefectura quien custodiará permanentemente a Ramírez Cabrera.
Al ex juez se le instaló además una cama. Su hermana y su cuñado le acercaron ayer varias frazadas, sábanas y otros elementos guardados en bolsos para garantizar su comodidad mientras dure la reclusión.
En ese salón, los integrantes de Prefectura suelen realizar agasajos, conferencias de prensa y otras reuniones sociales. Desde allí, el ex magistrado podrá salir a caminar, recorrer el predio o, circunstancialmente jugar un "picado".

Foto: El abogado Miguel Cardella (de saco), defensor de Ramírez Cabrera, acordó encontrarse en este lugar con el juez Bernardi.