Sábado 28 de abril de 2001
 

Uruguay admite gestiones para asilar a Menem

 

Se confirmó la primicia de "Río Negro". El canciller uruguayo Didier Operetti, reconoció que hubo gestiones para asilar a Menem en el país vecino. El presidente oriental, Jorge Batlle, está al tanto de los sondeos hechos por menemistas.

  Buenos Aires (ABA)- "Es cierto, hubo alguna exploración por parte del ex presidente Menem", reconoció el canciller uruguayo Didier Opertti. El jueves pasado, este diario publicó en exclusiva que allegados al ex presidente estaban gestionando un eventual pedido de asilo político en Uruguay, por si la situación del ex presidente seguía complicándose en la causa por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.
"El presidente Jorge Batlle está al tanto de los sondeos menemistas, porque estábamos juntos en la Embajada en los Estados Unidos y allí nos llegó la información",agregó Opertti. El primer mandatario de Uruguay retornó ayer de urgencia a Montevideo. La versión oficial decía que volvió para "ponerse al frente del operativo anti-aftosa". Pero una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores del vecino país infirió que "el apuro puede también estar relacionado con la supuesta solicitud de Menem".
Opertti, incluso, pensó en seguir el camino de su jefe: "Tal vez tenga que anticipar mi regreso a Montevideo", declaró a un matutino porteño. Aunque aclaró: "todavía no existe un pedido oficial de parte del ex presidente argentino".
En Uruguay, la noticia provocó caos en el ambiente político y diplomático. Haciéndose eco de la primicia de "Río Negro", el diario La República, de Montevideo, tituló en su portada del viernes: "Lo que nos faltaba", en referencia a las gestiones menemistas en pos de la asilo.

Situación complicada

Aunque en voz alta los voceros de Menem siguen negando la "opción exilio", lo cierto es que algunos de los principales asesores judiciales de Carlos Menem aún barajan la alternativa de hacer que el ex presidente abandone el país, sí finalmente el juez Jorge Urso -a cargo de la causa por tráfico de armas- decide llamarlo a indagatoria. "Hay un factor a tener en cuenta: la situación jurídica de Menem es muy complicada. Por más que nos quejemos y aún teniendo en cuenta que los cargos que imputa el fiscal Stornelli son exagerados, la Justicia tiene indicios y pruebas más o menos consistentes que lo tocan", reconoce un penalista que está asesorando al ex presidente.
"Creo que Stornelli se equivoca al hablar de asociación ilícita; para comprobarla tiene que verificar que Menem se asoció con tres de sus ministros con el propósito de delinquir. Sin embargo, lo convocó a indagatoria por eso, y tarde o temprano Urso lo va a tener que llamar", aclara el abogado.
El temor de los menemistas es ver la imagen de un Menem esposado o tomado del brazo por un policía. Y según las versiones judiciales, el juez Urso está dispuesto a llegar hasta el final de la causa.
Para colmo, la Cámara Federal que determinó el rumbo de la causa, integrada por los jueces Luraschi, Cattani e Irurzun, es reconocida como "absolutamente independiente" del poder político. Por lo tanto, Urso tiene en la instancia superior un apoyo muy decidido. Será por eso que otro grupo de penalistas, a pedido de Carlos Corach, está analizando la posibilidad de pedir un "per saltum" para que la causa pase directamente a la Corte Suprema. "El procesamiento de un ex presidente se convierte en una cuestión de Estado, y ya nadie puede rehuir a los conflictos políticos que provocaría. Es necesario que los poderes mayores de la República se comprometan en esta instancia", le dijo a este diario un asesor del ex ministro.

Pruebas

¿Por qué es tan complicada la situación de Menem en la causa? Según el abogado que asesora al ex presidente, que prefiere mantener su nombre en reserva, "hay demasiadas pruebas dando vueltas de que la venta ilegal existió, y al fiscal se le hace difícil creer que Menem nunca se haya enterado de nada. Además, (Luis) Sarlenga lo involucró sin nombrarlo".
Sarlenga, ex titular de Fabricaciones Militares durante buena parte de la era menemista, confesó que "todos los que firmaron el decreto sabían que ese armamento iba para Croacia". El decreto lleva las firmas de Menem, Erman González, Guido Di Tella y Domingo Cavallo.
Por otra parte, la Justicia tiene "prácticamente comprobado" que el ex ministro Oscar Camillón, enterado de algunas irregularidades en Fabricaciones Militares, quiso desplazar a Sarlenga de su cargo. Pero por una una "orden superior", debió echarse atrás en su decisión. Esteban Caselli, por entonces subsecretario general de la Presidencia, ya habría reconocido ante el juez: "La orden a Camilión se la di yo, pero transmití una orden de Menem".
Un abogado que participa en la defensa de Menem, y que es quien auspiciaba el "autoexilio" del titular del PJ, sigue sugiriendo que "una estadía" en el exterior nos daría más tiempo para preparar la defensa". Sin embargo, Humberto Roggero, jefe de los diputados menemistas, aseguró que "Menem se queda, porque es un patriota. No es como Salinas de Gortari", en referencia al ex presidente de México que huyó de su país acusado de corrupción.
Aunque a esta altura el exilio a Uruguay parece una opción extremista, y hasta remota, no había que descartarla de plano. Tres días antes de escaparse a Costa Rica, Salinas de Gortari declaró a la prensa: "Jamás dejaría mi país".
Gonzalo Alvarez Guerrero
   
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