Viernes 27 de abril de 2001
 

Admiten sondeos para un eventual "exilio" de Menem

 
  Buenos Aires (ABA).- Los asiduos voceros del menemismo se precipitaron ayer a aclarar que el Carlos Menem no huirá de la Argentina para evadir sus responsabilidades ante la Justicia. "Menem no se va porque es un patriota. Y aunque haya una campaña en su contra y se lo persiga políticamente, él se quedará a enfrentar la situación", lanzó un eufórico Humberto Roggero, jefe de los diputados peronistas, al finalizar el acto de apoyo partidario al titular del PJ, realizado ayer al mediodía en el Congreso de la Nación. El fiscal federal Carlos Stornelli solicitó la indagatoria del ex presidente -en calidad de imputado- en la causa por la venta ilegal de armas.
Sin embargo, una fuente confiable de la Cancillería confirmó a "Río Negro" que allegados al titular del PJ iniciaron "una ronda de consultas" para saber si el gobierno uruguayo estaría dispuesto a recibir a Menem como asilado político. "Pudimos detectar algunos movimientos, y diplomáticos uruguayos reconocieron que hubo alguna consulta informal", dijo el funcionario de Relaciones Exteriores. En tal sentido, mencionaron la amistad de Menem con el ex presidente uruguayo, Luis Alberto Lacalle, quien como integrante del Partido Blanco integra la coalición gobernante. Guillermo García, vocero del canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, por su parte, se negó a hacer declaraciones.
Jacinto Gaibur, portavoz de Menem ante el partido Justicialista, reconoció que "algunos compañeros lanzaron la idea de sacarlo del país, denunciando a su vez una persecución gorila, pero el jefe no respalda esos supuestos operativos".
En el acto de apoyo de ayer, adjudicaban estas maniobras a un abogado que asesora a Menem y que tiene una posición tremendista: Urso finalmente lo llamará a declarar como imputado y podría procesarlo. Según este abogado, hay que evitar como sea que Menem aparezca en la foto agarrado del brazo por un policía, porque "esa imagen no la borrás más de la cabeza de la gente".
El operativo "oficial" -denominado por los menemistas, con cierta ironía, "hay que salvar a Menem"- será encabezado por el senador y operador de cabecera Carlos Corach, cuya estrategia es intentar dilatar el llamado a declaración el mayor tiempo posible. "La táctica consiste en convencer a Urso de que demore la convocatoria a Menem por lo menos un par de semanas, para que el tema se vaya descomprimiendo. La idea es que el juez aguante sin llamarlo hasta que la Cámara Federal le solicite la causa, porque debe analizar el pedido de apelación ante esa instancia que hizo el abogado de Emir Yoma", infirió un diputado que responde a Corach.
Sin embargo, el fiscal Stornelli le dijo a sus allegados que tiene la esperanza de que el juez Urso, a cargo del caso, resuelva la indagatoria ya la próxima semana: "Urso está decidido a no dejarse presionar, y sabe que cuánto antes decida, mejor".
"Según la opinión de los que saben de esto, el problema consiste en que hay muchas posibilidades de que, si fuera a declarar, quede pegado", reconoció Gaibur.
Los pilares del menemismo -Corach, Eduardo Bauzá y Alberto Kohan- están convencidos de que la comprometedora situación podría arreglarse con muñeca política. "Que un ex presidente y actual titular del partido de la oposición pueda ir preso es una cuestión de Estado. Y como tal, tendría que resolverla el Presidente", le dijo Corach a Mario Losada, virtual vicepresidente. Incluso, desde las usinas menemistas, ayer lanzaron una extraña versión: De la Rúa podría concederle a Menem el indulto presidencial. "Eso es absolutamente disparatado", aclaró Melchor Cruchaga, secretario de Justicia.
De la Rúa, de hecho, está preocupado: necesita que regrese la calma al escenario político para recuperar definitivamente las riendas económicas, pero el llamado a indagatoria a Menem agrega un elemento desestabilizador. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo no parece dispuesto a presionar directamente sobre Urso, como pide con poco disimulo el grueso de la dirigencia justicialista.
Ante dicho panorama, el "operativo salvataje" tiene también su rama internacional. De acuerdo a una sugerencia de Raúl Granillo Ocampo, ex embajador en Washington, el propio Menem ya habría tendido un puente con la Casa Blanca, pidiéndole colaboración a George Bush, presidente de los Estados Unidos. El objetivo: incrementar la presión internacional.

Gonzalo Alvarez Guerrero

   
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