Miércoles 25 de abril de 2001

 

Koizumi desata una "pequeña revolución" en Japón

 

La segura elección del excéntrico político reformista como primer ministro japonés llevó un poco de aire fresco a la estancada política nipona. Resta ver si su desenfado y sus promesas de liberalizar los mercados podrán a sacar a ese país de la complicada situación económica actual. Su gran desafío será mantener su popularidad hasta las elecciones de junio.

  Tokio (DPA) - El popular ex ministro de Salud de Japón, Junichiro Koizumi, de 59 años, fue elegido ayer nuevo presidente del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) y automáticamente se convertirá en el sucesor del saliente primer ministro Yoshiro Mori.
A tres meses de las elecciones a la Cámara Alta japonesa, el hasta ahora ministro de Sanidad supone una esperanza de cambio político y de enérgica reestructuración económica.
Koizumi viene a reemplazar al anterior primer ministro, Yoshiro Mori, que dimitió tras una serie de escándalos y errores políticos en el seno del partido.
Tras ser nominado, aseguró que el viento del cambio pedido por los afiliados se traducirá en una "política nueva para cambiar el partido y Japón".
En un conferencia de prensa, delineó su política, impresionando por el don, raro entre los políticos del Sol naciente, de responder con claridad y precisión a cada pregunta.
Si el estilo del hombre es nuevo, lo es también el contenido de sus primeras declaraciones, sobre todo en el punto clave de la formación de los equipos fundamentales del partido.
"Elegiré al secretario general del partido y a otros dos máximos dirigentes -dijo-. Y mantendré la promesa de no dejarme condicionar por las indicaciones de las corrientes que quiero abolir".
Con la elección del político reformista como nuevo primer ministro "de facto", Japón está viviendo una pequeña revolución.
Tras años de estancamiento político y económico, de repente aparece en lo más alto de la segunda potencia económica del planeta un hombre que quiere romper con la estructura de poder tradicional del PLD y emprender una reforma en el país tanto a nivel político como económico. Aún queda por ver si es capaz de conseguirlo a pesar de las presiones de la "vieja guardia" del partido.
Koizumi, que hasta su elección como presidente ocupaba la cartera de Sanidad del gobernante Partido Liberal Demócrata, ha afirmado que para poner en práctica la reestructuración empresarial necesaria, Japón tendrá que estar dispuesto a renunciar a uno o dos años de crecimiento económico.
Eso significa aceptar que aumenten las cifras del desempleo y se produzca la quiebra de algunas empresas.
"Sin dolor no se puede avanzar más", dijo Koizumi durante su campaña electoral, con esa voz enérgica, segura, casi agresiva, que le caracteriza.
Koizumi quiere acelerar así las reformas necesarias en el mercado de finanzas y poner fin a una deuda estatal que se desborda.
Sin embargo, los analistas advierten al futuro primer ministro de Japón que las expectativas pueden resultar excesivas y le piden que concrete cómo serían en la práctica esas reformas de las que habla.
De todas maneras, con eslóganes como "Cambiemos el PLD y Japón", Koizumi se ha ganado la confianza de numerosos políticos hastiados por la situación en Japón.
De hecho se ha convertido en uno de los políticos más queridos del país, aunque este joven divorciado, con su permanente y su atractivo aspecto, siempre a la moda, también se ha topado con las críticas de los políticos más veteranos, que le tachan de ser un tipo "excéntrico" y "estrambótico". Cuando la base del partido, que es la más sensible a la opinión del electorado, también le dio su confianza, los barones del PLD ya no pudieron oponerse durante más tiempo. Al fin y al cabo, Koizumi es un veterano del partido, padre de dos hijos y aliado de su predecesor, el caído en desgracia Yoshiro Mori.
Durante cuanto tiempo conseguirá Koizumi mantener a su equipo al frente de la economía de Japón, que actualmente fluctúa como un barco a merced de las olas, dependerá en gran parte de si consigue, contra todo pronóstico, que el PLD gane las elecciones que se celebrarán en julio para elegir la Cámara Alta.
A Koizumi le quedan exactamente tres meses y las perspectivas son alentadoras. (ANSA/EFE/DPA)

La hora de los "extraños"

Junichiro Koizumi, amante de la lírica y del rock, del cine y del kabuki, buen esquiador, divorciado y padre de dos hijos, es considerado un "distinto y extravagante" por sus continuos desafíos al establishment de su partido.
"Es la hora de los "extraños", para cambiar verdaderamente el partido y el país", comentó Makiko Tanaka, hija del difunto premier Kakuei Tanaka, que será ministra de su gobierno.
Koizumi, de 59 años, viene de una familia de políticos de la provincia de Kanawaga, muy cerca de Tokio. Licenciado en Empresariales por la prestigiosa Universidad de Keio, entró a formar parte del parlamento en 1972. También estudió en Londres, volvió a Japón en 1969 y tras la muerte de su padre, uno de los jefes de la administración de justicia, se instaló en Tokio y se convirtió en secretario del ex primer ministro Takeo Fukuda. Más tarde ocupó las carteras de Sanidad y Telecomunicaciones.
Koizumi pretende reemplazar a los veteranos en los principales cargos ministeriales por políticos jóvenes, hombres y mujeres muy calificados que provienen de la empresa privada.

   
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