Miércoles 25 de abril de 2001 | ||
Clima de optimismo en el gobierno |
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Parece haberse establecido una tregua en la guerra del titular de Economía, Domingo Cavallo, con los mercados. El ministro también acordó con Alfonsín para fortalecer el frente interno. |
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Buenos Aires (ABA).- Renace la calma, y aunque no es para tanto, en el Gobierno están exultantes. "Ya pronto termina la crisis, porque al final Cavallo le torció el brazo a los mercados. Subió la Bolsa, mejora el índice del riesgo país, hay confianza externa y hasta podremos echar a (Pedro) Pou", le dijo a "Río Negro" un alto funcionario de la administración De la Rúa. En la Casa Rosada apuestan a que ya están prontos tiempos mejores. Cavallo, en la reunión que ayer mantuvo con Raúl Alfonsín, diagnosticó que la crisis es "esencialmente política". Y habría explicado su plan: mediante la designación de un hombre de la city bancaria intentará calmar a los mercados. "La situación técnica indica que no tendremos problemas para el pago de la deuda durante este año", le dijo el ministro al ex presidente. Pero Cavallo cree que eso no es suficiente: también es necesario fortalecer el frente interno. La Alianza está quebrada y la UCR sólo apoya el nuevo proyecto cavallista con su silencio. Para terminar de definir la situación interna, De la Rúa procurará esta semana incorporar a las áreas sociales y de reforma del Estado a algunos hombres del Frepaso. Darío Alessandro, Juan Pablo Cafiero y Marcos Makón, funcional a los designios de Carlos "Chacho" Alvarez y de Cavallo, estarían a punto de sumarse al elenco estable del Ejecutivo. Piloto de tormentas Después de una jornada complicadísima, cargada de tensiones y rumores, paró la tormenta, al menos por un rato. El lunes, la ola especulativa disparó el riesgo país, mientras se acentuaba la corriente vendedora y los bonos de la deuda caían un 7 por ciento; por la noche, el ministro de Economía debió salir a pedir moderación. Ayer martes, los mercados reaccionaron con algo de optimismo; "regresó la normalidad", dijo Cavallo. El Gobierno aprovechó entonces para efectuar la última y definitiva embestida contra Pedro Pou, presidente del Banco Central, acusado de favorecer el lavado de dinero en el país. "Ayer a la noche la Casa Rosada era un hervidero, y todos le apuntaban a Pou, con las más diversas teorías conspirativas", reconoció el funcionario consultado, de fluida llegada al presi- dente. A su vez, Pou auspició las acusaciones: "Si me voltean, habrá un golpe de los mercados", avisó en la madrugada del martes. Pero para entonces, ya había retornado la calma a Economía, y lanzaron de inmediato el nombre del reemplazante: Roque Maccarone, presidente del Banco Nación durante la era Menem. Sin embargo, el secretario de Estado que conversó con "Río Negro" aseguró por la tarde que el relevo no estaba confirmado: "Ayer a la noche circuló el nombre de un candidato tapado, un hombre muy próximo al mundo financiero que ayudaría aún más a apaciguar el clima económico". Según algunas versiones, Cavallo le habría sugerido a De la Rúa el nombre de Ricardo López Murphy, fugaz ministro de Economía. Ultimo, pero el mejor "Ahora empieza lo bueno", dice el funcionario. Y aclara: "La era Cavallo es la última oportunidad que tiene De la Rúa para salvar la situación. Pero además de la última, es la mejor oportunidad. Hasta ahora el presidente no tenía el gabinete que necesitaba, con el cual se sintiera cómodo, pero con el último recambio se lo ve más seguro que nunca". Según la fuente, "Cavallo es el ministro que el presidente siempre quiso, pero tuvo que ir manejando los tiempos para que su desembarco en el Gobierno no provocara demasiadas fisuras. Mucha gente cree que improvisa, pero el Presidente mueve las piezas siempre sabiendo cuál es la próxima jugada". El Gobierno quiere mediatizar la idea de la teoría conspirativa. "La crisis es sólo una lucha de poder que nada tiene que ver con la realidad económica", repetía Armando Caro Figueroa, vicejefe de Gabinete. Ayer mismo, el Ejecutivo se puso manos a la obra, para dar la sensación de que a pesar del trance el Gobierno no está estancado. La ministra Patricia Bullrich se apresuró a declarar que en la reunión de gabinete de ayer el tema central fue el gasto público. "Todos los ministros nos comprometimos a bajar nuestros presupuestos, ahorrando lo más que podamos", declaró Bullrich. Mientras tanto, De la Rúa y Cavallo insisten con su cruzada y redoblarán la postura contra "los que apuestan en contra de la Argentina". Gonzalo Alvarez Guerrero Cavallo le aseguró a Alfonsín que la crisis pasará |
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