Martes 24 de abril de 2001

 

Serri ratificó su acusación contra Ruckauf

 

El empresario italiano ratificó que un directivo del Banco Ciudad en Italia le pidió una coima que iba destinada al entonces embajador en Roma y actual gobernador bonaerense.

 
El empresario italiano Vittorio Serri ratificó ayer en medios argentinos su denuncia -que tramita en juzgados europeos- de haber tenido que pagar un millón de dólares en coima a "gente del grupo de alrededor" de Carlos Ruckauf, cuando éste se desempeñaba como embajador argentino en Roma, y a los hermanos Emir y Karim Yoma.
El hombre de negocios precisó -en diálogo con distintas emisoras porteñas- que el hecho ocurrió en 1990, cuando se propuso invertir en Argentina con su empresa Macchine per il Transporto di Alimentari y construir 50 estaciones de gas natural comprimido, en sociedad con el ENI (Ente Nacional de Hidrocarburos). "A mí Ruckauf no me pidió la coima, pero me la pidió gente del grupo de alrededor" dijo Serri hablando un castellano italianizado y disparó: "El estaba cierto (lo conocía)".
"Todo lo organizaba en Roma el embajador Ruckauf, pero el no operaba directamente, tenía un banquero que se llamaba doctor Giorgio Di Lorenzi, el era el responsable del banco Nación en Roma", especificó y acusó: "Di Lorenzi era el cajero".
Voceros del gobernador bonaerense dijeron a DyN que enviarían un telegrama a Serri para que ratificara o rectificara sus dichos.
El tema fue investigado por "Río Negro" en julio y setiembre de 1999 porque, al frustrarse el crédito a la MAT, funcionarios nacionales con el acuerdo de la gestión Massaccesi buscaron utilizar el mismo método para obtener un crédito invocando que construirían dos hoteles, para lo cual se ofreció en garantía regalías hidrocarburíferas rionegrinas.
Serri reiteró, además, que estuvo reunido con Emir y Karim Yoma en las oficinas del primero, en Paraguay y Florida, y ratificó que "he tenido que poner 2 millones de liras, un millón de dólares, como garantía del pago" y lamentó que "luego no me lo devolvieron". También involucró a los entonces ministros del Interior, José Luis Manzano, a Miguel Angel Vicco, secretario privado del ex presidente Carlos Menem, a Roberto García y "a un montón de personas".
Serri aseguró haber mantenido conversaciones con "Manzano, Yoma o García" en las que podía escuchar de ellos que "a nombre del gobierno me amenazaron: "Si usted no paga el bussines no se hace, no se hace"".
Al recordar cómo empezó a perder el negocio, indicó que Menem fue a presenciar el Campeonato Mundial de Fútbol en Italia y allí "Menem se encontró con los hermanos Braghieri que le regalaron una Ferrari. Le regalaron la Ferrari con total acuerdo de Ruckauf y él organizó el viaje de la Ferrari desde Italia a Buenos Aires", indicó en declaraciones a las radios Mitre, Continental y Rock and Pop.
Aunque Serri había obtenido créditos del Gobierno y los bancos de Italia para su emprendimiento en Argentina terminó perdiendo la concesión de las obras, que pasaron a manos del grupo empresario de los hermanos Braghieri y otro de apellido Castiglione.
"El negocio no se hizo" lamentó y aseguró a raíz de ello "he sufrido un daño enorme, he perdido todo: Me estafaron y me sacaron todo" para finalizar diciendo que está "en la quiebra".
Por este tema hay dos causas en trámite: una en los tribunales de Parma, Italia, y otra en Madrid, España, ya que en uno de los crédito intervino el Banco Hispano Americano. Por su parte, la Oficina Anticorrupción investiga el asunto y dos de sus funcionarios estuvieron en Italia tomándole testimonio a Serri y obtuvieron documentos oficiales

Anticorrupción postergó la denuncia

BUENOS AIRES (ABA).- Más preocupados por una filtración periodística que por acelerar los tiempos judiciales, los integrantes de la Oficina Anticorrupción decidieron demorar la denuncia contra Emir Yoma y otros ex funcionarios del período menemista, por la acusación del pedido de coimas a empresarios italianos para instalar 50 estaciones de gas comprimido.
"Hoy (por ayer) es un día tremendo, es muy probable que no nos presentemos en la justicia hasta que esté aclarado como apareció el tema en algún medio", deslizó en diálogo con esta agencia un vocero de la Oficina Anticorrupción.
Según un artículo del matutino "Clarín", el juez Gabriel Cavallo iba a recibir un escrito de la O.A. que involucraba a Emir Yoma, en la que además se podría arrestar a su hermano mayor Alfredo Karim y en la que aparecerían mencionados, entre otros, el ex ministro del Interior, José Luis Manzano y el gobernador bonaerense (entonces embajador en Italia), Carlos Ruckauf.
Sin embargo, a última hora de ayer, en el despacho de Cavallo aseguraron a "Río Negro" que la demanda no fue presentada.
"La cuestión es tal como se la conoce, pero no se pueden dar más detalles", dijo enigmático el portavoz de la O.A.
El caso, enmarcado en la llamada "tangente", fue primicia de "Río Negro" en cuyas páginas el empresario italiano Vittorio Serri describió cómo se le había pedido el pago de una comisión para construir estaciones de gas natural comprimido en el marco de unos créditos blandos producto de un acuerdo italo-argentino.
La operación luego mutó en la construcción de dos hoteles para lo cual funcionarios de la gestión provincial de Horacio Massaccesi firmaron una garantía con recursos de la provincia.

Una demanda contra el Estado nacional

En enero de este año, "Río Negro" brindó detalles sobre la investigación que lleva adelante la Oficina Anticorrupción contra Carlos Ruckauf, por el presunto pedido de coima que gente allegada al actual gobernador bonaerense efectuó al empresario italiano Vittorio Serri. El episodio se produjo cuando el mandatario era embajador argentino en Roma.
El Estado argentino y el banco español Santander fueron denunciados ante los tribunales de Buenos Aires y de Milán por Serri, su ex socio argentino Armando Torres, por el ex directivo bancario Giorgio Solighetto y por el ex funcionario del ministerio del Interior argentino Adalberto Orbisso. Todos ellos aseguran haber sido gravemente perjudicados al haber sido extorsionados, amenazados o despedidos como consecuencia del pedido de soborno en relación con un crédito "blando" tramitado en 1989.
Según se supo, el gobierno argentino está dispuesto a llegar a un acuerdo extrajudicial por 10 millones de pesos, como resarcimiento.
En resumidas cuentas, como Serri se negó a pagar una "tangente" (coima) para construir 50 estaciones de gas natural comprimido en la Argentina, fueron presionados para que se retiraran del negocio y lo dejaran en manos de otros empresarios italianos, los Castiglioni y Braghieri.
La primera acusación contra Ruckauf fue hecha por Serri a "Río Negro" durante una entrevista que este medio le realizó personalmente en Milán. Fue en setiembre de 1999, cuando Serri dijo que el ex representante del Banco Ciudad de Buenos Aires en Italia, Giorgio Di Lorenzi, le pidió una suma de dinero que iba destinada a Ruckauf. De lo contrario, el crédito se bloqueaba. Añadió Serri que la "tangente" total que se le pedía era del 5 por ciento del monto de la operación, que era de 110 millones de dólares.
Por negarse a pagar la coima, aunque se estima que pudo haberse pagado hasta un 2 por ciento, el empresario perdió el anticipo de materiales para las estaciones de servicio y luego muchos de sus bienes, ya que su empresa quebró.
En enero, "Río Negro" publicó también la respuesta por escrito que Serri dio al ex funcionario del Ministerio del Interior, Adalberto Orbisso, confirmando la coima. Orbisso también resultó despedido como resultado de conocer la irregularidad.

Massaccesi, Carosio y Kolding

La participación de la provincia de Río Negro en la operatoria ilegal con créditos "blandos" del Estado italiano para emprendimientos en la Argentina fue revelada por este diario en julio de 1999.
El ardid consistió en suscribir, en total reserva y sin informarlo a ninguno de los organismos de control del Estado provincial, una nota que comprometía regalías hidrocarburíferas como garantía de una operación crediticia por 75 millones de dólares. Lo más insólito es que ese crédito -cuya tramitación se vio luego frustrada, para desazón de sus gestores- había sido solicitado a través del Ente Nacional de Turismo que presidía el menemista Francisco "Paco" Mayorga invocando que sería utilizado para construir dos hoteles de categoría con la modalidad "llave en mano": uno en Córdoba y otro en Mendoza.
El funcionario que suscribió la nota de la garantía fue Emilio Carosio, quien admitió en diálogo con este medio haberla firmado pero, turbado, dijo desconocer el alcance de la misiva, a quién iba dirigida y el objetivo que encerraba.
Días después de publicada la investigación de "Río Negro" que desnudó la maniobra, el ex gobernador Horacio Massaccesi -que ya era senador nacional- deslindó pobremente su participación atribuyendo el aval a un convenio con el Ente Nacional de Turismo, que ya había sido dado a conocer por este medio, y que en nada justificaba el compromiso de recursos rionegrinos para obras en otras jurisdicciones.
Reconoció Massaccesi como auténtica la nota que él había dirigido a Mayorga y la que Carosio había suscripto con el compromiso de las regalías y, aunque le restó valor al trámite, no pudo explicar cómo el organismo italiano que regía los créditos -la SACE- evaluó la nota como suficiente para considerarla como garantía colateral del crédito por 75,6 millones de dólares. La operatoria de Río Negro se hizo a través de la empresa Kolding, una firma argentina totalmente insolvente, pese a lo cual la provincia le "confió" en aval recursos públicos.

Foto 1: Vittorio Serri, cuando fue entrevistado por "Río Negro".
Foto 2: Giorgio Solighetto era empleado del banco y lo despidieron.

   
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