Martes 24 de abril de 2001

 

Aliado de Cardoso confiesa maniobras en el Senado

 

Roberto Arruda admite que violó el secreto de votación.

  BRASILIA (Reuters) - Un importante aliado del presidente Fernando Henrique Cardoso admitió ayer su participación en una violación del secreto de votación en el Senado de Brasil, en el más reciente escándalo que ha sacudido al país.
Hablando entre sollozos, el senador Roberto Arruda confirmó la versión de la ex funcionaria del Senado Regina Borges, quien dijo haber recibido una petición suya para romper el sigilo del sistema de votación cuando la cámara acordó en junio la expulsión del senador Luis Estevao por un desfalco millonario.
El portavoz del presidente, Georges Lamaziere, dijo que Cardoso elogió como "digna y valiente" la actitud de Arruda de reconocer su falta, cuatro días después de que refutó vehementemente la versión.
"Si no tuve el comportamiento correcto (fue por) dejarme llevar por una curiosidad mórbida, tal vez", declaró Arruda, quien la semana pasada renunció a su cargo de jefe de la bancada oficialista en el Congreso.
"Este gesto tiene como objetivo principal satisfacer mi conciencia", confesó Arruda. "Quiero tener el sueño de vuelta, quiero dormir tranquilo".
Según el analista Carlos Lopes, de la consultora Santa Fe Ideas, Arruda desistió de la defensa para atenuar el impacto que podría tener su actuación en el caso. "Su estrategia es salir de la mentira y con eso aliviar su situación", opinó Lopes, quien recordó que si se comprobaba que había mentido cuando refutó los cargos, podía ser destituido.
Sin embargo, la senadora Marina Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores, descartó que la declaración exima a Arruda de castigo, afirmando que "la confesión del crimen no revoca la pena".
A su vez, el analista político David Fleischer consideró que el panorama en el Senado continuará complicado para los planes de Cardoso de impulsar las reformas política y tributaria, cruciales en sus dos últimos años de gobierno, algo que unido a la crisis argentina ha deprimido a los mercados y afectado a la reactivación.(ver pag 22-23)
A juicio del profesor de la Universidad de Brasilia, la discusión en torno a los más recientes escándalos tendrán al Senado paralizado las próximas semanas y difícilmente podrá promulgar leyes antes de su receso de medio período, en junio.
Pero el presidente Cardoso intentó poner buena cara al mal tiempo, y elogió, a través de su portavoz, la actitud de Arruda, señalando que "reconoció sus errores y asumió humildemente la responsabilidad por ellos".
"El camino de la verdad es el único que permite al político recuperar su credibilidad delante de sus compañeros y la opinión pública", declaró Lamaziere, portavoz de Cardoso.
La quiebra del secreto de votación fue sólo un episodio más en la ola de escándalos que han convulsionado el Congreso brasileño en los últimos meses, con denuncias de corrupción que involucran a varios de sus miembros. El presidente de la cámara alta, Jader Barbalho, también aliado de Cardoso, ha tenido que defenderse de cargos de un cuantioso desvío de recursos del Banco do Estado do Pará y de asociación con un empresario acusado de malversar fondos de la Superintendencia de Desarrollo de la Amazonia. Entre tanto, la oposición izquierdista en el Congreso está cerca de obtener las firmas necesarias para crear una comisión que investigue numerosas denuncias de corrupción en el gobierno.
   
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