Martes 17 de abril de 2001

 

El ataque israelí a posiciones sirias amenaza con extender el conflicto

 

Damasco puso en alerta a 35.000 soldados tras el ataque a una estación en el Líbano.

  JERUSALEN (Reuters/EFE/ DPA) - Aviones israelíes bombardearon ayer una estación de radar en el Líbano y atacaron varios puntos de la Franja de Gaza, aumentando el riesgo de una escalada militar en el Oriente Medio y provocando que Siria pusiera en máxima alerta a sus tropas.
Beirut dijo ayer que los 35.000 soldados sirios radicados en el Líbano entraron en fase de máxima alerta tras el ataque, que mató a tres sirios y destruyó la estación de radar en el valle Bekaa, en el este libanés.
El bombardeo fue calificado por Israel como un mensaje a la dirigencia siria para que deje de respaldar a los guerrilleros de Hizbollah en su guerra contra el estado judío.
El ministro israelí de Defensa, el laborista Benjamín Ben Eliézer, afirmó que su país "había adoptado hasta ahora una política de contención para evitar una escalada, pero a la luz de las reiteradas provocaciones decidió atacar".
Pero Siria advirtió a Tel Aviv que "se reserva el derecho a defenderse", tras los ataque aéreos. "Siria considera esta agresión contra sus fuerzas como una escalada peligrosa, susceptible de desestabilizar la región (...) responsabilizando íntegramente a Israel de este engranaje y se reserva el derecho a defenderse de cualquier agresión", afirmó un alto responsable sirio que pidió el anonimato.
Desde Beirut, el movimiento islámico proiraní Hizbollah dijo que responderá al ataque israelí del domingo a la noche contra posiciones del ejército sirio en el valle Bekaa.
La tensión siguió aumentando en la región, cuando cinco bombas de mortero palestinas impactaron en el sureño pueblo israelí de Sderot, a unos cinco kilómetros de la Franja de Gaza sin provocar heridos. El ejército israelí respondió rápidamente con fuego de ametralladora, artillería de tanques y helicópteros contra tres posiciones palestina en Gaza, hiriendo al menos a siete policías palestinos.
El ataque del lunes fue el primero de Israel contra una posición siria en el Líbano desde abril de 1996 y arrojó sombras sobre la llegada, en una misión de paz a Jerusalén, del canciller jordano, Abudlilah al-Khatib. Khatib es el funcionario árabe de más alto nivel en visitar ese país desde que se estancaron las negociaciones entre israelíes y palestinos en julio del año pasado.
Entretanto, Estados Unidos acusó al grupo guerrillero libanés Hizbollah de provocar la escalada de violencia en el Oriente Medio y dijo que estaba en contacto con los gobierno de Israel, el Líbano y Damasco, a fin de pedirles que eviten nuevos actos de violencia.
El presidente libanés, Emile Lahoud, tras una conversación telefónica con su homólogo sirio Bashar al-Assad, dijo que la incursión "reveló una vez más las políticas coloreadas de sangre" del derechista primer ministro israelí, Ariel Sharon.
"Estas políticas sólo conducirán a una confrontación amplia", dijo Lahoud en un comunicado de la presidencia.
Nabil Amr, asesor del presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, afirmó que la acción israelí era "un nuevo y peligroso desarrollo y una expansión hacia la esfera de la guerra".

Propuesta de paz jordana

El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Abdullah el Jatib, presentó ayer al gobierno israelí un plan de mediación jordano-egipcio para poner fin a la violencia palestino- israelí.
Su homólogo israelí, Shimon Peres, reconoció tras un encuentro con Jatib en Jerusalén "los esfuerzos, también de la parte árabe, para apagar el fuego a fin de podamos volver a la mesa de negociaciones".
Sin embargo, medios de comunicación locales informaron que el consejero de Sharon, Raanan Gissin, dijo que el plan jordano-egipcio "no llevará a ninguna parte" si no se realizan cambios de fondo.
De acuerdo con el diario israelí "Haaretz", el plan prevé un alto el fuego inmediato y el levantamiento de las medidas de bloqueo israelíes tanto militares como económicas impuestas contra los palestinos.(DPA)

Hizbollah dice que responderá

Beirut (Télam-SNI).- El grupo integrista islámico Hizbollah prometió ayer "golpear al enemigo israelí en el momento oportuno", por considerar que el ataque de Israel contra objetivos militares sirios en el Líbano lo afecta directamente. "Vamos a cortar la mano del enemigo que osa apoderarse de nuestra tierra y de nuestros hermanos -sirios-", indicó la formación integrista chiíta en un comunicado distribuido a la prensa en Beirut.
El grupo integrista Hizbollah (Partido de Dios), se adjudicó el ataque contra un puesto del ejército israelí cerca de las Granjas de Chebaa, región ocupada por Israel desde 1967, que provocó la muerte de un soldado hebreo.
Israel afirmó que considera a Siria responsable de los ataques realizados por el Hizbollah contra el ejército israelí, especialmente las granjas de Chebaa, ocupadas por Israel y reivindicadas por Líbano. "Vamos a transformar el sueño de Sharon de aterrorizar a nuestro pueblo, en una pesadilla que perseguirá al ejército, a los colonos sionistas, a sus asentamientos y a sus bases terroristas", aseguró.

Helicópteros y tropas entran en los territorios palestinos

GAZA (Reuters) - Helicópteros y cañoneras de la armada israelí lanzaron ayer un duro ataque con misiles en la región central de la Franja de Gaza, tomando como blanco cuarteles de la seguridad palestina, horas después de que bombas de mortero cayeron en una población de Israel.
El ejército israelí confirmó los ataques y dijo que había incursionado por tierra en la Franja de Gaza, aunque sin intenciones de ocupación.
Al menos siete palestinos resultaron heridos en el ataque por tierra y mar, dijeron fuentes de seguridad palestinas. Un oficial dijo que helicópteros artillados habían golpeado un puesto de la Fuerza 17, una unidad de seguridad de elite, cerca de la costa de Gaza.
Misiles de barcos de la armada alcanzaron el cuartel general de Fuerza 17 en Dier al-Balah, un campamento de refugiados en la región central de la Franja de Gaza.
Horas antes, helicópteros artillados habían lanzado misiles contra el mismo puesto.
El ejército israelí confirmó en Jerusalén los ataques y dijo que sus tropas habían ingresado a áreas palestinas, aunque negó una intención de ocupar el territorio.
"Soldados israelíes capturarán cualquier área que lo demande la seguridad", dijo en un comunicado.
"El ejército israelí no pretende capturar Areas A (gobernadas por los palestinos) y al terminar la misión las fuerzas abandonarán el territorio", agregó.
Las acciones fueron en respuesta a un ataque palestino con morteros en una población del sur de Israel, en la incursión con bombas más fuerte desde que hace casi siete meses comenzó una rebelón palestina contra la ocupación israelí.

Preocupación internacional

La comunidad internacional alertó ayer del peligro de una guerra regional, tras el bombardeo israelí contra posiciones sirias en el Líbano, pero mientras los países árabes culparon a Israel, Occidente pidió moderación a todos.
El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó ayer que en Medio Oriente se observa una "peligrosa escalada" de violencia y acusó al grupo integrista islámico Hizbollah de provocar los ataques israelíes contra posiciones sirias en Líbano.
"En las últimas 48 horas hemos visto una escalada peligrosa sobre la línea de repliegue que fue establecida por Naciones Unidas", dijo Richard Boucher, portavoz del departamento de Estado, en referencia a la llamada "Línea Azul" en el sur de Líbano.
"Exhortamos a todas las partes a poner en práctica el máximo control", dijo, agregando que el secretario de Estado, Colin Powell, habló con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, antes de los ataques áereos, y con el ministro de Relaciones Exteriores, Shimon Peres, poco después.
También Francia y Alemania pidieron que se renuncie a "nuevas acciones violentas".
En tanto, Siria calificó el bombardeo de "agresión directa" y acusó a Israel de intentar "matar el proceso de paz" en Oriente Medio.
Para el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Faruk al Chara, Israel ha dado "la vuelta a los acontecimientos en la región" y conduce "a una escalada y extensión de la violencia".
Esta opinión fue compartida por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que preside Yasser Arafat, para la que se trata de "una escalada peligrosa que puede deteriorarse hasta llegar a una confrontación regional".
La Liga Arabe acusó directamente al primer ministro de Israel, el derechista Ariel Sharón, de "estar empujando a toda la zona hacia el abismo".
Por su parte, el representante de la ONU para el Líbano, Staffan de Mistura, acusó a Israel de "violar" la "línea azul" de separación con el territorio libanés y calificó la situación de "grave". (EFE/DPA)

Análisis: Los riesgos de un nuevo frente de violencia

La espiral de violencia y contraviolencia se extiende desde los territorios palestinos cada vez más por todo Cercano Oriente, tal como se temía.
Tras los ataques israelíes contra una estación de radar en Líbano la pasada noche, el diario egipcio "al Ahrar" tituló en portada y con tinta roja: "Israel extiende la muerte sobre Líbano y Palestina".
El ministro del Exterior egipcio, Amr Mussa, denunció que "los excesos" de Israel "están provocando el derrame de demasiada sangre árabe". Mussa advirtió: "La respuesta de los árabes a la amenaza israelí va a llegar".
Los árabes ven confirmada la imagen -repetida en la propaganda diaria- de que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, no va a cambiar nunca. La prensa egipcia llama al premier el "carnicero de Beirut".
Desde que comenzara la "desproporcionada respuesta del ejercito israelí" contra las protestas palestinas, criticada internacionalmente, observadores políticos, diplomáticos y comentaristas han advertido que el próximo conflicto armado en Cercano Oriente podría producirse en Líbano.
Allí la semilla ya está sembrada. La milicia radical islámica Hizbollah exige con ataques que el ejército israelí se retire también de las Granjas de Shebaa, en la zona fronteriza con Siria e Israel y ocupadas por éste último desde 1967.
Según Israel, Siria está detrás de los ataques de Hizbollah, para incrementar así la presión sobre el Estado Judío. Sin embargo Damasco rechaza esta acusación.
Israel ya informó a comienzos del año al gobierno estadounidense que se tomarían como objetivo las unidades sirias destinadas en el Líbano en caso de que no cesaran los ataques de Hizbollah. Tras la guerra civil del líbano, Siria tiene desplegados en ese país más de 35.000 soldados.
Los árabes ven en los últimos ataques -considerados por Israel como represalia y por los árabes como agresiones- precedentes que, de haberse producido en otros lugares, la comunidad internacional no permitiría que quedaran sin consecuencias. Critican tanto el bloqueo de las ciudades palestinas como la construcción ilegal de asentamientos judíos en territorio palestino, o los atentados contra miembros de las fuerzas de seguridad palestinas, que los israelíes consideran presuntos instigadores de atentados en Israel.
Según el ministro egipcio, "israel quiere convencer a los países occidentales de que es la violencia de los palestinos y no la agresión israelí la culpable de los disturbios en la región".
Para los países árabes moderados como Egipto o Jordania, la situación se hace cada vez más insostenible. La expresión "proceso de paz" ya está fuera de ese vocabulario del día a día. dada la espiral de violencia, nadie sabe cómo ni cuando acabarán los daños y las muertes. (DPA)

   
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