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Sábado 7 de abril de 2001 | |
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Crisis militar agita las aguas electorales en Perú |
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Un video que involucra a la cúpula militar en el autogolpe de Fujimori en 1992 reabrió el debate sobre la frágil institucionalidad peruana. El gobierno respaldó a los mandos castrenses. |
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| LIMA (Reuters/ANSA).- Una minicrisis militar complicó ayer los últimos días de la campaña para las elecciones presidenciales de mañana en Perú, al revelarse que la actual cúpula militar conspiró para el autogolpe que dio el ex presidente Fujimori en 1992. El gobierno peruano ratificó ayer a la actual cúpula militar, que fue vista en un video mientras respaldaban el autogolpe de Fujimori, tras pedidos de su remoción a dos días de las elecciones generales del país. El primer ministro y canciller Javier Pérez de Cuéllar leyó en el Palacio de Gobierno una declaración de respaldo a los altos oficiales tras una reunión del gabinete con el presidente interino, Valentín Paniagua. Los tres jefes de armas aparecieron en un video, difundido en la noche del jueves, junto al prófugo ex asesor de Inteligencia Vladimiro Montesinos, foco del mayor escándalo de corrupción de este país. "Continúan ejerciendo el mando de sus respectivas instituciones", afirmó Pérez de Cuéllar. Análisis: Respaldo y denuncia Agregó que el consejo de ministros respaldó asimismo la decisión de los ministros de Defensa e Interior de denunciar ante la justicia militar a los comandantes generales y altos oficiales de la policía "que dieron orden conducentes a que se suscriba el acta" de apoyo a Fujimori. El presidente del Congreso había pedido horas antes la remoción de la cúpula militar, que además de apoyar el autogolpe de 1992 respaldó una ley de amnistía para los efectivos que violen derechos humanos. "Mi impresión es que todos los que aparecieron en los vídeos no deberían seguir en sus cargos", dijo el presidente del Congreso, Carlos Ferrero, a periodistas. Entre los militares que aparecen firmando el acta, durante la ceremonia realizada el 13 de marzo de 1999, figuran el actual Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Pablo Carbone, quien es también comandante de la Fuerza Aérea y los dos jefes máximos del Ejército y la Marina. En la ceremonia destaca el restituido comandante general del Ejército, Carlos Tafur, quien había sido removido de su puesto por no pertenecer a los preferidos de Montesinos. La difusión del video, que desnudó el sometimiento de los militares a Montesinos y Fujimori, opaca el proceso electoral del domingo, en el cual el economista Alejandro Toledo figura como favorito seguido de cerca por Lourde Flores y Alan García aunque sin la fuerza suficiente como para ganar en una primera ronda electoral. Todo el proceso ha estado opacado por la difusión de los llamados "vladivideos", que Montesinos mandaba grabar en secreto de sus citas privadas con personajes públicos y que hasta ahora involucra en delitos a más de 450 personas entre funcionarios, políticos, militares, jueces y periodis-tas. "Es condenable que miembros de las Fuerzas Armadas y policiales hayan participado (en la firma del acta)", dijo el candidato favorito para la presidencia, Alejandro Toledo. "El presidente Paniagua tomará las medidas necesarias de aquellos que participaron en este acto", agregó. Reconstruir las instituciones democráticas no será fácil La minicrisis militar de ayer reforzó una de las sensaciones sobre el perú actual: Reforzar la institucionalidad democrática, controlar a militares que se politizaron en los últimos años y combatir la profunda corrupción nacional, están entre los principales desafíos que enfrentará el gobierno peruano que resulte elegido en las urnas el domingo. Al menos 14,6 millones de peruanos concurrirán a comicios generales para elegir a un nuevo presidente y un nuevo congreso nacional, en momentos que el país se debate entre una profunda crisis moral y los severos desequilibrios políticos, económicos y sociales. Los militares se convirtieron durante años en la fuerza política de Fujimori, pero sus altos mandos llevaron a las instituciones castrenses hacia reductos de corrupción y violación a los derechos humanos. El siniestro y poderoso Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) se convirtió en el brazo de policía política y seguridad del régimen, alentando una serie de acciones represivas contra los opositores al régimen de Fujimori. Estos comicios, los segundos en menos un año, se producen en circunstancias que el país aún no sale de los grandes escándalos de corrupción por cientos de millones de dólares y que tiene como cabecilla principal al prófugo ex asesor del presidente Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos. El gobierno de transición que preside Valentín Paniagua realizó en los últimos meses una serie de correcciones para restablecer la institucionalidad democrática, dañada por Fujimori desde que éste decidiera ejecutar el cinco de abril de 1992 un golpe de Estado. Hoy, las instituciones militares están fuertemente dañadas en lo moral y no son muchos los jefes militares que se mantienen intachables. Montesinos logró socavar la moral de los militares peruanos al punto que muchos altos jefes se encuentran en prisión o acusados severamente por sus presuntos actos de grave corrupción. Muchos ex ministros militares y ex comandantes generales de las instituciones castrenses se encuentran sometidos por la justicia por haber participado en actos de corrupción con fondos públicos. Politización y corrupción son dos males que afrontan los actuales mandos militares en su intento por recomponer la estructura castrense, donde muchos piensan que la corrupción llegó a tal nivel que si se tuviera que enjuiciar y condenar a muchos oficiales, las fuerzas armadas del Perú se quedarían sin mandos naturales. |
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