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Lunes 30 de abril de 2001 | |
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El delincuente moderno es joven y violento |
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El secretario de Política en lo Criminal y Asuntos Penitenciarios de la Nación, Mariano Ciafardini, explicó cómo es el perfil de los autores de delitos tras las transformaciones de la década del 90. |
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| NEUQUEN (AN).- El nuevo delincuente de las grandes ciudades argentinas en un marginado por las reformas socioculturales, delinque ocasionalmente, es joven y muchas veces actúa más por resentimiento que por necesidad. Al no ser profesional procede con temor y nerviosismo y como emplea armas de grueso calibre, esta combinación lo torna sumamente violento y peligroso. Los índices de criminalidad en el país se triplicaron en la década pasada y no sólo desbordaron los sistemas de represión del delito, sino que pusieron en crisis las metodologías de prevención, que se han visto ampliamente superadas. "No va a alcanzar una mayor cantidad de efectivos policiales patrullando las calles ni más jueces y mucho menos darán abasto las cárceles para frenar semejante fenómeno de violencia", dijo el titular de la secretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Nación, Mariano Ciafardini, al abordar el complejo panorama que plantea el mapa del delito, en una charla con "Río Negro". El funcionario delineó las causas del incremento de la inseguridad urbana, trazó un perfil del delincuente que atemoriza con su violencia desmedida y sugirió que la manera de contrarrestar el fenómeno no es impulsar políticas represivas, sino implementar efectivos planes de prevención que apunten a abortar la raíz del problema. Ciafardini estuvo en Neuquén para implementar el Programa de Prevención de la Violencia en las escuelas, por un convenio que suscribió con la secretaria de Seguridad Ciudadana y Justicia, Alicia Comelli, y la presidente del Consejo Provincial de Educación, Graciela Carrión Chrestia (ver aparte). Ciafardini dijo que el delincuente de estos días se caracteriza por no actuar profesionalmente y por estar relacionado íntimamente con el aumento de la marginalidad de los últimos diez años. "El disparador de las estadísticas del delito en la década del 90 fue que se sumó a la comisión de delitos una masa de personas que no son delincuentes profesionales, sino ocasionales", explicó. Otra faceta nueva que presenta el asaltante o ladrón actual, es que es un gran consumidor de alcohol o droga. "Actúa en una situación de nerviosismo, temor, desesperación y bajo la influencia del alcohol o la droga, algo que lo diferencia de un profesional, que no lo hace bajo estas condiciones", comentó Ciafardini. De su análisis se desprende una explicación al por qué del uso excesivo de la fuerza, que caracteriza los hechos delictivos de los últimos años, en muchas ocasiones con heridos y víctimas fatales. En esta zona del país hay muchos ejemplos de este tipo de hechos. Ciafardini comentó que "se envió de golpe un sector de la sociedad hacia la marginalidad y en ese grupo se mezcla, además de la marginalidad, el resentimiento". Y agregó que "a veces el móvil es más la bronca que la necesidad". El funcionario nacional consideró que el problema de la inseguridad es muy complejo, pero que pasa básicamente por la prevención y que la situación desborda a las instituciones. "No va a alcanzar nunca la Policía ni los jueces y, particularmente, no alcanzarán las cárceles para dar una respuesta a semejante fenómeno de violencia", aseguró el funcionario. Ciafardini sostuvo que la receta principal para reducir los altos niveles de violencia es la prevención y la posibilidad de que el sistema de justicia penal funcione mejor frente a una cantidad de hechos que la prevención no contiene. Para Ciafardini, la gran cantidad de hechos delictivos que se cometen en las grandes ciudades es de tal magnitud que no hay ningún sistema penal que esté en condiciones de procesarlo de forma lógica, eficaz y racional. Pero admitió que muchas veces la vigilancia se puede mejorar si se realiza un mapa del delito más cuidadoso y profundo con la participación de los vecinos. "Porque hay que racionalizar y hacer más eficaz la vigilancia policial", dijo. Al respecto sostuvo que la participación ciudadana que se propone a partir del Plan Nacional de Prevención del Delito es un diálogo sin intermediarios a nivel entre los vecinos y el gobierno, que tiene el deber de implementar las políticas de seguridad. Nuevas modalidades NEUQUEN (AN).- El comportamiento de la delincuencia de los últimos diez años cambió. Los nuevos parámetros, de acuerdo al análisis del licenciado en Psicología Héctor Barcia, indican entre sus principales características que hay mayor participación de jóvenes en hechos delictivos, notoria ausencia de códigos normativos, delincuentes ocasionales y poco profesionales que actúan con violencia desproporcionada. A su juicio, las causas de esta nueva tipología delictiva hay que buscarlas en varios factores: la crisis de las instituciones socializadoras (la familia), la dificultad por interiorizar la ley en el seno de ciertos hogares, el sistema educativo que no da respuestas y el incremento de la disponibilidad de estupefacientes. Barcia describe en su trabajo sobre "los nuevos estilos delictivos en la Argentina de fin de siglo" que el nuevo tipo de delincuentes pone al desnudo la impotencia de la contención, el tratamiento y la rehabilitación de los regímenes vigentes. El crimenno aumentó NEUQUEN (AN).- La subsecretaria de Seguridad Ciudadana, Alicia Comelli, sostuvo que en lo que va de 2001 no se registró un incremento de los índices de criminalidad en la provincia. Sin embargo, reconoció que hay mayor violencia en la modalidad delictiva a tono con lo que pasa en todo el país. |
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