Domingo 29 de abril de 2001

 

Acusación y defensa ya preparan los alegatos

 

Esperan pocas novedades en las jornadas que faltan.

  CIPOLLETTI (AC)- Aunque todavía faltan varias audiencias del juicio oral por el triple crimen, el fiscal, los querellantes y los defensores ya están preparando sus alegatos. Ninguno espera que los testigos citados a última hora agreguen datos sustanciales o modifiquen lo que ya está consolidado en la causa después de tres años y medio de investigación y casi una docena de jornadas de debate. A lo sumo especulan que se aclararán ciertos puntos oscuros, pero sin estridencias.
Los nuevos testigos, entre ellos un forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, fueron pedidos por el Tribunal. También están pendientes varios careos solicitados por la defensa de Guillermo González Pino. La fiscalía, en cambio, no propuso ninguna medida de prueba adicional. ¿Es que está conforme con lo que hay?
Los fiscales Eduardo Scilipotti y Laura Pérez apenas hablan en público. Pero se sabe que en privado consideran que ya tienen elementos suficientes para decidir sobre la responsabilidad de los dos imputados, Claudio Kielmasz y González Pino. De hecho, la lista de testigos que propusieron se agotó hace varias jornadas y poca atención le prestaron a los que declararon después, más relacionados con el presunto encubrimiento que con los crímenes en sí.
Scilipotti remplazó a último momento al fiscal natural de la Cámara, y tuvo que leer en un mes las 13.000 fojas del expediente. En el juicio siguió con fidelidad la ruta que trazó Alvaro Meynet en la requisitoria de elevación a juicio y pudo corroborar casi todas las pruebas recogidas durante la instrucción.
Por estas horas, el fiscal repasa sus apuntes. A través de allegados a su pensamiento, este diario pudo saber que marcó con resaltador varios tramos de lo que han declarado los testigos. En base a ellos considera que ya tiene ubicado a Kielmasz en el teatro del hecho, tanto antes de que ingresaran María Emilia, Paula y Verónica, como después de que fueran asesinadas. Y además lo tiene con el arma homicida en sus manos, porque esta semana se despejaron todas las dudas que existían en torno del revólver.
Tiene, además, la actitud de Kielmasz la noche de los crímenes -nervioso y asustado, según lo refiere su concubina Alicia Guanque-, su extraño interés por buscar en la prensa noticias sobre las jóvenes antes de que el caso tomara trascendencia pública y la preocupación por limar la numeración del revólver. Y contabiliza, entre otros elementos, la manera en que se acercó a las familias de las víctimas -dando un nombre y una versión falsos- y las numerosas declaraciones que ofreció como imputado. "No son actitudes propias de un testigo que no tiene nada que temer", razona la fiscalía.

"Entre la absolución y el encubrimiento"

Gustavo Viecens, abogado de Kielmasz, acepta con matices que esas son algunas de las cartas del fiscal. Pero especula: "nunca van a poder probar quién disparó".
Según anticipó a este diario, cuando pronuncie su alegato pedirá la absolución de Kielmasz. En ese momento explicará las razones de la multitud de versiones de su defendido, y en especial cuestionará cómo se incorporó el arma a la causa. Dirá, por ejemplo, que no hay garantías de que es el mismo revólver que su cliente le entregó a Ulises González.
El fiscal Scilipotti asegura que sabe cómo responder a ese argumento, aunque no lo dice en público. Y como mínimo preguntará por qué Viecens no planteó la cuestión cuando apenas se produjo, hace ya más de tres años.
Para el caso que se acepte el arma como prueba en contra de Kielmasz, Viecens tiene un plan "B": dirá que sólo se lo puede acusar de encubrimiento. "Esas son mis aspiraciones", reconoció ante este diario. "La de máxima, absolución; la de mínima, condena por encubrimiento".
Las posturas de los querellantes, en tanto, difieren. Es muy probable que José O"Reilly, representante de la familia González, acompañe a Scilipotti. En cambio Fernando Dalmazzo, de la familia Villar, centrará su alegato en la deficiente investigación policial y el presunto encubrimiento, a través del cual intenta llegar a "los verdaderos autores". Es el tema que más le interesa, y sobre los imputados sólo opinó que los dos saben algo de lo que sucedió: "es indudable que Kielmasz tuvo alguna responsabilidad, lo de González Pino está más desdibujado".
Ni el fiscal está seguro de qué hará respecto del otro imputado. Por ahora espera que se produzcan algunos careos para resolver si sostiene la acusación contra González Pino o se abstiene de hacerlo. Eves y Gerardo Tejeda, los dos defensores del estafador, se muestran confiados. "No hay nada contra nuestro cliente", vienen repitiendo desde el día que lo involucraron en el triple crimen.

Foto: Momento de distensión. En un cuarto intermedio, Tejeda se acercó al fiscal. Durante el debate tuvieron varios cruces.

   
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