Sábado 28 de abril de 2001

 

Huirimán creyó ver a las víctimas en dirección opuesta a la que se pensaba

 
  CIPOLLETTI (AC).- Rafael Huirimán Lloncón, el testigo que falleció en enero pasado en un accidente de tránsito, le había comentado a un efectivo de la policía rionegrina que las tres chicas fueron abordadas en proximidades del complejo deportivo "Espacio". Este lugar se encuentra sobre la calle San Luis pero en dirección opuesta a Ferri, y a unos 2.000 metros de los olivillos.
Sobre el tema también declaró un policía federal, quien dijo que el testigo fallecido le mencionó que a Claudio Kielmasz lo conocía de una iglesia evangélica del barrio Labraña.
El dato sobre el presunto lugar del abordaje la dio ayer el sargento Miguel Chandía, quien declaró ante los integrantes de la Cámara de manera imprevista. El policía les contó a los jueces lo que sabía durante un cuarto intermedio, y resolvieron citarlo de inmediato.
Según Chandía, en una época que no pudo precisar el juez Pablo Iribarren le indicó que debía pasar a buscar a Huirimán Lloncón por la chacra en la que trabajaba, para trasladarlo a Roca donde iba a prestar declaración.
"Tras dos horas o dos horas y media, lo traje de regreso a Cipolletti. El juez Iribarren me dijo que antes de dejarlo en la chacra, Huirimán me iba a indicar el lugar donde había visto cuando abordaban a las chicas. Fue así que llegamos a unos 60 metros de "Espacio", frente a unos galpones", dijo Chandía.
Ante una pregunta del juez César López Meyer, el testigo mencionó que donde ahora está el complejo hace tiempo funcionaba un secadero.
"Le consulto esto porque hace unos días recorrimos esa zona para orientarnos mejor, y un hombre que pasaba nos dijo que justamente allí había funcionado un secadero", dijo López Meyer.
La pregunta apuntaba a que Huirimán Lloncón había declarado que a las chicas las habían abordado "cerca del secadero", y desde un primer momento se pensó que se trataba del que está ubicado a más de mil metros al norte de "Espacio".
Extrañamente, el lugar indicado por Huirimán Lloncón a Chandía no se encuentra en el expediente, por lo que los dichos del policía se convirtieron en una novedad para la causa.
Chandía aseguró que él no le preguntó nada más sobre el caso, ya que sabía que este testigo era frecuentado por la comisión de la Policía Federal.
De esta fuerza, declaró ayer Rafael Hernández. El sargento estaba en la comisión investigadora y dijo que en al menos tres oportunidades se entrevistó con Huirimán Lloncón. Sin embargo, las charlas no giraban sobre el triple crimen, sino sobre el asesinato de Yanet Opazo, ocurrido en el año "93.
Por esa época, el testigo ahora fallecido concurría a la misma iglesia evangélica que Claudio Kielmasz. "Lo conocía, aunque nunca fueron amigos", dijo.
   
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