Sábado 28 de abril de 2001

 

Hay tantas teorías como investigadores

 

Ayer los federales insistieron en el error; Prueger habló de la intervención policial y de la posible retención con vida de Villar.

  CIPOLLETTI (AC).- Para unos fue un crimen por error, otros hablan de un frustrado ataque sexual. Para algunos hubo organización, otros mencionan la circunstancialidad... Cada uno de los peritos e investigadores que declararon hasta ahora tiene una opinión distinta sobre cómo sucedieron los hechos. "Yo creo que pudo haber ocurrido así, no es algo categórico", es la frase que se escucha con mayor frecuencia en el debate.
Ayer se oyeron dos nuevas posiciones. Declararon Horacio Lopardo y Rafael Hernández, dos integrantes del grupo de Federales; y el perito en criminalística de Neuquén, Enrique Prueger.
Lopardo fue interrogado a fondo sobre la hipótesis del crimen por error, avalada por la fiscalía. Hubo varios cruces entre la defensa y la acusación para tratar de desvanecer o consolidar esta posibilidad (Ver aparte).
La opinión de este sargento primero es que los autores -habla de no menos de dos personas y no más de cinco- se equivocaron de víctimas. Se basa en el segundo grupo de dos mujeres que esa tarde fueron vistas en el lugar del hecho en el mismo horario que las jóvenes. Cree que los autores no estaban preparados para cometer un crimen, que quisieron realizar "un apriete" y por eso las torturaron. "Quizás querían obtener información que las víctimas desconocían", sostuvo.
Lopardo cree que actuaron "delincuentes comunes". Pero Prueger, quien declaró después, opinó que algunos elementos lo hacen suponer que participaron unas seis personas, entre ellos "no descarto funcionarios policiales". El perito, a diferencia de los federales que hablan de que las víctimas estuvieron juntas, considera que los autores se llevaron secuestrada a Verónica Villar a un lugar distinto. Opina que las hermanas González fueron ultimadas en los olivillos en la misma nochecita del domingo, y que a Verónica la llevaron a otro sitio hasta el lunes por la noche, momento en que la trasladaron junto a los otros cadáveres y le dieron muerte.
La base de su argumento es una mancha de sangre que aparece en la remera de Villar, que es "de escurrimiento" y que tiene "arenilla impregnada".
"Ese elemento no está en los olivillos. Verónica estuvo apoyada sobre una superficie dura en otro lugar", afirmó.
En esta semana también declaró el forense Ismael Hamdan quien habló de un ataque simultáneo. Hamdan consideró que la diferencia horaria en las muertes, se debe a que Verónica agonizó varias horas en estado de coma. "Se trata de una muerte diferida", aseguró. A su criterio Villar estuvo en los olivillos junto a las hermanas González desde el mismo domingo.
El forense -también por apreciación personal- apuntó a no menos de tres personas como autores. Y aseguró, por haber realizado la autopsia, que las tres fueron víctimas de agresiones sexuales: "tenían lesiones vaginales y anales", sostuvo. Prueger, sin embargo, consideró ayer que no hubo violación. "Tenían las bombachitas limpias", dijo.
Néstor Marchetti, en tanto, declaró que a su criterio fue un crimen simple y circunstancial del cual participaron Claudio Kielmasz y gente de su mismo entorno. La conclusión a la que arribó junto a su grupo de policías provinciales es que el ataque ocurrió en la zona de las vías.
Las divergencias que se escuchan en el debate no difieren demasiado de los comentarios que se hacían en los primeros meses de la investigación. Aún hoy los investigadores tienen posturas distintas en cuanto al lugar del abordaje, la supuesta violación o ataque sexual, la cantidad de agresores, la clase de personas que actuaron, y cómo lo hicieron. Lo que es más complejo aún, es que no coinciden en cuál fue el móvil del hecho.
Quizás por esta razón el Tribunal admitió ayer que están permitiendo que se realicen algunas preguntas que no corresponden (piden opiniones en vez de datos científicos). Pero lo justifican en "la necesidad de tener aportes que ayuden a llegar a la verdad". Ahora, esperan que peritos de la Corte analicen el material de la autopsia para tratar de arrojar algo de luz ante tanta disparidad.

Pulseada en torno de la tesis de la fiscalía

CIPOLLETTI (AC).- Una fuerte pulseada hubo ayer entre la defensa y la acusación en torno de la teoría del "crimen por error" que adoptó la fiscalía. Horacio Lopardo, de la división Homicidios de la Federal, fue uno de los policías más interrogados sobre este tema. "¿Cuáles son los fundamentos lógicos, racionales, que tiene para afirmar esta hipótesis?", le preguntaron una y otra vez.
El sargento primero, uno de los que integró la comisión investigadora del triple crimen, aseguró que el elemento principal que tienen para sostener esta línea es "la presencia de otro grupo de tres mujeres que estuvieron caminando por ese lugar y que nunca aparecieron".
Los defensores atacaron en varias oportunidades la falta de precisiones. "Si se habla de error se supone que se conoce una verdad. ¿Cuál es?", le apuntaba Eves Tejeda.
A su turno la fiscalía y el querellante O"Reilly formularon preguntas para abonar la hipótesis:
-¿Hicieron una investigación de la conducta de las víctimas? -le preguntó Eduardo Scilipotti a Lopardo.
-Sí, y no encontramos ninguna posible enemistad o problema que justificara las muertes.
-¿Y eso a su criterio abona la teoría del error?.
-Sí.

   
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