Viernes 27 de abril de 2001

 

"Creo que fueron Kielmasz y gente de su entorno", dijo Marchetti
 

El comisario se negó a hablar del croquis que pasó por sus manos porque "estoy imputado en una causa"
  CIPOLLETTI (AC).- "Mi impresión personal es que todo gira en torno de Kielmasz y su entorno, es decir, los Arratia y Torres", dijo ayer Dervi Néstor Marchetti, jefe de una comisión de policías provinciales que investigó el triple crimen.
Por otra parte, Marchetti se negó a hablar sobre el croquis dibujado por Kielmasz que llegó a manos de las familias de las víctimas.
"Estoy imputado en una causa", explicó. Como ya presentó una declaración informativa (casi una indagatoria) sobre el tema, tiene derecho a guardar silencio.
Fue por ello que gran parte del interrogatorio que tenían previsto los querellantes Fernando Dalmazzo y José O"Reilly quedó trunco.
El lunes, el jefe de la alcaidía Andrés Capsi declaró que el croquis del lugar del hecho dibujado por Kielmasz lo entregó a un miembro de la comisión Marchetti que no puede identificar. Ulises González y Roberto Rapazzo Cesio aseguraron que lo vieron en la oficina del comisario.
Pero ayer Marchetti declaró: "no tengo conocimiento de que alguien de mi comisión haya ingresado a la alcaidía. Es más, tenían prohibido andar por ahí", enfatizó.
Por otra parte, el ex comisario no recordó si Rapazzo Cesio acompañó a Ulises González a esa reunión, y luego negó haber dicho que él no investigaba a los policías. "Nunca dije eso. Lo hago si hay una orden de un juez, si se trata de un hecho público y notorio, o que a mí me conste", respondió.
El resto del interrogatorio fue sobre algunos detalles que no aportaron mucho a la causa.
Aseguró que él y su gente se encontraba investigando "a Kielmasz y a su entorno", y que por aquellos días "no tenía ninguna noticia de Guillermo González Pino. La impresión que me llevé es que esto no está más allá de Kielmasz y su entorno", reiteró.
La denominada "comisión Marchetti" empezó a investigar el caso unos 45 días después del homicidio de las tres chicas. Su trabajó se extendió por alrededor de dos meses.
"Yo mismo me comuniqué con el jefe de Policía para que le pida al juez que nos aparte de la investigación, porque pensábamos que habíamos colmado nuestro trabajo. A mi criterio no había más hipótesis para seguir", mencionó.
Además indicó que todas las líneas investigativas las "bajaba" el juez Iribarren y que él no tomaba ninguna determinación sin que se lo indicaran.
El testigo también hizo mención a la falta de comunicación entre las comisiones de la Policía rionegrina y la federal.
"Nunca tuvimos una reunión para ver qué datos podíamos trabajar. Yo había propuesto reunirnos una vez por día, pero no se logró", dijo al hacer mención a la tirante relación que se vivió entre los investigadores de una y otra fuerza desde que llegó la Federal a la zona.
También declaró ayer el comisario mayor retirado Gabriel Marín, quien estuvo sólo dos semanas en la investigación. Aseguró que él fue quien ordenó que el grupo especial Bora se trasladara a Cipolletti a colaborar con la búsqueda de las jóvenes cuando estaban desaparecidas.
Recordó que eso fue el lunes a la tarde, y dispuso que el Bora viajara el martes "a primera hora de la mañana".
También aclaró que el jefe de la subcomisaría 69, Luis Seguel, no fue "desplazado", sino que la Jefatura dispuso que "se tomara su licencia anual".
Marín lo reemplazó, pero mantuvo un mínimo contacto con el juez Iribarren. "La Jefatura no me da órdenes", dijo que le respondió el magistrado cuando le fue a comunicar que él estaba a cargo de la investigación.
   
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