Miércoles 25 de abril de 2001

 

Lo condenaron a 13 años por abusar de menores

 

Jorge Omar Aguirre, de 27 años, pasará 13 en la cárcel al haber sido encontrado responsable del abuso de menores. Los testimonios de sus víctimas fueron contundentes en el juicio.

  ROCA (AR).- El portero de la Escuela 350 de Chacra Monte que abusó sexualmente de dos menores durante el verano del 2000 pasará 13 años en prisión. La Cámara Tercera del Crimen lo condenó ayer, ampliando en un año la pena que había solicitado la fiscal Norma Terbay durante su alegato en el juicio.
Jorge Omar Aguirre, de 27 años, fue detenido y procesado apenas se inició el ciclo lectivo del año pasado. Después de una rápida instrucción, la elevación a juicio y las audiencias de debate del 6 y 10 de abril pasado, los jueces Fernando Sánchez Freytes, Jorge Bosch y Aldo Rolando determinaron que es responsable por los delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con corrupción agravada de menores (en contra de un menor de 13 años) y abuso sexual con acceso carnal reiterado en dos hechos en concurso ideal con corrupción de menores (contra el otro).
Sobre el portero recayeron todas las imputaciones luego de que un menor reconociera, durante una reunión con la directora de la escuela, haber sido violado. La mujer investigaba unos robos menores ocurridos fuera de la época escolar y esperaba hallar pistas entre los chicos, pero se topó con la cruda confesión del niño. Ante esto, tres alumnos más que participaban del encuentro con la directora se animaron a hablar y relataron cómo vieron al portero abusando de otro chico del barrio en el baño de la escuela.
Para constatar los dichos, la directora transmitió lo escuchado a la asistente social del establecimiento, que confirmó la veracidad de los testimonios. Una vez cercioradas de lo sucedido, elevaron los datos a la Defensoría de menores, donde se labró un acta para luego concurrir a la Justicia y efectuar la denuncia correspondiente.

"Violaciones reiteradas"

Aguirre fue detenido el 9 de marzo de 2000, cuando el juez Juan Torres lo procesó por el delito de "violaciones reiteradas". En ese momento, el portero negó las imputaciones sobre uno de los menores y reconoció el hecho cometido contra el restante. Según su declaración, su conducta se debió a una represalia por haber descubierto que el chico había robado en la escuela. Durante el juicio realizado a principios de abril pasado en la Cámara Tercera, el imputado se negó a declarar, por lo que se incorporó el testimonio ofrecido ante el juez Torres en la instrucción de la causa.
En las dos audiencias también declararon las víctimas, los tres alumnos que vieron a Aguirre sometiendo a su compañero y las autoridades escolares.
Los relatos de los chicos abusados fueron desgarradores y a la vez contundentes.
Describieron que Aguirre los tentó con dinero y golosinas primero y aunque hubo negativas, en diferentes momentos los manoseó y luego obligó a distintas prácticas sexuales, antes de violarlos.
También se supo que en una oportunidad el portero se hizo acceder carnalmente por una de sus víctimas.
Una de las pruebas que comprobaron los vejámenes fue aportada por los padres de los abusados, que advirtieron la falta de interés de sus hijos por jugar al fútbol con los amigos del barrio, el temor a bañarse en el canal junto a ellos y la baja en el rendimiento escolar.
Aguirre escuchó la sentencia solo y cuando el presidente del tribunal concluyó, fue trasladado nuevamente hacia la alcaidía.
   
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