Sábado 7 de abril de 2001
		Los dólares son el eje de la investigación
		A una semana del homicidio de Sergio Javier Acuña, el destino de los 3.000 dólares que desaparecieron de la vivienda sigue siendo uno de los centros de atención de los investigadores. El dinero pasaba siempre por las manos de la hermana de la víctima. Los resultados de las pericias y los estudios balísticos serían determinantes.
		CUTRAL CO (ACC).- A una semana del horrendo crimen del niño de 9 años que sacudió a los vecinos de la comarca petrolera, los investigadores acumulan más de treinta testimonios y alrededor de medio centenar de pruebas materiales para esclarecerlo, pero una de los ejes sobre los que gira la investigación es el destino de los 3.000 dólares que desaparecieron de un guardarropa. Algunas pistas conducen a la hermana de la víctima, quien solía hacer sus compras personales con la moneda extranjera, en los negocios del centro de la ciudad. El dinero estaba cuidadosamente guardado en dos cajitas de lata, una de caramelos y otra de galletitas Opera. En la primera había 1.001 dólares y la restante 2.000. Cuando tras el crimen los investigadores consultaron si algo faltaba en la casa, los damnificados dieron cuenta de la plata. Sólo habían dejado un billete, el de un dólar. "Ese dólar solitario también tenía su pequeña historia: había sido poco menos que uno de los primeros que fueron a parar a las cajitas", dijo una fuente del caso. Los pesquisas dan prácticamente por descontada la hipótesis del robo por parte de extraños, como el motivo que provocó el violento asesinato de Sergio Javier Acuña, la mañana del 30 de marzo pasado. Y todo parece reafirmar la conclusión que surgió desde un primer momento: los responsables del hecho hay que buscarlos en la intimidad familiar. Nada parece haber derrumbado, en lo que va del trabajo de los pesquisas, aquella línea investigativa. La hermana de Sergio, de 16 años, tenía una llamativa disponibilidad de dinero para comprar, desde elementos para sus estudios -entre ellos libros de psicología-, pasando por prendas de vestir y diversidad de artículos. Los padres de la joven reconocieron que era la encargada de "sacar" y "poner" el dinero en las cajitas de ahorro. "Era la "banquera", la que registraba los movimientos y saldos del dinero", precisó una fuente. La etapa investigativa parece cumplirse sin sobresaltos y los responsables, aunque cautos, sostienen que "el trabajo es positivo, pero hay que respetar los tiempos". Apuntan a obtener el resultado de las numerosas pruebas que se encuentran bajo análisis en los laboratorios. Estas pasarán por un proceso de decantación del que sólo quedarán las que se consideren trascendentes para el esclarecimiento del hecho. El fiscal Santiago Terán cuenta todavía con los tiempos procesales estipulados -15 días- para tomar una determinación. A la tarea de recepción de los variados testimonios, ayer los investigadores hicieron un repaso de la causa y empezaron a analizar cuáles serán las medidas de prueba que solicitarán. Las que mayor atención concitan son la de parafina efectuada a la hermana del niño, los análisis de ADN, la de morfología capilar sobre los pelos hallados entre la ropa de la criatura y las de criminalística. Los análisis balísticos también generan expectativa ya que puedan arrojar elementos que ayuden en el camino del esclarecimiento. Y aquí no sólo es importantes el del disparo que le causó la muerte al niño, si no también el otro que se percutió en el hogar de la familia Acuña. Todos estos elementos todavía no han sido remitidos a los diferentes destinos -Instituto Balseiro de San Carlos de Bariloche, Criminalística de Neuquén y otros laboratorios- tal como indicó una fuente judicial. Espontánea colaboración CUTRAL CO (ACC).- A la ronda de testimonios, entre los que se destacan los de los familiares directos de la víctima, se le sumaron los de amigos, allegados y vecinos de los Acuña. Con el correr de los días, la lista de declaraciones se amplió incluso con algunos aportes espontáneos, según confiaron fuentes allegadas a la investigación. En este sentido, el grado de colaboración para que se esclarezca el hecho es manifiesto. En tanto persiste el misterio sobre qué ocurrió en la casa Sáenz Peña 324, nadie pasa por el lugar sin que gire su cabeza hacia el escenario del tremendo crimen. "Hasta que no se conozca qué pasó ahí adentro, nadie se quedará tranquilo en la ciudad. Menos nosotros, sus vecinos", dijo una mujer.s
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