Prisión perpetua para los cuatro imputados

Por asaltar un banco en Cipolletti, matar, huir y esconderse, la Justicia condenó ayer a los cuatro imputados a prisión perpetua, en uno de los juicios de mayor despliegue se seguridad que se recuerden en toda la zona. El letrado de tres de los asaltantes anticipó que apelará la sentencia por considerar que la muerte del policía ocurrida en el hecho fue una contingencia.

ROCA (AR).- El 7 de junio de 1999 entraron al Banco Río de Cipolletti con armas de guerra, robaron 11.800 pesos, mataron a un policía, hirieron de gravedad a otro, huyeron en un auto robado y se escondieron en dos casas luego de cambiar de auto y escapar junto a un cómplice. Ayer se decidió que los delitos cometidos por Diego Fernández, Fabián Martín, Ariel Giannerini y Walter Chacón fueron suficientes para que pasen 25 años tras las rejas.
La sentencia de la Cámara Tercera del Crimen fue contundente: prisión perpetua para los cuatro imputados. De poco sirvieron las estrategias de los abogados defensores para evitar la pena máxima prevista. Habían planteado en sus alegatos que la muerte del policía fue una consecuencia del robo y que Chacón no era cómplice necesario.
Fue así que Fernando Sánchez Freytes, Aldo Rolando y Jorge Bosch condenaron a los imputados oriundos de Buenos Aires por haber sido coautores de robo doblemente calificado por el uso de armas en poblado y en banda, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, tenencia de armas de guerra y violación de domicilio. Sólo los absolvieron por la imputación de resistencia a la autoridad.
A Chacón lo condenaron por los mismos cargos, salvo el de violación de domicilio y fue considerado partícipe necesario.
Los jueces dejaron en claro que la confesión inicial de Fernández fue importante, pero muchos de sus dichos se distanciaron de la verdad. Con el joven cipoleño Chacón fueron más duros, al concluir que sin él el atraco y la escapatoria no podrían haberse consumado y por eso le cabían las mismas responsabilidades.
Durante la lectura de la sentencia, Chacón fue quien se mostró más nervioso.Gesticuló, se mordió los labios, negó con su cabeza algunas conclusiones del tribunal y se retiró diciendo que "no tenía nada que ver en todo esto".
Los otros tres condenados permanecieron igual que durante las audiencias: imperturbables. Su abogado, Martín Rodríguez, anunció ayer que apelará el fallo ante el STJ para lograr que hagan lugar a su planteo de que la muerte de Ramón Barrera se produjo por el instinto de supervivencia, es decir "o tu vida o la mía". De esta manera, intentará que las condenas sean aliviadas.
Quien difícilmente logre una rebaja será Ariel Giannerini, ya que le unificaron las dos condenas anteriores que purgaba en la de reclusión perpetua.
Todos se retiraron ayer por la tarde de los tribunales roquenses en medio de un fuerte operativo policial, que se repitió al igual que en las audiencias. Cabe recordar que siempre se dijo que los imputados de Buenos Aires pertenecían a una poderosa banda delictiva y la única posibilidad de llevar adelante un rescate era durante su traslado hacia el edificio de España y 25 de mayo.
La procedencia de Fernández, Martín y Giannerini hace pensar que es muy posible que -una vez firme la sentencia- soliciten el traslado hacia una cárcel de Buenos Aires para permanecer cerca de sus familias. Los tres son nacidos y criados en José León Suárez, una zona afectada por el desempleo y la creciente delincuencia. De la misma forma que durante las audiencias previas a la sentencia, desde Cipolletti llegaron los familiares de Barrera, quienes se mostraron conformes con la sentencia.
También expresaron su malestar con el abogado defensor de los jóvenes, que intentó durante el desarrollo del juicio ubicar la muerte del policía como una contingencia del hecho, algo que "dolió mucho porque parece que nos estuviera cargando".
Los jueces entendieron que la alevosía del ataque al agente fue una clara demostración de "desprecio a la vida humana" y por eso no tuvieron en cuenta el planteo de la defensa al decidir.

Lágrimas y conformidad

"Se hizo justicia. Estábamos esperando esto des-de hace mucho y quedamos conformes, a pesar de que la vida de Ramón no la devuelve nadie".
Emocionado, pero con la misma entereza que mantuvo al escuchar las confesiones y relatos sobre el asesinato de su hermano, Juan Antonio Barrera ha-bló con la prensa una vez que los jueces comunicaran ayer la condena de prisión perpetua para los imputados.
Sacando fuerzas desde donde no tenía, expresó lo que sentía mientras consolaba a su madre, de 76 años, que desahogó su dolor en lágrimas cuando supo que las personas que mataron a su hijo recibieron la pena máxima y fueron obligados a pasar 25 años de cárcel.
La familia del policía Barrera agradeció también a los testigos "que no tuvieron miedo y se acercaron a declarar para que el hecho no quedara impune como tantos otros".
Sin embargo, a la hora de analizar todo lo vivido desde junio de 1999 hasta ayer, recordaron que el uniformado llegó a la zona del asalto sin protección para su cuerpo e indicaron que "desde el gobierno podrían destinar más dinero en asistencia para la policía en vez de gastar tanto en obras secundarias como un hipódromo". (AR)

Foto: Tres de los imputados al momento de recibir la condena.