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Lunes 9 de abril de 2001 | |
 MAS INFORMACION |
Fuerte controversia por el ALCA |
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El oficialismo, el cavallismo y el menemismo creen en las ventajas de ingresar al ALCA. Mientras, disidentes y sindicatos sostienen que habrá consecuencias nocivas para la economía. |
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Buenos Aires (ABA).- Las cuatro siglas se convirtieron en objeto de adoración del capitalismo moderno o de demonización del capitalismo salvaje, según el gusto del consumidor.
ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas) divide opiniones en el campo político , sindical y empresarial. "Río Negro" consultó a un conjunto de especialistas en temas económicos e internacionales para que, distanciándose del apasionamiento, reflejaran las ventajas y desventajas de que la argentina ingrese antes del 2005 a una gran zona comercial que abarca desde Canadá a Tierra del Fuego. El vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, Carlos Raimindi(Frepaso), opinó que " es imposible oponerse a un rumbo económico compuesto por cambios tecnológicos constantes y la integración de las economías mundiales". Pero hace una salvedad: "Si no nos insertamos en forma inteligente al nuevo bloque las asimetrías se van a profundizar". El diputado frepasista cree que la argentina debe consensuar los tiempos del ingreso al ALCA con su socio mayoritario del Mercosur (Brasil) y reclamó a la cancillería "una posición homogénea al respecto". Algunos miembros de la Alianza ven con preocupación que el ascenso de Domingo Cavallo al manejo de la economía produzca un envión acrítico hacia la rápida inserción de la argentina al ALCA. En este sentido movió a suspicacias la encendida defensa que hizo el ministro de Comercio de los Estados Unidos, Donald Evans, ante una tribuna de empresarios nacionales. Evans, de visita en nuestro país, dijo que "Bush espera que se concrete cuanto antes este nuevo bloque comercial". Voceros de la cancillería argentina le reconocieron a este diario que "Cavallo impulsa una negociación unilateral para acelerar los tiempos", pero expresaron que los tiempos de Giavarini son otros". El diputado radical, Marcelo Stubrin, no cree que el eje del debate pase por los tiempos "sino por el contenido del futuro acuerdo" y opinó que "obteniendo condiciones de ingreso favorables se podrán generar fuentes de trabajo como ocurrió en México con el NAFTA". En tanto los sectores industriales reaccionan con cautela, el presidente de la Unión Industrial Argentina, Osvaldo Rial advirtió que el apuro "puede llevar a diluir lo poco que queda de la industria nacional". Rial indicó que "primero hay que resolver los problemas de competitividad, luego afianzar el Mercosur y recién después pensar en el ALCA". Este fin de semana los ministros de la región, reunidos en asamblea, intentaron concretar un documento borrador, que en principio sería tan lavado que "no hablaría de plazos". Los ministros del continente, acordaron en Buenos Aires, que las negociaciones para la conformación del área de libre comercio finalizarán en enero de 2005 y resolvieron que la puesta en marcha de la integración tendrá como fecha tope el 31 de diciembre de ese año, con lo cual la idea de adelantarla quedó desechada. En este sentido, Brasil mantuvo la postura mas dura con respecto a adelantar la rubrica del acuerdo comercial (antes del 2005). La capacidad de lobby de industriales brasileños es mucho mas potente a la de la alicaída industria nacional. Por otra parte, Brasil mira con recelo las primeras medidas económicas de Cavallo que pusieron otra vez en duda la continuidad del Mercosur. Jorge Raventos, ex vocero del Canciller Guido Di Tella, dijo que "no se puede ir contra la corriente del mundo globalizado" pero indicó que el gobierno argentino debe "con firmeza negociar el levantamiento de los productos agrícolas americanos subsidiados". "Siempre que se habla de libre comercio hay quienes ganan y quienes pierden. Igualmente estamos hablando de un flujo de capitales por el orden de los 300 billones de dólares, lo que marca un futuro auspicioso", concluyó el asesor de Di Tella. En la misma dirección , el embajador cavallista Eduardo Sadous señaló que "va haber negociaciones bilaterales de países a los cuales les conviene estar al margen de lo que piensen sus socios. Un ejemplo es Chile". De todos modos aclaró: "el ALCA y el Mercosur son complementarios". Queda todavía mucha tela para cortar en un megaproyecto comercial que implica la relación de 34 países, 780 millones de habitantes y el 40% del producto bruto mundial. Horacio Caride |
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