Boca supo aprovechar los errores

Ahí estuvo el mérito del equipo xeneize para salir airoso de Rosario.

ROSARIO (DyN) - Boca aprovechó dos errores defensivos de Rosario Central para llevarse, a tres minutos del final, un 2 a 1 afortunado, porque el empate se hubiese correspondido mejor con el desarrollo del juego.
En el arranque hubo un mejor trabajo de Boca, que manejó bien tiempos y espacios a través del juego de Serna, que se equivocó muy poco en las entregas, más la movilidad de Delgado y Riquelme.
El partido empezó a cambiar con un golpe de Erroz que dejó a Riquelme maltrecho, con dificultades para pisar. Desde los 15 equilibró Central, con De Bruno y Ezequiel González juntándose por izquierda, obstaculizando la salida de Ibarra.
Sobre los 35 De Bruno armó una jugada maradoniana, ingresó en el área dejando atrás a dos rivales y cuando estaba frente a Abbondancieri, Burdisso lo tomó de la camiseta, en claro penal que ignoró el árbitro.
Cuando parecía que Central transitaba la cancha mejor, llegó el gol de Boca, a los 40. La jugada se desarrolló por la izquierda, desde donde Delgado tocó hacia adentro para Riquelme, quien apareció extrañamente sin oposición, con tiempo para parar, levantar la cabeza y elegir el palo más lejano, el izquierdo de Tombolini, y derrotarlo con derechazo muy preciso, a media altura.
La segunda parte se inició con un planteo distinto por parte de Central, más adelantado en el terreno e intentando hacer funcionar dupla González-Arriola, marcando un acentuado mejoramiento en Erroz y Quinteros.
Así estaban las cosas cuando, a los siete minutos, se produjo la expulsión de Pizzi, a indicación de un asistente, por un golpe a Matellán sin la pelota en juego.
A partir de ello, cuando todo hacía presumir que iba a ser un mero trámite, no se dio de esa manera. Central sacó fuerzas de flaquezas y, con verguenza y amor propio, comenzó a transitar las cercanías de Abbondancieri.
Los rosarinos alcanzaron el empate a los 18 minutos en una muy buena acción personal de Arriola, que tomó la pelota por derecha, arrancó en diagonal, dejó atrás a Rodríguez y Matellán y sacó un zurdazo que dio en poste izquierdo; el rebote fue capitalizado por el recién ingresado Charles Pérez, en la primera pelota que tocó, para mandarla al fondo del arco.
Después de recibir Central el premio a su actitud, pudo más el instinto de conservación por el punto, además de empezar a pesar el cansancio por el partido del pasado jueves frente a Vélez Sarsfield.
Boca acentuó su dominio, Bianchi hizo entrar a Barros Schelotto para encontrar un poco más de profundidad, se afirmaron Serna y Traverso en la mitad de la cancha y Central se concentró a aguantar el resultado.
Cuando parecía que el partido se moría con la igualdad, porque Boca manejaba la pelota pero sin claridad y con una alarmante impotencia ofensiva, a los 42 minutos un centro ejecutado por Barros Schelotto sin demasiadas pretensiones, casi para sacarse encima de la pelota, encontró el quedo de Tombolini y la avivada de Delgado, que sorprendió al arquero con un cabezazo de espaldas al arco para marcar el tanto.

Bianchi y su gente no la pasaron nada bien

La tarde comenzó mal con la larga disputa que Bianchi mantiene con la televisión por las cámaras que se ubican cerca del banco de suplentes.
El cuerpo técnico de Boca tuvo una larga y dura discusión con un camarógrafo en el primer tiempo y en la segunda parte, el masajista Carlos Capella se tuvo que ir del banco acompañado por la policía.
El incidente se produjo a los 12 minutos cuando Bianchi quiso que uno de los camarógrafos de TyC, se moviera del lugar donde estaba ubicado porque le obstaculizaba la visión del partido.
El camarógrafo se negó y la discusión fue subiendo de tono, tanto que el kinesiólogo de Boca, Rubén Araguas, se paró delante de la cámara en actitud de protesta y para impedir del trabajo televisivo.
En el incidente tomaron partido los plateístas de Central que estaban ubicados detrás del banco de Boca y comenzaron a insultar a Bianchi y sus colaboradores.
Todo el cuerpo técnico de Boca se sumó a la disputa con la gente de la televisión y por varios minutos el partido pasó a un segundo plano, hasta que la policía ingresó para decirle a Bianchi y su cuerpo técnico que se tranquilizaran.
En la segunda parte, los alterados plateístas de Central arrojaron algunos objetos al banco de Boca y el masajista Capella devolvió uno de ellos, provocando la furia de los hinchas. El estadio pareció una hoguera y la policía decidió retirar a Capella para tranquilizar las cosas. (Infosic)

foto: Dejarlo sin marca a Riquelme cerca del arco es un "suicidio". Y lo sufrió la defensa de Central, que no pudo cubrir a tiempo el disparo del "10".