Fernando Birri quiere cambiar las reglas de juego
El cineasta argentino presentó en Estados Unidos, en el marco del Havana Film Festival de Nueva York, sus documentales "Che: ¿muerte de la utopía?" y "El siglo del viento". El director instó a sus colegas del continente a "ocupar" las pantallas con el cine latinoamericano.
"El cine latinoamericano es una experimentación continua, es un cine vigoroso aun con sus escasos recursos. Pero todas estas energías deberían también estar dirigidas a conquistar las pantallas", a tratar de cambiar las reglas de juego que imponen las distribuidoras estadounidenses, explicó Birri.
"Nuestro cine se debate en esta contradicción, aunque muchas películas latinoamericanas han conseguido llegar al mercado internacional y festivales como éste sean una gran oportunidad", añadió este maestro de cineastas latinoamericanos que presentó en el Havana Film Festival de Nueva York dos de sus últimas películas, ambas cofinanciadas por Alemania, "El siglo del viento" inspirada en el libro homónimo del uruguayo Eduardo Galeano, y "Che: ¿muerte de la utopía?".
Argentino, aunque él se define de aquí y de allá porque vive un poco en Roma, otro en su natal provincia de Santa Fe, o en Alemania, en Cuba, en fin donde lo pesque el aire creativo que le crece dentro, decidió volver a sentar más raíces en su país cuando cumplió 70 años -"hace ya varios", contó- y sus amigos crearon la Fundación Fernando Birri de Artes Multimediales, en Santa Fe.
Birri había vivido por años en Roma, donde conserva su estudio, pasando luego a dirigir la Escuela de Cine de Los Baños en Cuba. Pero "uno tiene que volver a la tierra de uno, aunque ahora la tierra de uno sea también una computadora. Regresar a la Argentina fue para mí como la segunda, la tercera, la quinta o tal vez la séptima juventud", subrayó.
"Pese a que el país está vapuleado, hay reservas, hay reservas profundas. Hay como una resistencia que es vivencial, espiritual, que está encontrando formas de expresión externa", relató.
Al referirse al "Siglo del viento", hecha para televisión, Birri la definió como una película "minimalista y maximalista. Minimalista porque está hecha de pequeños capítulos de 45 segundos, con material de ficción y de archivo. Maximalista porque presentá de ese modo un gran fresco de América Latina" en el siglo XX, contó.
Hombre polifacético y anticonformista, Birri no se detiene nunca. Ahora, señaló, se ha dedicado a la "pintura glifotrónica", según la definió, que hace con el dedo en una computadora portátil que viaja con él por doquier. Acaba de hacer una retrospectiva de sus películas en el festival suizo de Friburg, también en Cremona y Palermo (ambos Italia), y en esta última ciudad recibió el Premio Terra. La Cinemateca de Colonia, en Alemania, realizó recientemente otra retrospectiva de sus obras entre las que se destacan "Tire die", "Los inundados", "Remitente: Nicaragua", "Un señor muy viejo con unas alas enormes" y "Mi hijo, el Che", entre otras.
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