Miércoles 18 de abril de 2001

 

Un regreso agitado y distante

 

Susana Giménez volvió a la tevé desdoblada y con muchos errores.

  La conductora Susana Giménez impregnó su nuevo ciclo de un clima revisteril y mantuvo el esquema de juegos por dinero, sketches, musicales y entrevistas a invitados, que la hizo líder de audiencia durante una década, aunque la extensión de su horario le jugó muy en contra al ciclo y los problemas con el juego "El invencible" le dieron su primer disgusto de la temporada.
Al revés de Carlos Gardel, Susana cada vez no canta mejor, y pese a ello interpretó en el debut la letra del paso de revista que le tocó hacer, consituyéndose la desafinación en una estética pseudo espontánea con la que siempre se construye el perfil de la diva.
Los martes y los domingos de 21 a 23 serán los días en que Susana desplegará su revista musical, que tuvo en su primera emisión de invitado al puertoriqueño Chayanne.
Antes de un sketch en el que Susana interpretó el rol de una prostituta, el momento cultural llegó con "El invencible", un juego por dinero en el que los participantes van acumulando en un pozo común 100 pesos por cada pregunta bien contestada.
Finalmente, se descalifican entre sí -"ahora, como en "Gran Hermano", todos tienen que despedir a alguien", acotó la conductora- y luego se juega la semifinal por todo el pozo.
El juego que se lleva la parte central del programa no le trajo alegrías a "Su" y después de su estreno tuvo que dar explicaciones en la emisión del domingo, con un dejo de fastidio y señalando que los culpables había sido despedidos.
En su primera salida al aire dos de las respsuestas que la producción le entregó a la conductora estaban erradas. En una la participante contestó mal, pero en la otra que había sido considerada incorrecta por la diva ante las cámaras el concursante no se había equivocado, lo que obligó a la producción a pagarle ante escribano público la misma cantidad que al triunfador del primer envío.
Ese no fue el único mal trago que le dio este entretenimiento ya que recibió también una carta documento en la que le reclaman por los derechos del juego, que aparentemente han sido comprados por otra productora.
Más fría y distante del público que en su pasado de ex diva de los teléfonos, Giménez tendrá que superar con propuesta programática la desventaja de no instalarse diariamente en la pantalla caliente de Telefé, para mantener la atención de las vecinas que durante esa hora, a cada llamado telefónico respondían "¡Hola Susana!". (Télam/AR).
   
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