Impactante "Lady Macbeth" en el Colón
La temporada lírica comenzó con la ópera de Shostakovich dirigida magistralmente por Mstislav Rostropovich.
A los aciertos del podio musical instalado con la orquesta en el centro del escenario, se sumó la monumental puesta que Sergio Renán -con recursos multimediáticos y notable elaboración de los espacios dramáticos- aportó a este título estrenado con la misma integración de medios en enero del 2000, en el Teatro de Madrid.
En la apertura de la temporada lírica 2001 del Colón, la obra de Shostakovich -de más de dos horas y media de duración- fue cantada según los textos que Alexander Preys y el propio compositor diseñaron sobre una novela donde Nikolai Leskov documenta el feroz trato que recibían las campesinas en la Rusia zarista del siglo XIX y los rasgos de descomposición del régimen.
Surgida del Conservatorio de Rostov del Don y exitosa debutante en la Opera de Lvov en protagónicos de "Tosca", "Cavalleria rusticana", "El príncipe Igor" y "La Gioconda", la soprano Dobronravova asumió la trágica Katerina, bella y joven adúltera que asesina a su insolente suegro e impulsa a su amante a eliminar a su marido.
En un rol que va creciendo en dramatismo vertiginosamente hacia el cruento descenlace del acto cuarto, la comunicativa cantante ucraniana afrontó su exigente partitura con sensualidad y genuinos medios vocales y un desempeño actoral que le valió la ovación para consagrarse como la estrella de la noche de estreno.
Debutante como el Timonel de "El holandés errante" en Leipzig en 1990, el buen tenor británico Christopher Ventris asumió el papel del joven Sergei, clandestino amante de Katerina y asesino del esposo de la bella adúltera con la que termina condenado en larga y terrible marcha forzada hacia las estepas siberianas.
Al borde de futuros roles en "Lady Macbeth en Mtsensk" (en Bruselas y Barcelona), "Parsifal" (San Francisco) y la "Valquiria" (en Colonia), Ventris hizo de la composición musical y actoral de su seductor personaje una muestra concluyente de su refinado estilo, y con emisión segura y clara se acreditó buena porción de las ovaciones obtenidas junto a la vocalista eslava.
Con papeles en un repertorio que abarca "Boris Godunov", "El príncipe Igor", "Fausto" y "La boheme", entre otros títulos, el bajo ruso Valery Gilmanov fue Boris, el lascivo y tiránico suegro que, víctima del impulso homicida de su joven nuera -a la que ha acosado brutalmente-, resulta muerto con veneno para las ratas que ha de ingerir en un menú de hongos cocinados por la muchacha.
La orquesta estable, con gran refuerzo de bronces, proporcionó -con la conducción del maestro Rostropovich- una versión instrumental pulida y vigorosa en todos sus sectores, especialmente en la línea de percusión con placas y timbales, y se exhibió a la altura de los desafíos que plantea la partitura.
El elenco de anoche repetirá su labor en las funciones de hoy y el viernes próximo.
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