Ratifican que la casa no estaba en área militar

La vivienda de un peón había sido demolida por el Ejército.

ZAPALA (AZ).- José Antonio Meriño, el peón rural de 72 años que se quedó sin su morada por-que se la demolió el Ejército, aseguró que "en un rato perdí todo el esfuerzo de varios meses de aho-rro". El hombre, que ahora permanece en la propiedad de un vecino, señaló que "quiero que alguien me construya la casa otra vez para poder vivir en paz".
En tanto, la Dirección Provincial de Tierras ratificó ayer que la vivienda destruida en el paraje Mallín del Muerto estaba fuera de la reserva del área militar. Los inspectores del organismo reiteraron las mediciones y confirmaron lo anunciado por "Río Negro" hace algunos días.
La semana que viene el delegado local declarará en la causa abierta en el juzgado federal zapalino por "delito contra la propiedad privada". Personal de la Dirección de Tierras comandado por el delegado local Néstor Fuentes analizó nuevamente la situación planteada en torno a la destrucción de la vivienda de José Antonio Meriño en Mallín del Muerto. El equipo técnico de la provincia efectuó otra vez las mediciones en base a los mojones claramente individualizados en el terreno. "No existe margen para el error ya que se observa claramente como la construcción está fuera del límite de la reserva del Regimiento" dijo Fuentes. Esta afirmación se sustenta más claramente en una fotografía del lugar del hecho donde, a través de una medición realizada con GPS, se observa nítidamente la diferencia entre la línea de mensura y el lugar donde se emplazaba la casa. Ayer el personal de Tierras recibió además la notificación por la cual deberán sumar la semana entrante esta documentación a la causa iniciada por la denuncia de Meriño contra el Ejército sobre el presunto "delito contra la propiedad".
Por su parte Meriño expresó el dolor por la situación al asegurar que "esa casa la pude levantar con los ahorros de varios meses de trabajo y de un día para otro me quedé sin nada". Sin familia y a los 72 años Meriño depende hoy de la buena voluntad de sus vecinos quienes le ofrecieron refugio hasta que se normalice su vida. "Una mañana salí y cuando volví los militares ya me habían volteado la casa" afirmó mientras agregaba que "además me llevaron algunas cosas y ni la afeitadora me dejaron".
Hace algunos años Meriño se dedicaba a la crianza de animales pero en la actualidad su único ingreso son las changas que de vez en cuando aparecen en el campo. Con ese mínimo sustento y algún esporádico aporte del área de Acción Social sobrevive a la crisis. "Cuando tiraron la casa no me dieron explicaciones" subraya.
Ahora su esperanza es recuperar rápidamente el techo para recomponer su existencia. "A esta altura de mi vida no quiero tener problemas con nadie, sólo pretendo que me dejen vivir en paz" dijo mientras recorría nuevamente los escombros a que quedó reducida su vivienda.
En tanto, el dirigente ruralista Juan José Gutiérrez, adelantó que el abogado de ATE Mariano Mansilla será el encargado de llevar adelante la causa radicada en el juzgado zapalino.
El episodio denunciado se produjo el pasado 8 de marzo cuando militares del Regimiento Infantería de Montaña 10 de Covunco derrumbaron la casa de Meriño aduciendo que estaba dentro de su predio. Las mediciones posteriores de la Dirección de Tierras sustentaron lo contrario y dieron lugar a la presentación judicial.

Foto: José Antonio Meriño sobre los escombros de su casa. Por ahora vive en lo de un vecino: "Sólo pretendo que me dejen vivir en paz".