Martes 27 de marzo de 2001

 

Condenan a perro mordedor y multan a su dueña

 

En un fallo sin precedentes, la jueza de Faltas Mónica Acuña condenó a "Pancho" a permanecer encerrado en la perrera municipal y a la propietaria a pagar una multa de 500 pesos.

  NEUQUEN (AN).- La jueza municipal de Faltas de Neuquén, Mónica Acuña, ordenó que un perro mordedor permanezca encerrado por tiempo indeterminado en la perrera municipal y condenó a la dueña del animal a pagar una multa de 500 pesos por no haber resguardado la seguridad de terceros.
El fallo tiene muy pocos antecedentes en esta ciudad y sienta precedentes en futuras acciones de este tipo, aunque deja de lado la posibilidad de eutanasia del animal.
La sanción cayó sobre Marina del Carmen Soto Soto, una enfermera del barrio Belgrano, cuya mascota -un perro de gran tamaño llamado "Pancho"- atacó en plena calle a Leandro García, un chico de siete años que sufrió serias heridas. La más grave fue una mordida de 15 centímetros de largo que llegó hasta los hue-sos faciales del pequeño. Para borrar las secuelas Leandro deberá ser sometido a una onerosa operación de cirugía estética.
La jueza Acuña es la misma que en diciembre del año pasado ordenó la ejecución de Cachorro, un perro mordedor cruza con doberman que atacó furiosamente a una mujer. Ese animal no fue sacrificado gracias a un indulto del intendente de esta ciudad, Horacio Quiroga, quien perdonó la vida a Cachorro luego de una serie de manifestaciones y reclamos de organizaciones defensoras de canes.
Acuña ordenó "el decomiso del can denunciado" y estableció que el mismo permanezca "a disposición y bajo la guarda de la Dirección de Zoonosis y Vecto- res". La jueza, además, prohibió que sea entregado en adopción "mientras presente una conducta agresiva que ocasione peligro a la integridad física de las personas".
En uno de los puntos sustanciales del fallo la jueza municipal de Faltas dejó expresado que "la rehabilitación de la conducta deberá ser certificada por la autoridad de aplicación competente en la materia. Sólo podrá ser entregado a las fuerzas de seguridad que se responsabilicen de los daños que pudiera ocasionar".
Pancho fue detenido el 15 de febrero, la misma noche que mordió a Leandro. La captura corrió por cuenta de un grupo de indignados vecinos del barrio Belgrano y efectivos de la comisaría Segunda de esta ciudad. En defensa del animal su dueña dijo que el niño lo había molestado y que por eso se produjo la reacción.
La jueza Acuña consideró que la afirmación carece de sustento. "No puede pretenderse, válidamente, que el deseo o la necesidad de tener una mascota, lo sea en desmedro de la seguridad del resto de la comunidad", enfatiza Acuña. En el párrafo siguiente considera que "quien desee tener una mascota, puede hacerlo, pero conforme a las leyes que reglamentan la tenencia y guarda de animales; que concretamente establecen la prohibición de acceder sueltos a la vía pública".
Para la jueza Acuña "quien permite por acción u omisión la presencia de su perro en la calle, no ha cumplido con su obligación primera; pero si además ese perro es agresivo y ataca a un individuo, entonces se ha quebrado la armonía social", afirmó. Para la magistrada resulta un agravante el hecho de que la víctima sea un niño.
"Si pretendiéramos responsabilizar al niño, por el desigual enfrentamiento, entonces habremos perdido la noción de ser humano", cierra la jueza.
   
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