Viernes 23 de marzo de 2001

 

Mezcla de pesar y temor por la caída de la Mir

 

El alerta se extendía a todo el Pacífico Sur.

  La estación orbital rusa Mir se hallaba ayer en su última circunvolución en torno a la Tierra, antes de desintegrarse en la atmósfera terrestre y caer en el Océano Pacífico, terminando una etapa de 15 años de historia de la navegación espacial.
Rusia entera, desde dirigentes políticos hasta ciudadanos de a pie, lloraban la muerte de la estación espacial. Un sondeo de opinión realizado en Moscú reveló que sólo el 25% de los rusos estaba de acuerdo con el "sacrificio" de la Mir.
En Japón, Chile y otros países ribereños del Pacífico las fuerzas navales y aéreas se hallaban ayer en estado de alerta, mientras Nueva Zelanda había alertado una flota de 27 barcos pesqueros que se hallaban en la zona del impacto, al Este de las costas neozelandesas.
La inquietud por la posibilidad de la caída de algún fragmento de la Mir en tierra firme se extendía también a nuestro país, Paraguay y Brasil, aun cuando se insistió en que tal eventualidad "es prácticamente nula".
En nuestro país, el mal tiempo imperante tornaba imposible que la caída pudiese ser vista desde Buenos Aires y en un radio de 100 kilómetros a la redonda. En cambio, en Paraguay, sí se esperaba poder ver a la Mir en dos oportunidades.
El Estado Mayor de la Fuerza Aérea argentina informó ayer a través de un comunicado que "todo el complejo Mir está bajo control y realizándose los controles rutinarios previos al encendido de los cohetes de frenado, que serán ejecutados en dos impulsos de 20 minutos de duración cada uno".
Según los expertos, la caída se produciría en una zona comprendida entre los 44,2 grados de latitud Sur y los 150,4 grados longitud Este.
La empresa espacial rusa Rosaviakosmos, operadora de la Mir, contrató un seguro por 200 millones de dólares para cubrir posibles daños a terceros por la caída de la estación, eventualidad que, en todo caso, era considerada como remota.
Desde su lanzamiento, el 20 de febrero de 1986, la estación albergó a más de 100 cosmonautas y astronautas de 20 países, y sobrevivió en diciembre de 1991 el desmembramiento de las repúblicas que formaban la Unión Soviética y la imposición en Rusia de una economía de libre mercado.
Convertida en símbolo de una época, sólo el 25 por ciento de los ciudadanos rusos respaldan su destrucción, según una encuesta realizada entre 1.600 rusos en Moscú, donde hoy se guardará un minuto de silencio por su desaparición.
El centro de control de vuelo en Korolyov hacía ayer los últimos preparativos para la caída los restos de la estación, que se producirá a partir de las 06:30 GMT del viernes (3.30 hora argentina) en un punto entre Nueva Zelanda y las costas de Chile, en el Océano Pacífico.
La Mir tenía el curso óptimo para el hundimiento programado, informó el centro de control de vuelo cerca de Moscú.
"Todo transcurre según está planeado, y según la información telemétrica todos los sistemas a bordo funcionan normalmente", señaló uno de los expertos en Korolyov, doce horas antes de iniciarse la operación de frenado final de la nave de 137 toneladas.
La estación cumplirá 90.000 vueltas en torno al planeta cerca de las 00:33 GMT del viernes, cuando comenzaría la operación de frenado de la estación, que en ese momento se hallaría en órbita elíptica de entre 165 y 220 kilómetros sobre la superficie terrestre.
El programa informático de frenado, que fue activado cerca de las 21:30 GMT de ayer, comprendía tres poderosos impulsos con las turbinas del transporte Progreso que se halla acoplado a la estación.
Los dos primeros frenados, a las 00.33 y a las 02:02 GMT, sacarán la estación de su órbita, iniciando su caída hacia la atmósfera terrestre. El tercer y definitivo frenado será dado entre las 05:09 y 05:31, cuando la estación sobrevuele por última vez el tramo entre el Sahara y el Cáucaso. (EFE,DPA, DyN)

Hubo aviso de problemas

RIO DE JANEIRO (DPA) - La plataforma petrolera P-36, que se hundió el martes pasado en Brasil, cinco días después de ser dañada por tres explosiones, ya había registrado problemas en los tres días anteriores a la serie de tres explosiones ocurridas el 15 de marzo, causando la muerte a once trabajadores, confirmó ayer el ente estatal Petrobras.
En una nota oficial, la empresa informa que los diarios sobre la operación de la plataforma elaborados los días 12, 13 y 14 registran problemas de presión excesiva en el sistema de ventilación posiblemente causado por una obstrucción del "sofocador de llamas".
"Será necesaria una suspensión de producción para sustitución del mismo, ya que está ubicado muy cerca de los quemadores de gas en la torre de "flare" (llamarada)", agrega el boletín divulgado por la Petrobras. La empresa informó que contratará "una empresa internacional" que buscará verificar si existe alguna relación entre los problemas identificados en la plataforma con el accidente.
   
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