Sábado 17 de marzo de 2001

 

Recapturaron a dos evadidos de la alcaidía roquense en un colectivo

 

Se trata de "El Mono" Leal y Gastón Barrientos. Con un arsenal en su poder, iban a Buenos Aires. Sospechan que tienen relación con asalto de Cutral Co.

  ROCA (AR).- Dos evadidos de la alcaidía de Roca fueron recapturados el miércoles por la noche en la terminal de ómnibus de esta ciudad, cuando intentaban viajar hacia la provincia de Buenos Aires. Se trata de Agustín "El Mono" Leal y Gastón "el Cachetón" Barrientos, dos delincuentes conocidos en el ambiente policial que se fugaron días atrás de la cárcel roquense.
Luego de montar un importante operativo en todas las terminales de la región y mantener el alerta en las dependencias policiales del Alto Valle, los efectivos de la Brigada de Investigaciones hallaron a los dos evadidos en un colectivo que había salido desde Cipolletti hacia Bahía Blanca. El poderoso arsenal que llevaban encima hace presumir a los investigadores que su objetivo era cometer un delito en la provincia de Buenos Aires.
Dos revólveres calibre 38, dos granadas de mano (una explosiva y la otra de humo), más de 150 proyectiles de diverso calibre y un chaleco antibalas formaban parte del equipaje de los sujetos, que se limitaba a un par de bolsos de mano. Cuando fueron identificados por los agentes que requisaron el colectivo, de inmediato se dio aviso a las distintas comisarías de la ciudad, que llegaron a la terminal para brindar apoyo. Pero Leal y Barrientos no opusieron resistencia y se entregaron. Minutos más tarde fueron alojados nuevamente en la alcaidía de la zona norte.
Sin embargo, la investigación no concluyó con la captura de los dos fugados sino que luego se realizó un allanamiento en una vivienda del barrio Bagliani. El resultado también fue positivo ya que allí se secuestró una ametralladora PA3 y más proyectiles. En la casa se encontraba un hombre, que no fue detenido.
A partir de los elementos reunidos se instruyó una causa en el Juzgado Federal de Roca por tenencia de armas de guerra sin la correspondiente autorización. Fuentes policiales aseguraron que en las próximas horas continuarán las investigaciones para determinar el origen de las armas y la manera en que llegaron a Leal y Barrientos.
Un dato sugestivo que alertó ayer a la policía tiene que ver con la posible relación de los dos recapturados en Roca y los detenidos por el asalto a la empresa Camuzzi Gas del Sur en Cutral Co. Si bien no había una prueba concreta, la hipótesis sobre la posibilidad de que todos pertenecían a una misma banda se comentaba ayer en ámbitos policiales.
El indicio está abonado por la procedencia de Leal, que es de Allen y dos de los delincuentes apresados en Cutral Co son oriundos de esa ciudad (ver nota aparte).
"El Mono" Leal se hizo conocido a partir del doble asesinato ocurrido el 18 de octubre de 1993 en Allen, cuando los cuerpos de Alberto Cofré y Sebastián Moncada aparecieron ardiendo en un camino de chacras. El hecho habría ocurrido por un ajuste de cuentas entre bandas y Leal fue condenado a cadena perpetua, pero el juicio fue anulado en marzo del 96 por un error procesal y quedó en libertad. Sin embargo, reincidió en el delito y volvió a prisión.
Por su parte, Barrientos es el mismo que el 26 de enero pasado protagonizó junto a Guillermo "el Mula" Páez un cinematográfico asalto a la casa de repuestos y accesorios L y V en la intersección de Neuquén y Nueve de Julio de Roca. Más tarde huyó de la alcaidía trepando por el techo del pabellón 5.
Ese día ingresaron al local céntrico y cuando advirtieron la presencia policial tomaron como rehenes al dueño del local, un empleado y un cliente. La manzana fue rodeada rápidamente por más de sesenta policías, hubo disparos y luego de negociar con el juez se entregaron sin ofrecer resistencia.

Cambia el trato en la cárcel de Viedma

VIEDMA (AV).- Una nueva metodología pedagógica socializadora se inauguró oficialmente ayer en la Unidad Penal de Viedma.
En realidad, la experiencia se implementa desde el año pasado a modo de prueba piloto con un resultado positivo. La intención es modificar actitudes, tanto del interno como del penitenciario. Y los cambios comienzan por la denominación. Al interno se lo identifica como "residente" y al guardiacárcel como "operador".
No trasgredir las pautas de convivencia acordadas es la norma principal que incluye desde el cuidado del orden del lugar que habitan hasta evitar todo tipo de violencia.
El objetivo es brindar elementos al residente para que pueda modificar sus actitudes. No se sanciona o recrimina a la persona sino su proceder. Es una metodología que tiene la base en la estructura que se utiliza en las comunidades terapéuticas. El módulo que habitan los residentes está ubicado en el interior de la Unidad 12 pero separado del resto de los pabellones comunes. Si bien este sector tiene capacidad para 14 residentes actualmente participan de esta experiencia nueve jóvenes cuyas edades oscilan entre los 21 y 30 años. Fueron seleccionados por demostrar buena conducta y porque aceptaron ingresar en este módulo. El grupo lo integra también personal penitenciario y profesionales del Servicio que fueron capacitados para ello.
El subsecretario de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios de la Nación, Alvaro Ruiz Moreno, sostuvo que "esta metodología es una especie de burbuja de esperanza que sirve para demostrar a una comunidad sensibilizada que la reinserción social es posible".

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación