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Sábado 3 de marzo de 2001 | |
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El tiempo obligará a cambiar la protección frutícola |
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Habrá que adoptar nuevos sistemas por los cambios meteorológicos. Analizaron la temperatura y lluvias de los 30 años últimos en la región. Prevén el doble de precipitaciones y heladas menos agresivas. |
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| ALLEN (AA).- La duplicación de lluvias, el aumento de temperaturas y un fuerte incremento de temporales de viento, son algunos de los importantes cambios climáticos que observaron en la última década en el Alto Valle. Según los expertos en meteorología, la tendencia se acentuará y su fuerte incidencia en la producción frutícola regional marcará la necesidad de adoptar nuevas herramientas de protección tecnológica. Un extenso debate sobre el "cambio climático global" y su incidencia en la región del Comahue, se realizó ayer en esta ciudad, y estas fueron algunas de las conclusiones a las que arribaron los expositores ante una treintena de asistentes. "La mala calidad de la fruta en esta temporada, en relación a su menor tamaño, es una de las consecuencias más visibles de los cambios climáticos", destacó el agrometeorólogo del INTA, Gustavo Nordenstrom. A partir de la utilización del campo de observación de la Estación Experimental Alto Valle, se realizó un estudio para cuantificar la importancia de estos cambios en la región. "Analizamos temperatura y precipitación y trabajando con esas dos variables encontramos un incremento muy grande en la frecuencia de lluvia", aseguró el profesional. La comparación se hizo en base a un informe que opera sobre una serie de tiempo de 30 años aproximadamente. Según los resultados obtenidos, se duplicarán las lluvias y habrá menor frecuencia e intensidad de heladas debido a la presencia de agua y el aumento de temperaturas. Esto se traducirá en la presencia de hongos y más enfermedades para la actividad frutícola. "En el Alto Valle históricamente se dijo que caen 197 milímetros anuales y por eso somos una zona árida o semiárida, pero en el período 90-99 se puede ver que hubo siete episodios que superan los 400 milímetros", graficó Nordenstrom. La posibilidad de una mayor intensidad de vientos se suma a la tendencia de calentamiento global, lo cual traería aparejado la necesidad de abordar nuevas técnicas de protección. "Barreras rompe-vientos artificiales, plantas más bajas, estructuras de sostén de plantas diferentes, serían algunas de las modificaciones para adaptarnos a los cambios", explicó el especialista. La primer jornada, que abordó esta temática mundial, fue organizada por la fundación allense Hábitat Comahue. "La idea es que todo esto se convierta en un disparador para crear conciencia sobre el tema", se apuntó. "El productor tendrá que asumir que existe el cambio y que, para poder afrontarlo, va a tener que recurrir a una herramienta tecnológica. De hecho este año la pera William"s no tiene el tamaño que tiene que tener. Se saca mayor cantidad, pero de menor calidad por el cambio climático", comentó el meteorólogo. Sin embargo las conductas humanas, que influyen sobremanera en el equilibrio atmosférico también deberán revertirse, comentó el meteorólogo Enzo Campetella. "La actividad del hombre puede trastocar ese equilibrio que es muy sutil, me refiero a una actividad que es agresiva hacia el medio y en el corto y largo plazo puede generar cambios de importancia", concluyó. |
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