Jueves 1 de marzo de 2001 | ||
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Una infancia atroz guarda las claves del presente del violador Sallago |
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Los investigadores hallan respuestas en su pasado. La sordidez rodea al sospechoso desde niño. Aún no está probado que haya matado a Graciela. |
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NEUQUEN (AN)- La sordidez rodea todo lo relacionado con Mario Oscar Sallago, el presunto violador y asesino de niñas en Neuquén y Olavarría. Los investigadores se hacen preguntas, y ensayan estremecedoras respuestas que surgen del fondo de la historia de este hombre de 52 años que pasó 16 tras las rejas por violar y matar. Sallago está sospechado de asesinar a Graciela Mendoza en Neuquén y a Jennifer Falcón en Olavarría. El cadáver de la primera apareció en un baldío, a 50 metros de una comisaría. El de la segunda en un terreno idéntico, a 50 metros de la casa de un policía. ¿Por qué? ¿Simple casualidad? Ambas niñas fueron desfiguradas a golpes. ¿En esa conducta hay un mensaje que espera ser descifrado? Las respuestas podrían estar en la infancia de Sallago. Cuando era pequeño su padre murió y su madre comenzó a ejercer la prostitución. Algunos de los clientes abusaron del niño Sallago. ¿Acaso eran policías, y por eso ahora deja los cadáveres cerca de lugares relacionados con la fuerza de seguridad? Y cuando Sallago tenía 13 años, su madre lo obligó a meterse en su cama y a tener relaciones con ella. Los investigadores se preguntan: ¿acaso este hombre ve en el rostro de las niñas que viola el de su propia madre, y por eso necesita borrarlo como sea? Cuando estuvo en Neuquén entre fines de 1999 y principios de 2000, Sallago le comentó a la familia que le dio alojamiento que "una maldición pesa sobre mi familia". ¿Se refería a esta infancia atroz y desdichada que lo convirtió en lo que todos creen que es? Los investigadores bucean en el pasado y en el presente de Sallago buscando respuestas. Y encuentran más y más sordidez. "Río Negro" consultó a varias fuentes con acceso a la causa que se sustancia en Olavarría por la violación y asesinato de Jennifer Falcón (7 años), hija de un policía. El crimen ocurrió el 20 de febrero y Sallago es el principal sospechoso. Incluso lo confesó en sede policial, algo que no tiene validez legal pero para la opinión pública fue prueba suficiente de su responsabilidad. Ese crimen, como viene informando este diario, es idéntico al de Graciela Mendoza (6 años), la hija de lavacoches de la terminal que desapareció el 7 de febrero de 2000, y cuyo cadáver fue encontrado un mes después. Pero todavía no apareció la prueba que permita convertir las sospechas que hay sobre Sallago en una acusación concreta. Muchos creen que a esta altura, sólo una confesión del imputado les permitiría destrabar el caso Graciela. Sin embargo, este hombre no tiene la costumbre de admitir lo que hace ante la justicia. Sí, en cambio, lo hizo varias veces ante familiares o allegados. Para demostrarlo los investigadores se remontan en el tiempo, y vuelven a sumergirse en la sordidez. A principios de la década del 80, Sallago vivía en Puerto Madryn, Chubut, en pareja con Natividad Echagallo (hoy de 50 años). De esa unión nacieron tres hijos: Israel (hoy de 19 años), Bernabé (21, también con una condena por abuso sexual) y Paola (20). Tuvieron una convivencia tormentosa. Echagallo, testigo fundamental para la justicia, contó por ejemplo que su pareja intentó abusar de su hija Paola. Después de algunos años de convivencia, Sallago abandonó el hogar y se fue a vivir a Rawson con otra mujer. Pero en 1983 regresó a Madryn, a la casa de Echagallo. Traía a una nena de 7 años de la mano. "Ella se va a quedar con nosotros -le dijo Sallago a Natividad, refiriéndose a la nena- A la madre la maté, y a vos te voy a hacer lo mismo si no te callás la boca". Tres días de pesadilla Le contó más. Por ejemplo, que mató a la mujer porque lo había descubierto violando a la nena, que era su hija. Y que el cadáver estuvo tres días sobre la cama; todo ese tiempo la nena permaneció atada a la pata de la cama junto a su madre muerta a martillazos en la cabeza. Hasta que metió el cuerpo en una bolsa y caminó once cuadras para arrojarlo en un basural. Todas las noches, Sallago (por entonces de 34 años) se acostaba con la nena. Natividad la escuchaba llorar. Un día no lo soportó más y se presentó en la comisaría a denunciarlo. Por ese crimen que nunca confesó judicialmente, Sallago fue condenado a 21 años y seis meses de prisión, menos que la perpetua solicitada por el fiscal en el juicio oral. Y sólo cumplió 16, beneficiado con varias rebajas que le otorgó el gobierno de Chubut. La última etapa de detención la cumplió en la Unidad 5 de Roca. Cuando salió en libertad condicional se radicó en Neuquén. Aquí se cree que escribió otro capítulo de su sórdida historia, con "una novia que tenía en la terminal de colectivos" "Tenía una novia en la terminal de Neuquén" NEUQUEN (AN)- Mario Oscar Sallago "tenía una novia en la terminal, una novia muy jovencita y se veían a escondidas de los padres de ella. El se quedó en Neuquén hasta que ella desapareció". Cautela en la Justicia y en la Policía NEUQUEN (AN)- El fiscal Eduardo Cía dijo ayer que "es muy aventurado afirmar que Mario Sallago fue el autor del crimen de Graciela Mendoza", porque todavía no hay ninguna prueba que permita demostrarlo. Foto: Funeral de Jennifer, la niña violada y asesinada en Olavarría. ¿La última obra de Mario Oscar Sallago? |
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