Sábado 31 de marzo de 2001

 

Balearon la casa del puntero que denunció a Sartor

 

Es el segundo acto intimidatorio en 24 horas en Río Negro

  ROCA (AR).- Apenas unas horas después de quedarse sin la custodia policial que tenía desde que denunció al ministro Daniel Sartor, por haberlo coimeado para que no se presente en una elección interna, el domicilio del dirigente barrial de la UCR roquense, José "Chucky" Alvarado fue baleado ayer a la madrugada.
En el momento de la agresión, a las 3.45 de ayer, Alvarado, su mujer y dos hijos estaban durmiendo en su casa del barrio Brentana. Al margen del pánico que sintieron tras el estampido de un escopetazo, si alguien hubiera estado despierto podría haber ocurrido una tragedia porque los perdigones atravesaron una ventana e impactaron en la pared que hay detrás de un sillón.
Este fue el segundo acto intimidatorio que ocurrió en Roca en apenas 24 horas. El jueves en la madrugada dos personas fueron sorprendidas con dos bidones en el depósito de papel de este diario. Cuando se encendieron las luces los desconocidos huyeron.
La justicia actuó de oficio e inició la investigación para intentar esclarecer el hecho.
A nivel oficial hasta anoche sólo el vicegobernador Bautista Mendioroz se solidarizó con este diario y expresó su repudio a lo ocurrido. Dijo, "repudio todo tipo de violencia, de donde venga, contra los medios de expresión pública, que cumplen una tarea indispensable en un sistema democrático" . Mientras, en el resto del gabinete provincial hubo un silencio absoluto sobre el tema y ningún funcionario opinó en relación con este acto intimidatorio.
En cuanto a los disparos efectuados a la casa del dirigente barrial ocurridos en la madrugada de ayer, a juzgar por el estado en el que quedó el vidrio de la ventana y la dispersión de los perdigones, los atacantes se acercaron hasta pocos centímetros antes del acceso a la vivienda y desde allí dispararon hacia el interior.
Cuando Alvarado y su familia se recuperaron de la conmoción ya era tarde para observar a los agresores. Sin embargo, vecinos del dirigente radical dijeron haber escuchado la llegada de un auto, el disparo y la rápida huida.
La gravedad de la situación está conformada por varios aspectos. Por un lado la decisión de quitarle la custodia policial a Alvarado y su familia, que durante todo el día eran protegidos por tres policías de la Subcomisaría 67 de Stefenelli. La suspensión de la medida adoptada hace cinco meses se determinó a las 18.30 del jueves, mediante un oficio que llegó desde el Juzgado 4 de Viedma, donde el puntero de barrio Brentana presentó las pruebas que incriminarían al ministro Sartor en la compra de voluntades para no efectuar los comicios internos en el comité de Roca. El atentado ocurrió sólo diez horas después y a la hora de las responsabilidades hubo distintas versiones entre autoridades policiales y fuentes judiciales.
Otra aspecto a tener en cuenta es que el domicilio de Alvarado recibió luego del escopetazo varios llamados telefónicos, en los que sólo se escuchaban risas irónicas. Este tipo de intimidaciones son las mismas que se repiten en el teléfono del dirigente desde que decidió hacer público el compromiso que le firmó el ministro de Desarrollo Social en un papel para que no se presentara en la interna radical a cambio de subsidios y otros beneficios.
Además de esto, el puntero dijo haber sido "apretado" en varias oportunidades por allegados al oficialismo radical cuando viajó a los tribunales de Viedma a aportar datos en contra del ministro.
Hasta anoche, Alvarado y su familia seguían sin custodia. Esto a pesar de los comentarios que recibió de varias personas días atrás, que le habrían dicho "cuando te saquen la custodia sos boleta". Cuando se enteró que la policía no cuidaría más su casa fue a pedir explicaciones al subcomisario de Stefenelli, Julio Hernández. Sin embargo, las respuestas no lo conformaron y -según su testimonio- el jefe policial lo trató de mala manera. Esto decidió al dirigente barrial para presentar una denuncia penal.

"Tiene que ver con la denuncia"

Si bien la Justicia debe hallar a los responsables del atentado de ayer, José "Chucky" Alvarado asegura que "no hay dudas que esto tiene que ver con la denuncia que hice en contra de Sartor".
El dirigente inició acciones contra el ministro de Desarrollo Social a principios de noviembre pasado y presentó sus pruebas a la Justicia unos días más tarde.
Un escrito con la firma del funcionario fue el principal documento que lo avaló, además de grabaciones telefónicas. En el papel se prometía dinero y unos 30 subsidios para el puntero y sus allegados, siempre y cuando desistieran de presentarse en las internas del radicalismo roquense.
Alvarado aceptó, pero luego admitió que era cómplice de una maniobra ilegal. (AR)

Distintas explicaciones

"La verdad es que el hecho me parece tan llamativo como a usted".
De esta manera, el subcomisario Julio Hernández, a cargo de la unidad 67 de Stefenelli, expresó su parecer ante "Río Negro" sobre el ataque a la vivienda de José "Chucky" Alvarado apenas unas horas más tarde de que se disponga el fin de la custodia al puntero y su familia.
Hernández sostuvo ayer que la decisión fue adoptada por el Juzgado de Instrucción 4 de Viedma, que envió un oficio a las 18.30 del jueves comunicando la medida.
Sin embargo, fuentes inobjetables de los tribunales capitalinos indicaron ayer que el oficio sólo se habría librado después que las autoridades policiales de Stefenelli comunicaran la intención de suspender la custodia porque provocaba un trastorno en la disposición de personal para vigilar la zona. Según las mismas fuentes, desde la subcomisaría habrían argumentado que hacía cinco meses que se protegía la casa y nunca había pasado nada, por lo que creyeron prudente asignar a los tres efectivos otras funciones.
Ante esta versión, se intentó consultar al jefe policial pero la tarea fue en vano ya que se ausentó de la unidad durante varias horas de la tarde. Por la mañana, Hernández informó que se realizaron las pericias balísticas correspondientes y que a simple vista se podía establecer que el disparo fue hecho desde una escopeta. (AR)

Foto: En la foto mayor se ven los vidrios rotos por los disparos a la casa de Alvarado. Abajo, los perdigones en la pared.

   
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