Jueves 29 de marzo de 2001

 

Vendedores ambulantes y policías, a las piñas

 

Un operativo terminó en una batalla campal.

  NEUQUEN (AN).- El operativo de fiscalización y control dispuesto por el municipio neuquino para erradicar la venta ambulante del microcentro de esta ciudad, tuvo ayer un caótico desenlace: vendedores reprimidos por la policía, inspectores agredidos y un corte de calle que provocó un congestionamiento que puso a prueba la paciencia de los automovilistas.
El procedimiento puesto en marcha por la dirección de Comercio del municipio local, que conduce desde el lunes pasado Fernando Gallo, se realizó en el marco de la campaña de "fiscalización y control ", que impulsa el intendente aliancista Horacio Quiroga.
Ayer, cerca de las once de la mañana se presentaron en la zona del Parque Central cuatro inspectores de la comuna para llevar a cabo el procedimiento de fiscalización en el sector. La iniciativa encontró el inmediato rechazo de unos cuarenta vendedores ambulantes que estrecharon filas dispuestos a defender su mercadería y fuentes de trabajo.
La situación adquirió matices de violencia que provocaron la intervención de los efectivos policiales de la comisaría Segunda que habían acompañado el operativo para prevenir incidentes. La presencia policial lejos de tranquilizar los ánimos, exasperó aún más a los vendedores ambulantes que solicitaron a las autoridades del municipio local una modificación de la ordenanza que regula la actividad desde 1981. "Queremos reglamentar nuestro trabajo y no tenemos problema de pagar un canon, pero que nos dejen trabajar", dijo el representante de los ambulantes, Jorge Balbisotti.
Durante el operativo los inspectores labraron un acta a dos vendedores y confiscaron la totalidad de la mercadería. Con el respaldo de sus compañeros, los vendedores intentaron detener el secuestro de la mercancía lo que motivó la intervención del personal policial. El saldo: dos vendedores golpeados por los efectivos policiales, según denunció Balbisotti.
El incidente provocó la inmediata reacción del conjunto de vendedores ambulantes que abordaron a los inspectores y recuperaron compulsivamente la mercadería secuestrada. Las características del procedimiento aumentaron la indignación de los vendedores, que decidieron cortar la calle Sarmiento al 100 en señal de protesta. La decisión transformó en una verdadera odisea para los automovilistas circular por el lugar. La medida de fuerza se extendió hasta las 14 horas y se levantó por la mediación del secretario de Gobierno de la comuna, Alberto Maglieta. No obstante, Balbisotti señaló que "hasta ahora no hay respuesta a nuestro reclamo".
A todo esto Gallo subrayó que "la ordenanza que regula la venta en la calle prohíbe la actividad en la zona del microcentro neuquino y los vendedores ambulantes la conocen". La norma exceptúa a los canillitas y lustrabotas.
Adelantó que los procedimientos para erradicar a los vendedores ambulantes continuarán. "Mientras la ordenanza prohíba la venta ambulante, tengo que hacer cumplir la norma".
Y anunció, además, que la municipalidad implementó un relevamiento a cargo de los inspectores de comercio para registrar horarios y lugar físico para registrar el números de personas dedicadas a la venta en la calle, que a juicio de Gallo, "se incrementó muchísimo estos últimos años".

"Un problema de antigua data"

NEUQUEN (AN).- "La venta ambulante es un tema de larga data", sostuvo el director general de Comercio del municipio, Fernando Gallo, a la hora del analizar un problema que aún es una materia pendiente en esta ciudad.
"Entiendo la posición de los vendedores ambulantes, sus problemas sociales y económicos, pero tienen que entender que hay una ordenanza", agregó.
Al respecto, José González, propietario de un conocido bazar de la zona, se mostró de acuerdo con la medida dispuesta ayer por la municipalidad.
"El bajo es un desastre, no se puede transitar porque hay más de diez puestos ambulantes en la vereda", enfatizó.
González señaló que la venta ambulante lo perjudica porque "venden lo mismo que nosotros y no pagan impuestos".
Sostuvo que mantener abierto el comercio le cuesta 4.200 pesos destinado a los sueldos de seis empleados y 2.500 pesos de alquiler, sin contar el pago de impuestos, servicios y mercadería.
En relación al malestar que provoca entre los propietarios de locales comerciales la venta en la calle, José Infante, vendedor ambulante desde hace 18 años, dijo que "los comerciantes tienen razón, pero nosotros no somos los culpables de esta situación".
Gallo reconoció que hay muchas denuncias de comerciantes y de la cámara que los agrupa, Acipan. Al respecto, indicó que "la erradicación de la venta ambulante de la zona del microcentro neuquino se realizará de a poco".
Los inspectores, por su parte, están preocupados por la inseguridad durante los operativos porque quedan expuestos a agresiones. A través de su delegado, Alberto González, solicitaron a las autoridades municipales la suspensión de los procedimientos hasta contar con todas las garantías.
   
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