Impiden otra ocupación de casas en Confluencia

El gobierno hizo una entrega anticipada para evitar nuevas tomas. Pero una veintena de vecinos comenzó a presionar. La protesta se llevaba a cabo anoche a la entrada del obrador.

NEUQUEN (AN).- Una apurada entrega de las llaves a los adjudicatarios por parte del IPVU y la custodia de la policía, frenaron otra ocupación de viviendas oficiales en esta ciudad.
La situación alimentó el reclamo de una veintena de familias del barrio Confluencia que ayer, a través de una tensa protesta, comenzaron a presionar al gobierno para que se les cedan esas viviendas.
La protesta se realiza en las puertas de un plan -entregado el martes a sus adjudicatarios- ubicado al lado de las 50 casas donde en febrero el diariero Rubén Arias se prendió fuego.
Las personas que reclaman aseguran estar en la lista inicial de postulantes a las casas que se les entregaron a los compañeros de Arias, y se quejan porque no fueron tenidos en cuenta.
Por eso, con algunos roces con la Policía, anoche se mantenían apostados y con gomas encendidas en los alrededores del barrio de 50 casas que construyó la empresa Pedreschi.
El piquete está en la calle Lago Argentino, enfrente y dentro del barrio están los adjudicatarios y en el medio la Policía custodiando.
La situación se suma a la del barrio San Lorenzo, donde desde hace casi tres semanas una treintena de familia mantienen ocupadas un plan que el IPVU construyó a través de un convenio con el gremio Utedyc.
Hasta ahora sólo dejaron las casas unas veinte familias que aceptaron la propuesta oficial: un terreno con una platea y materiales para construir sus viviendas.
En total, en San Lorenzo había 55 familias ocupando las casas que se redujeron a algo más de 30 cuando el gobierno comenzó a vaciar ofertas sobre el grupo que, en principio, se negaba a negociar cualquier posibilidad de dejar las casas.

Por las buenas

El gobierno está decidido a solucionar esta situación por las buenas a cualquier precio. Para eso, según trascendió, contrató al abogado penalista Jorge Larrea quien está negociando con los usurpadores.
Del otro lado, el abogado de la CTA, Mariano Mansilla, hace su trabajo buscando una salida en favor de los ocupantes.
Con todo, ayer todo parecía indicar que se estaba cerca de una solución al conflicto.
Paralelamente y si bien la situación se mantiene tensa, el gobierno pudo conjurar una nueva usurpación en Confluencia. El domingo ya se manejaba la versión de que ese plan estaba en la mira del grupo que no ingresó dentro del acuerdo que le permitió a los vecinos del inmolado Arias obtener una casa.
Por eso, el lunes el IPVU convocó a todos los adjudicatarios a la sede del organismo. Y el martes, en el edificio provincial sorprendió a los 50 adjudicatarios con la entrega de las carpetas y las llaves de sus casas, que todavía no están terminadas.
Precipitadamente, los adjudicatarios ocuparon sus casas algunas sin ventanas, casi todas sin sanitarios, otras sin pintar y todas cercadas por una malla metálica.
Sorpresivamente y a pesar de todos los resguardos, dentro de una los departamentos apareció Rosa Palma con su panza de nueve meses.
La mujer dijo que usurpó porque no tenía donde estar pero no contó cómo entró al predio. Ocupa la casa C14, que había sido adjudicada a Mari, una mujer sola madre de siete chicos.
Afuera de las vallas, otras 20 familias piden que se vayan quienes están dentro para poder ingresar ellos.

Foto: Las personas que reclaman las viviendas y sus niños permanecían apostados anoche con neumáticos encendidos.